Un fotorreportaje sobre la población yazidí en Irak
"Estoy muy muy deprimida. Las pastillas me dan sueño, así que dejé de tomarlas. No he ido nunca a la escuela; no sé leer ni escribir. No hago nada, ni siquiera las tareas del hogar. Hace unos 20 días, intenté suicidarme cortándome las venas. Cuando vivíamos como desplazados internos en el Kurdistán, intenté prenderme fuego y ser atropellada por un coche. ¿Por qué? Pues realmente no lo sé".
"Estoy deprimida. Todo comenzó hace seis años, cuando uno de mis tíos fue asesinado. Desde entonces, a veces me desmayo y me quedo inconsciente. Siempre me estoy cayendo. Me duele tanto la cabeza que me caigo. En 2014 tuvimos que huir, pero no recuerdo nada de aquella época. Bloqueé todos los recuerdos. Cada vez que me peleo con alguien, especialmente con mi padre, pienso en suicidarme. Solo quiero ser como antes, ser normal. Daría la mitad de mi vida por ser normal".
Irak es el hogar de la mayoría de la población yazidí, un grupo de entre 100.000 y 500.000 personas