Es el más importante atractivo de Palmira. Es una construcción amurallada puesta en pie en el año 32 d.C. y dedicado a Baal, dios bavilonio que se identifica con el Zeus griego.
Conserva importantes tumbas sobre tierra y subterráneas.
Es un símbolo del conjunto monumental y ha sido reclamada por varios grupos durante la guerra de Siria.