Gonzalo no soporta que Hernán vaya de hermano bueno, ¿desde cuándo el Comisario se ha preocupado por alguien que no sea Lucrecia y Nuño? Sin embargo, Hernán no se lo va a poner nada fácil, piensa quedarse a su lado pese a sus múltiples rechazos...
Hernán está ilusionado con la idea de volver a ser Comisario, pero su alegría dura bien poco cuando Gonzalo llega con sus amenazas a palacio...
Gonzalo lo tiene muy claro, para él Hernán está muerto por mucho que sepa que es su hermano. Demasiadas heridas abiertas y sin cicatrizar como para regalarle su perdón.