"El hombre a pecho descubierto frente a un tanque ocupante", es una de las fotografías más simbólicas de la invasión soviética. Se utilizó como metáfora de un conflicto interpretado como la lucha entre David y Goliat. El hombre captado por el fotógrafo checoslovaco Ladislav Bielik, fotoperiodista del diario Smena, es Emil Gallo, un fontanero de Praga que se plantó ante los blindados soviéticos que ocupaban el centro de esa ciudad.
Un grupo de jóvenes lleva la bandera de Checoslovaquia durante una manifestación contra la ocupación soviética en la Plaza Wenceslao.
Cientos de manifestantes rodean varios tanques soviéticos T-55 pintados con rayas blancas para diferenciarlos de los del mismo tipo que usaban las fuerzas checoslovacas.