Sin el apoyo de las Cortes, Carlos no puede gobernar en Castilla. Ha llegado la hora de presentarse ante ellas y el mayor problema del nuevo rey se hace evidente...¡No puede hablar! Es incapaz de decir una sola palabra porque no conoce el castellano... ¿cómo va a conseguir su apoyo?
Ya no solo es un rey extranjero, es también, según algunos nobles contrarios, un rey con problemas de inteligencia. No habla, no se expresa...¡Carlos no puede dar peor imagen!
Aunque Carlos sabe que Chièvres actúa a favor de sus propios intereses, no puede desprenderse de él. Tiene una total dependencia de este consejero flamenco. Es cierto que aunque se equivoque, luego repara todos sus errores. Y de momento lo necesita a su lado porque en Castilla se siente solo y no sabe en quién puede confiar