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Mundial de Baloncesto 2019

Viernes 13, el día en el que la pesadilla se convirtió en el sueño dorado de la 'ÑBA'

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Viernes 13, el día en el que la pesadilla se convirtió en el sueño de la 'ÑBA'
El jugador de la selección española de baloncesto, Marc Gasol celebra con un gesto un triple en las semifinales del Mundobasket 2019 que se disputa en China. www.fiba.basketball/es/basketballworldcup/2019

Restaban 4,8 segundos para el final de la prórroga en el Wukasong Sports Center de Pekín de un viernes 13, tradicionalmente un día de mala suerte en muchos países de cultura occidental, cuando Marc Gasol, precisamente con el '13' a la espalda, y con la afición española conteniendo el aliento con 78-80 en el marcador favorable a Australia en la primera semifinal del Mundial de baloncesto 2019, convirtió la pesadilla de la selección española en un sueño dorado que le permitirá luchar por el título ante Argentina.

Respiró hondo el reciente ganador del anillo de la NBA, y con unos nervios de acero, anotó los dos tiros libres para igualar a 80 y cimentar la victoria española por 95-88 de un encuentro que bien pudo acabar como una pesadilla para los de Scariolo.

Tablero deportivo - Así ha sonado la clasificación de España a la final del Mundial - Escuchar ahora

Esa jugada resume a la perfección cómo la 'ÑBA' supo mantener la calma para reinar en la tempestad de un partido que tuvo perdido durante la mayor parte del tiempo, debido en parte al 'huracán Mills' y a la inferioridad reboteadora de España (43-57) que a punto estuvieron a punto de arruinar el sueño español de conquistar su segunda medalla de oro en un Mundial.

Las mejores imágenes del España - Australia, semifinal del Mundial de baloncesto

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  • España - Australia

    Semifinal: España - Australia

    Sergio Llull celebra el pase de España a la final del Mundobasket tras la victoria ante Australia (95-88)

  • España - Australia: celebración

    España - Australia: celebración

    Los jugadores de la 'ÑBA' celebran el pase a la final del Mundial de Baloncesto tras ganar a Australia (95-88).

Ese fue el momento cumbre de un partido que, salvo el primer cuarto donde España logró hacerse con la victoria parcial, fue un viaje al abismo de los de Scariolo, que cedieron en el marcador ante un combinado austrliano liderado por el jugador de San Antonio Spurs, que acribilló a una España sin acierto en la faceta anotadora y errático en el rebote ofensivo.

Con el partido abocado a un desenlace negro para los Marc, Ricky, Rudy y compañía, fue de nuevo un inconmensurable Gasol quien ya puso a España por delante a falta de 8,7 segundos para el final del partido (71-70) tras anotar otros dos tiros libres y acercar a España a la prórroga después de que Mills anotara uno de los dos tiros libres de los que disputso a 4,7 para el final y que Ricky Rubio estuviera a punto de lograr una canasta desde El Masnou en el último suspiro.

Carácter ganador de un equipo que vuelve a gritar 'ba-lon-ces-to'

Un triple de Sergio LLull sobre la bocina para cerrar el primer parcial por 22-21 fue la última ventaja del equipo español antes del vértigo final con el desenlace ya narrado de un partido en el que Australia hizo morder el polvo al combiando de Scariolo a partir del segundo parcial (10-16) para llegar a alcanzar una ventaja máxima de once puntos (39-50) en el tercero.

Cuando el barco estaba a punto de zozobrar con el 'huracán Mills' azotando sin piedad, surgió el carácter ganador de un equipo donde aparecieron los jugadores llamados a enderezar el rumbo, para agarrar con fuerza el timón y llevar a buen puerto el sueño del segundo oro mundialista para España.

Los puños arriba del banquillo español en el inicio de la prórroga con el triple de Marc (33 puntos) y la contestación de Mills (34 puntos) hizo rememorar el duelo del 'aussie' hace tres años en el partido por el bronce en Río 2016 ante su hemano Pau, con idéntico resultado a favor de los hermanos más lauredados del baloncesto español.

Decía Sergio Llull al término del choque que "pudo haber ganado cualquiera de los dos, ya que cuando peor parecía que iban las cosas, este equipo ha saca otra vez su gen ganador, su carácter, su corazón y así lo hemos hecho". Palabras que resumen el gen luchador de un equipo que no perdió nunca la cara de un partido muy complicado que bien pudo ser la final del Mundial.

13 años después, para que alguien diga que el 13 es señal de mala suerte, España vuelve a la final de un Mundial de baloncesto para intentar lograr su segundo título ante Argentina que venció a Francia en la segunda semifinal por 80-66.