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Selección española de balonmano femenino

Las 'Guerreras': "Ojalá el balonmano estuviera más reconocido en España y la liga diera un salto de calidad"

  • Cada vez más jugadoras españolas de balonmano se marchan a otras ligas "para seguir progresando como profesional"
  • Europeo de balonmano femenino, del 29 de noviembre al 16 de diciembre, en TDP y RTVE.es

Por
Alicia Fernández
La jugadora de la selección española de balonmano y del Ramnicu, Alicia Fernández, en una imagen de su Instagram.

De las 17 jugadoras de balonmano convocadas por el seleccionador, Carlos Viver, para los últimos amistosos de las ‘Guerreras’ siete están jugando lejos de nuestras fronteras.

Nerea Pena (FTC Rail Cargo) y Mireya González (Siofok) juegan en la liga húngara. Lara González (Besaçon) y Alexandrina Cabral (Nantes) militan en Francia, mientras que Alicia Fernández (Ramnicu) y Paula García y Almudena Rodríguez (Bistrita) compiten en Rumanía.

No es casualidad que cada vez más integrantes de las ‘Guerreras’ jueguen en otras ligas y es que estas jugadoras coinciden al señalar que se marchan fuera de España buscando un salto de calidad y una progresión como profesional que no tienen en la Liga Guerreras Iberdrola.

Lo que iba buscando no lo iba a encontrar en ningún club en España

“Yo buscaba seguir mejorando. Un paso adelante y una exigencia física que a día de hoy la liga nacional no ofrece. Y me surgió esta oportunidad en Rumanía y decidí que era el año de probar. Lo que iba buscando no lo iba a encontrar en ningún club en España”, comenta a RTVE Paula García, la última en dar el salto este verano y recalar en el Bistrita tras dejar el Rincón Fertilidad.

En la misma línea, Alicia Fernández reconoce que fichar por el Ramnicu la pasada temporada le ha servido “para da un paso adelante y mejorar”.

“Allí se juega un balonmano mucho más físico, con mucho más contacto. Y esto me ha servido para tener muchos más recursos”, asegura la jugadora gallega.

“La verdad es que ha sido un cambio muy positivo a nivel personal y profesional. La diferencia de la liga rumana con la española es bastante física. Allí hay jugadoras mucho más potentes, grandes en altura y fuerza.  El nivel es mucho más alto pero me he adaptado muy bien a ello”, añade Almudena Rodríguez que afronta ya su segundo curso en Rumanía tras dejar el Rocasa.

Todas ellas consideran que la repercusión del balonmano en España, y más el femenino, es muy escasa y con poca financiación, algo que les obliga a marcharse para seguir creciendo como profesionales.

La promoción que tiene el balonmano en Hungría hace que se cree una liga muy competitiva

“Ojalá el balonmano estuviera más reconocido en España. Que la liga diera un salto de calidad. Que tuviera más seguidores, más ‘sponsors’, más dinero…y poder volver aquí porque todas tenemos ganas de vivir en España”, lamenta Alicia Fernández.

“El balonmano en Hungría es casi un deporte rey. Tiene muchísima importancia y seguimiento. La promoción que tiene allí el balonmano hace que las empresas se animen a poner dinero y así crear una liga muy competitiva”, afirma Mireya González, que este año se proclamó campeona de Europa con Gyori Eto.

En nuestro país, en cambio, los patrocinios son locales y escasos y lamentan que “todo el apoyo va para el fútbol”.

"En España los pabellones no se llenan"

Por ello, acostumbradas a jugar en pabellones casi vacíos, coinciden al destacar el apoyo del público como algo de lo que más les sorprendió en sus primeros partidos lejos de nuestras fronteras.

En Rumanía cada partido está lleno. Da gusto jugar así

“En España, salvo que sea un partido muy importante o de la Copa de la Reina, los pabellones no se llenan. En Rumanía, en cambio, cada partido está lleno. Tanto jugando en casa como fuera. Da gusto jugar así", destaca Paula García.

“La gente siempre, siempre va a ayudar a su equipo y eso es un refuerzo muy bueno”, coincide su compañera Almudena.

“Quizás si se pusiera más balonmano femenino por la tele…En Rumanía retransmiten muchos partidos de balonmano femenino por televisión y eso ayuda a que tenga más repercusión y reconocimiento”, agrega Alicia Fernández.

De momento, y la espera de que llegue ese salto de calidad que reclaman las Guerreras, estas jugadoras de balonmano aprovechan su experiencia “para seguir mejorando y conocer otro idioma y otras culturas”.