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Baloncesto | Supercopa

El Madrid se cita con el Baskonia en una final con sabor a revancha

  • El vigente campeón de Liga arrolla sin piedad al local Obradoiro por 61-81
  • El conjunto vitoriano vence en la primera semifinal de la Supercopa por 76-79

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Sergio Llull, del Madrid, lanza a canasta frente a Pepe Pozas, del Obradoiro.
Sergio Llull, del Madrid, lanza a canasta frente a Pepe Pozas, del Obradoiro.

El Real Madrid cumple los pronósticos y se mete en la final de la Supercopa de baloncesto imponiéndose al anfitrión, Obradoiro, por 61-81.

Los de Pablo Laso, vigentes campeones de Liga, jugarán así la final contra su rival en el 'playoff' de la pasada ACB, el Baskonia. Un duelo con sabor a revancha entre dos equipos con cuatro Supercopas, que desempatarán el sábado. El gran dominador sigue siendo el Barça con seis.

Sin embargo, los de Vitoria han hecho pleno en sus finales, mientras que los madridistas han ganado la mitad de las que han jugado.

En cuanto a los coruñeses, los de Moncho Fernández mantuvieron la ilusión durante los primeros 20 minutos, aunque siempre yendo a remolque del Madrid (34-40).

En el tercer cuarto los de Laso se despegaron con un parcial de 28-8 que puso la diferencia cercana a los veinte puntos y nunca bajó de los diez.

Un triple de Carroll, que este sábado buscará llevarse el concurso de la especialidad en el preludio de la final, puso los +22 a falta de menos de un minuto.

No fue Carroll, sino Sergio Llull el líder de los madridistas y el mejor del partido, el artífice del parcial matador en el tercer cuarto. El menorquín anotó 17 puntos y repartió seis asistencias para concluir con una valoración de 19.

El Baskonia, primer finalista

Shields, del Baskonia, conduce el balón ante Víctor Claver, del Barça.

Shields, del Baskonia, conduce el balón ante Víctor Claver, del Barça ACB

Previamente, el Baskonia se convirtió en el primer finalista de la Supercopa de baloncesto tras vencer en la primera semi al Barça por 76-79.

Cerca estuvo el conjunto de Svetislav Pesic de dar la vuelta a una situación que a mediados del tercer cuarto se les había puesto más que adversa. Los azulgrana demostraron casta para recortar una diferencia de veinte puntos (40-60) y ponerse a tan solo uno a falta de poco más de tres minutos.

Los vitorianos se veían atenazados en sus lanzamientos, hasta que salieron los galones de Jason Granger y Shengelia para taponar la herida.