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Tour 2018 | Análisis

El tablero

  • Algo ha cambiado en el Tour 2018 tras la etapa más corta -sin ser una contrarreloj- que se recuerda
  • Una jornada marcada por las 'tostadas' de Bardet y Froome, y, sobre todo, por el renacer de Quintana
  • Etapa 18 Tour de Francia 2018 en directo, jueves a las 13:55h. en Teledeporte, La 1, RNE y RTVE.es

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Tour 2018: Quintana reina en la cima del Portet

Algo ha cambiado en el Tour 2018 tras la etapa más corta -sin ser una contrarreloj- que se recuerda. El punto de inflexión se hizo esperar y, manteniendo la tónica de esta edición, no respondió a lo que los organizadores tenían previsto. Dispusieron una 'parrilla de salida' para que salieran como motos -cosa que no sucedió- pero sí vimos, en cambio y al final, las 'tostadas' de Bardet y Froome, y la miel del triunfo del renacido Nairo Quintana. [Etapa 18 Tour de Francia 2018 en directo

Este cambio de paradigma sitúa al colombiano a un minuto del podio -algo impensable por la debilidad mostrada en los Alpes- pero con el agravio de disputar la crono del sábado teniendo como rivales a tres especialistas de la disciplina.

Esos son, además, quienes copan los cuatro primeros puestos de la clasificación general. Haciendo balance entre las diferencias de hoy, el poderío de Dumoulin y Roglic (aparte queda el inaccesible Thomas) y falta de una sola etapa de montaña, el podio parece más accesible de lo que realmente es. Esto significa que el Movistar y Nairo Quintana necesitan un golpe de efecto para convertir lo improbable en real.

¿Puede ser Froome un aliado?

16’ segundos separan, ahora mismo, a Chris Froome de Primoz Roglic en la lucha por no perder la tercera plaza del podio del Tour. El esloveno se está mostrando fortísimo en la montaña, es un gran contrarrelojista y ya hemos visto a Froome sufrir ante los cambios de ritmo en la subida al col du Portet. Y no sólo Roglic, Dumoulin ya le endosó en la crono del último mundial, en Bergen, un minuto y medio.

Ante esta situación y siendo conocedores del espíritu combativo de Froome, es muy improbable que se quede quieto para controlar la carrera el viernes y no lo intente de camino a Laruns. El británico ha venido a por su quinto Tour y formar parte de lo más granado de la historia de este deporte. Por si fuera poco, viene de ganar consecutivamente Tour, Vuelta y Giro.

La gloria que le aguarda sería legendaria y el marco que lo decore es excelso: el Tourmalet y el Aubisque de una tacada. Viendo lo que hizo en el Giro de Italia, escapándose en el col de Finestre, a 80 kilómetros de meta, es muy probable que quiera repetirlo –por inesperado para los rivales- en la etapa del viernes.

El colombiano Nairo Quintana (Movistar) se convirtió en el primer conquistador de la cima del Portet tras un ataque a pie de puerto que le permitió apuntarse la decimoséptima etapa del Tour de Francia, la más corta de la presente edición, de 65 kilómetros, en la que el británico Geraint Thomas reforzó el liderato con el tercer puesto.

No es descartable que ataque cerca de coronar el Tourmalet obligando a sus rivales directos a comenzar una persecución. En ese caso, ¿quién tendría equipo para controlar la carrera? La respuesta es fácil: nadie. Aunque parezca una paradoja no sería una afrenta a su líder ni un gancho directo a Thomas, sería asegurarse el podio y, con suerte, la victoria final.

Atacar para asegurarse ser primero y segundo no es una táctica suicida ni conservadora, es el objetivo final del ambicioso Sky, el mejor equipo ciclista del mundo en la última década. Lo mejor para los Movistar sería seguir su estela y que sean otros los que se desgasten; si no, les tocaría organizar la caza y arriesgarse a perder toda opción de podio. Si Froome va de órdago no va a mirar para atrás. Que a nadie le pille de sorpresa.