Enlaces accesibilidad
Tour 2018 | Etapa 9

El mito del pavè

  • La 105ª edición vive el primero de sus grandes días este domingo con la llegada a Roubaix y a sus adoquines
  • Etapa 9 Tour de Francia 2018 en directo, domingo a las 13:55h. en Teledeporte, RNE y RTVE.es

Por
Tour 2018 | El pelotón se prepara para la gran etapa del 'pavé'

Tramos de pavés en la 9ª etapa del Tour 2018:

.1º Escaudoeuvres a Thun 1.600 m. en el km 47,5

.2º Eswars a Paillencourt 1.600 m. en el km 53,5

.3º Auberchicourt a Ecaillon 900 m. en el km 69

.4º Warlaing a Brillon 2.000 m. en el km 86,5

.5º Tilloy a Sars et Rosieres 2.400 m. en el km 89,5

.6º Beuvry a Orchies 1.400 m. en el km 96

.7º Auchy a Bersee 2.700 m. en el km 104,5

.8º Mons en Pevele 900 m. en el km 110

.9º Merignies a Avelin 700 m. en el km 116,5

10º Pont Thibault a Ennevelin 1.400 m. en el km 119,5

11º Templeuve (Moulin de Vertain) 500 m. en el km 126

12º Cysoing a Bourghelles 1.300 m. en el km 132,5

13º Bourghelles a Wannehain 1.100 m. en el km 135

14º Camphin en Pevele 1.800 m. en el km 139,5

15º Willems a Hem 1.400 m. en el km 148,5

Hace cerca de 4500 años, en las ahora desgastadas y yermas tierras de Irak, nació y creció, de boca en boca el primer gran mito de la historia de la humanidad: el poema de Gilgamesh. Fruto de la tradición oral —propia de la única especie de la Tierra que tiene la capacidad del habla— comenzaron a narrarse acontecimientos prodigiosos protagonizados por seres extraordinarios. [Etapa 9 Tour de Francia 2018 en directo

Un organismo a mitad de camino entre lo humano y lo divino. Gilgamesh —quien, según la leyenda sumeria, gobernó la ciudad sumeria de Uruk— era el nombre del protagonista de una gesta que fue grabada en arcilla por la imprenta de la época: el sello cilíndrico. Todas esas historias habladas durante siglos fueron estandarizadas, por los cronistas de la época, para transformar las caras de asombro en palabras.

Decía Aristóteles, gran admirador de la poesía, que la filosofía comenzaba por la contemplación y fascinación por la naturaleza, concretamente el cielo. Eso fue en Grecia. En 1896 en Francia, concretamente en Roubaix, la poesía la encontraron en el suelo.

1896: Nace el mito ciclista del pavè

Más de 4000 años después de los primeros sellos cilíndricos, los cronistas de la modernidad contaban relatos fabulosos sobre individuos extraordinarios que atravesaban caminos de piedra a velocidades inalcanzables montados sobre un amasijo de hierros a ruedas. Golpes, sudor, sangre y pedaladas violentas se mezclaban con el lodo que separaba los adoquines para perfiles los contornos de la épica ciclista.

Aquel espectáculo, a menudo dantesco, provocaba en los aficionados un sentimiento de reverencia. Al final del siglo XIX un nuevo género de epopeya se expandía por la refinada Europa de la 'Belle Époque' a través del periodismo. Para ello utilizaban una tecnología que los sumerios habrían tachado, a buen seguro, como extraterrestre: la rotativa. Esta máquina de estampado en papel usaba uno —o dos— cilindros para deslizar papel a gran velocidad y poder imprimir diariamente los relatos del día.

En la primavera de 1896, el periódico Lé Velo, atendiendo a las leyendas que provenían del norte de Francia, organizó una prueba de 300 km entre París y la localidad de Roubaix, y así para empezar a competir en el mundo del ciclismo. En sus inicios, esta prueba era usada por los profesionales de la época como un entrenamiento para otras más duras, como la Burdeos-París o el mismísimo Tour de Francia.

Con el paso del tiempo y la mejoras en las infraestructuras viales, las piedras de Roubaix han quedado como piezas de museo, recodos en la memoria que provocan —a partes iguales— temor, respeto y admiración. De hecho, la París-Roubaix, hoy llamada 'El Infierno del Norte', es una de las pruebas de mayor prestigio del calendario ciclista internacional.

De los, aproximadamente, 300 km que se disputan actualmente, 50 son de pavé. Esto supone un derroche de energía inconmensurable para soportar el traqueteo de una bicicleta que, a veces, vuela a 40 kilómetros por hora. Cada piedra superada es un golpe que impacta en el manillar de la bici y que te cala los huesos.

Esto lo saben bien los supervivientes de esta edición del Tour y sus estructuras deportivas, por eso el pavor que está generando desde que se presentó el recorrido de esta edición. El mito del pavé es bien conocido por todos y saben que es un arma de doble filo.

Hasta el campeonísimo Chris Froome dio con sus huesos en el suelo del norte facilitando el camino de la victoria al versátil Nibali en 2014. En 2018, son 22 kilómetros de tortura para todos los que se postulan a ganar el Tour de Francia. Se dice que el amarillo se gana en las montañas pero lo que se escribirá será quién lo perdió en Roubaix. Como antaño.

156,5 kilómetros y hasta 15 tramos de pavè

La temida etapa del pavés, venerada y odiada casi a partes iguales en el pelotón del 105 Tour de Francia, cierra el primer tercio de la carrera antes de empezar a afrontar, en las dos próximas semanas, la alta montaña de los Alpes y los Pirineos.

El viaje llevará al pelotón desde Arras hasta Roubaix con un recorrido de 156,5 kilómetros en los que los diferentes tramos de pavés se afrontarán entre el kilómetro 47,5 el primero hasta el 148,5 el decimoquinto.

En esta etapa lo que no habrá será ningún alto puntuable para la clasificación de la montaña. En esta novena etapa el Punto Bonificado, con 3, 2 y 1 segundos, estará situado a 18 kilómetros de la llegada, en Wannehain, además de otorgar bonificaciones de 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros clasificados.

La 9ª etapa del Tour 2018 en datos:

Salida: Arras (12:35)
Llegada: Chartres (16:18)
Kms: 156,5
Promedio medio: 45 kms/h
Sprint Intermedio: Wasnes au Bac (97,5 kms)
Punto Bonificado: Wannehain (138,5 kms)