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Zona mixta

Judith Obaya, la aventura de "soñar lejos" de una atleta extrema

  • La deportista asturiana se define a sí misma como "atleta extrema"
  • Lleva desde 2010 completando retos en moto, bicicleta y en carrera
  • Su próximo objetivo es atravesar el Sahara corriendo
  • Este martes ha visitado el programa 'Zona Mixta' del Canal 24 Horas

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Judith Obaya, una atleta extrema en 'Zona Mixta'

A Judith Obaya Arenas (Villaviciosa, Asturias, 11 de abril de 1968) no hay rincón del planeta que le intimide. El enlace adjunto es de la Wikipedia, donde tiene su propia entrada, algo de lo que no todos los deportistas españoles no profesionales puedan presumir.

Su lema es "sueña lejos" y con él ha llegado a puntos de Europa, África y parte de Asia sobre dos ruedas con motor, sin motor y sobre sus propios pies. Y es que esta asturiana motera, ciclista y corredora no compite en eventos contra otros deportistas, sino contra los elementos, el clima y sus propios límites; por eso se define como "atleta extrema" y se permite soñar lejos.

"No es una competición reglada, pero compito contra todo un poco. El clima es un hándicap y compito contra mí porque tengo planteado correr 40 km diarios, pero si puedo llegar a los 50 o más, lo haré", afirma.

Obaya se convirtió el año pasado en la primera persona en atravesar el Sahara Occidental en bicicleta. "Con 2 ruedas", como fue bautizado el reto, se inició el 20 de febrero de 2017 en Assa y terminó en Lamhiriz (Marruecos).

En total, 1.768 kilómetros de piedra arena y viento en 18 etapas en bicicleta, más un coche de apoyo en el que iba su compañero en varias aventuras José Manuel Barrós, 'Pera'. Y no por nada, sino con un lema: "No más violencia hacia las mujeres".

Cualquiera se habría dado por satisfecho con terminar esa aventura, pero Judith, que ya sabe lo que es cruzar esa arena también en moto, se propone este verano completar la trilogía y cruzar el Sahara corriendo por la visibilidad del deporte femenino.

"Intentamos averiguar qué porcentaje de kilómetros y días podemos hacer sin que se resientan las piernas. El objetivo me lo había planteado en 40km diarios, pero estamos barajando 50km o más para así poder descansar algún día", cuenta a RTVE.es.

Para recorrer los 1.600 kilómetros de distancia previstos entrena estos días en Madrid, a razón de una auténtica maratón al día. "No es una maratón, pero casi. Ahora lo estamos haciendo durante 15 días, descansando cada tres. Dentro de un mes haremos otro test que serán 20 días seguidos, sin descanso, también en distancias de 40km y 50km", añade.

Pero en este primer test se ha encontrado con un elemento inesperado, la lluvia: "La temperatura en el Sahara será igual que en Madrid, pero sin lluvia. De llover, allí serían lluvias torrenciales y sería peligroso, nos obligaría a parar".

Correr por una promesa

Correr no es una afición que le surgiera por casualidad, aunque una accidente fortuito tuvo parte de culpa. En 2015 sufrió un accidente de moto durante una de sus travesías y, por fortuna, salió bien de la convalecencia. Prometió que si podía volver a subirse a una moto, subiría corriendo todos los puertos de salida de Asturias.

Y cumplió su promesa acompañada de Juan Fernández Llames, atleta invidente al que iba unida con una cuerda a modo de guía. La que no pudo completar fue la ascensión al Mulhacén (Sierra Nevada) debido a las malas condiciones climatológicas. Ahora espera todo un Sahara.

No deja a un lado su primera gran pasión, la moto. Su primer gran desafío fue completar la ruta de los 20 mares europeos, recorriendo 27.000 km durante 50 días. Aunque de menor distancia, la ruta que realizó por el Sahara (3.200 km) la completó en 10 días y sin asistencia, siendo la primera mujer en lograrlo.

"Yo siempre digo que principalmente soy piloto. La moto no la abandono ni la abandonaré, y hay proyectos muy buenos". Y su siguiente gran reto en moto es pasar del calor al frío extremo en la "Transeurasia Polar Expedition" junto a Barrós. Un total de 40.000 km, 4.000 de ellos en el Círculo Polar Ártico, atravesando 14 usos horarios distintos y soportando temperaturas de hasta 50º bajo cero.

Para concluir, envía un consejo a los moteros más jóvenes: "Se disfruta bastante más sin correr y tomando las medidas de seguridad necesarias. Desgraciadamente es algo que aprendemos a base de golpes, pero con el tiempo te das cuenta de que cuanto más tranquilo y relajado vas, más disfrutas".

Un reto tan original como arriesgado. Pero donde otros ven un peligro lejano, Judith Obaya ve un sueño. "Sueña lejos".