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Río 2016 | Vela

Diego Botín y Iago López-Marra, el futuro de la vela española

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Iago López-Marra (i) y Diego Botín (d) durante las regatas clasificatorias de Río 2016.
Iago López-Marra (i) y Diego Botín (d) durante las regatas clasificatorias de Río 2016.

"Acabas de ver volcar a los próximos campeones olímpicos de 49er". Estabamos en la boca de la bahía de Guanabara, acompañando desde una lancha motora el entrenamiento de Diego Botín y Iago López-Marra. El barco que volcó no era el suyo, sino el de los neozelandeses Peter Burling y Blair Tuke.

Y el que lanzaba la apuesta de que Nueva Zelanda se llevaría el oro es Carlos Llamas, entrenador del equipo español de 49er, que se arriesgaba a la hora de sugerir los países que los acompañaríann en el podio: "Australia y España". ¿España? A través del tono de su voz se adivinaba que era una apuesta arriesgada, más un "confiar en" que un "creer que".

"Son los tapados", decía como presentación de sus pupilos mientras estos disponen el barco para navegar. Finalmente, la medalla de bronce está virtualmente imposible. Botín y Lopez-Marra parten novenos en la Medal Race, la regata final, muy lejos del tercer puesto.

Una vez en la mar y mientras dirigía el timón de la motora, abrazados por el espectacular paisaje que estos Juegos regalan durante las retransmisiones de las regatas, insistía en la idea: "Dentro del mundo de la vela se cree más en las posibilidades de Diego y Iago que en los medios de comunicación o en el propio CSD". Que los neozelandeses entrenasen con ellos era una señal de ese respeto. Y también que la Federación Mundial de Vela los hubiera incluido en la lista de cuatro favoritos de la clase para luchar por la medalla.

Botín, un diamante en bruto

Llamas habla de Botín con pasión. "Nunca he tenido un diamante en bruto como Diego; es el futuro de la vela española y mundial", decía sin inmutarse el que fuera regatista y que lleva más de una década entrenando a regatistas españoles. La frase no suena a hipérbole, a épica manida. "Ha tenido una progresión espectacular".

Diego Botín -de la santanderina familia Botín- tiene 22 años y cuando le preguntaba por su recuerdo olímpico más especial como espectador no duda: "Viendo las regatas de 49er de Londres 2012, yo acababa de empezar en esto y las veía una y otra vez, esas regatas son posiblemente las imágenes que más veces he visto en mi vida".

Si hace cuatro años estaba empezando, hace dos, en 2014, fue cuarto en el Campeonato del Mundo (junto a Pablo Turrado) y este mes de abril se ha proclamado campeón de Europa con Iago López-Marra, antes de ganar la Delta Lloyd, que les dio el pase a Río. El pase vino con polémica, ya que recurrieron la decisión inicial de la Federación de Vela de seleccionar a los hermanos Federico y Arturo Alonso.

Diego y Iago raramente ganarán medalla este jueves. Como Llamas preveía, los neozelandeses lideran la clasificación insultantemente. Este jueves Botín y López-Marra tendrán que demostrar si se han adelantado a sus propios tiempos y luchan por estar cerca del podio. Pase lo que pase, emprenderán el ciclo olímpico de Tokyo con un bagaje que hace un año nadie esperaba.