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Baloncesto | Euroliga

El Madrid se da un baño de autoestima con una victoria de prestigio

  • El Real Madrid venció por 84-72
  • Llul fue el máximo anotador blanco con 18 puntos
  • Los griegos no se dieron por vencidos y lucharon hasta el final

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Real Madrid 84-72 Olympiacos

El Real Madrid se dio un baño de autoestima al conseguir una victoria de prestigio por 84-72, en la repetición de la final de la temporada pasada, a un Olympiacos que vendió cara su suerte.

La sensación de partido grande, importante, trascendental se dejó sentir desde antes del inicio. Mismos protagonistas y mismo escenario de la novena Copa de Europa madridista, apenas hace ocho meses.

De ahí que no extrañaran las precauciones defensivas de ambos equipos,  sobre todo de los madrileños que antes de empezar la jornada eran el peor equipo en este aspecto, mientras que los griegos eran la mejor defensa de la Euroliga hasta hoy.

El marcador apenas corrió, pero casi siempre con los locales por delante, 8-3 (min.4), que hacían especial hincapié en Vassilis Spanoulis, gran líder espiritual y material del Olympiacos, al que marcaron haciendo cambio en cuantos bloqueos le pusieran sus compañeros sin importar la diferencia de altura o posición.

Al final del primer cuarto, sin embargo, 17-19 para los griegos.

En el segundo, el Madrid prefirió explotar sus puntos fuertes, ya que es el equipo con la segunda mejor anotación de la competición, mientras que el rival era el penúltimo en esta faceta.

Y, claro, para explorar estos territorios, nada mejor que contar con Jaycee Carroll, que anotó el primer triple, de los tres que consiguió en el periodo, a los pocos segundos de reanudarse el juego.

No es que el Madrid abandonase la defensa, al contrario, sino que puso la tilde en el ataque, en la elaboración de la jugada. El marcador volvió a tener pequeñas oscilaciones, 25-22 (min.13.40), hasta que el Olympiacos dio un pequeño tirón con 29-33 (min.16.40), cuatro puntos que entre estos dos equipos y a estas alturas ya parecían importantes.

Tiempo muerto de Laso y reacción madridista con un 7-0 en menos de un minuto, con triple de Carroll, por supuesto.

Aún así y pese a pequeños fogonazos de clase, el partido dejó poco margen para el lucimiento de nadie, con defensas pegajosas, corajudas e incómodas para todos. Al descanso, el Madrid se fue con un 41-35 que supo a gloria.

El Olympiacos vende cara su derrota

La réplica del Olympiacos no se hizo esperar con claros dos contra uno a Sergio Rodríguez, en cuanto se reanudó el juego, con el fin de secar la creatividad del campeón. Pero pese a ello, el Madrid dio otro pequeño tirón, 48-40 (min.24), en el luminoso.

Que se amplió a 56-40 (min.26.20) como consecuencia de dos triples consecutivos del 'Chacho' Rodríguez y uno de Sergio Llull, que quiso sumarse a la fiesta de un parcial de 13-0 en poco más de cuatro minutos.

Fueron los mejores minutos de un Real Madrid casi equiparable con el campeón de todo de la pasada temporada y que alcanzó una máxima renta de 18 puntos, 61-43 (min.27.50) para finalizar el tercer cuarto con 63-48.

Con 15 puntos de ventaja y diez minutos por delante, el Real Madrid todavía escocido por lo que le pasó ante el Barcelona, hace una semana, en parecida situación, no dejó de apretar las tuercas en defensa, ni rebajó la dureza física de cada acción.

El equipo de El Pireo con un 0-4 de salida en el cuarto de la verdad, mostró sus intenciones de luchar hasta el final y vender muy cara la derrota. Pero el Madrid no bajó el pistón y un triple de Llull desde nueve metros a tablero y al final de una posesión (71-55, min. 35) prácticamente sentenció la victoria.

Otro triple de Llull, marcó un nuevo máximo en ventajas con 74-55 (min.36.30), aunque el Olympiacos siguió bregando hasta el final, 84-72, y con él un Real Madrid que consigue una victoria muy importante y de prestigio.