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Copa Confederaciones | España - Uruguay

España vuelve a los orígenes sin perder su personalidad

  • La selección nacional juega sin doble pivote para recuperar el mediocentro único
  • Busquets, referencia de un equipo con Soldado como delantero centro nato
  • La España de Del Bosque ofrece un nuevo recital de toque y posesión

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España vuelve a presumir de 'tiqui-taca'

España ofreció una de sus más bellas caras ante Uruguay en el debut de la Copa Confederaciones. Del Bosque amoldó el equipo a las circunstancias y demostró que se puede ser fiel a una filosofía de juego sin aferrarse a un esquema rígido, en el que Busquets y Soldado fueron protagonistas.

En la obligada ausencia de Xabi Alonso, Del Bosque hizo de la necesidad virtud y no insistió en la táctica del doble pivote. Sergio Busquets fue el mediocentro único de España, con Pedro, Iniesta, Xavi y y Cesc por delante de él. Así, la selección recuperó un poco los orígenes del equipo que cambió la historia del fútbol patrio a partir de 2008.

El salmantino recuperó también a Casdillas como portero titular y se decantó por un delantero centro nato, por lo que España regresó al esquema del 1-4-1-4-1 que tanto éxito dio al combinado de Aragonés en la Eurocopa de 2008, con el cambio de Marcos Senna por Busquets, convertido en la referencia de la selección, y de Torres por Soldado.

Libertad y dinamismo

El movimiento provocó que España, sin perder un ápice de personalidad, más bien lo ganase para obtener un centro del campo mucho más dinámico. El cuarteto que hubo por delante de Busquets dio un recital de movilidad, conjunción e intercambio de posiciones. Lo de Iniesta fue un espectáculo.

Libertad de movimientos y ensanche del campo, que aportó muchas más soluciones ofensivas. España no perdió, a pesar de ello, su fútbol de toque y posesión larga, que práctico una vez más con éxito, incluso ampliado con la modificación. No es extraño que 'La Roja' arrancara ovaciones de la 'torcida' brasileña.

En este esquema destacó el papel de Cesc Fábregas, que está vez no actuó de 'falso nueve', sino que recuperó también algo de su esencia, de cuando jugaba en el Arsenal. Movilidad en la zona, enganche entre Busquets y asistencias a Soldado, como la que valió el segundo tanto de España, fueron virtudes que exhibió Fábregas.

El primero lo anotó un Pedro en estado de gracia y efectividad con la selección. El canario marcó su gol número 13 en 28 partidos internacionales, 11 de ellos en esta temporada. El segundo, como ha quedado dicho, lo materializó Roberto Soldado, empeñado en que Del Bosque abandone el uso del 'falso nueve', en favor del empleo del delantero centro nato.

Mejor con delantero puro

Ya lo había anunciado el jugador en sus declaraciones previas: "Es la opinión del seleccionador, pero lo que tengo en mis manos es intentar cambiarla. Voy a hacer todo lo posible para que todo eso cambie", afirmó. Al menos, él cumplió.

Soldado marcó su décimo gol en 10 partidos con la selección, el segundo en partido no amistoso. Tuvo un par de ocasiones más y pugna por quitarse la espina de su ausencia en la pasada Eurocopa.

Roberto sabe, no obstante, de la dificultad de la empresa: "Aquí no te puedes acomodar ni un segundo", dijó el jugador al acabar el choque contra Uruguay, y añadió, realista: "No sé si volveré a ser titular, es una decisión del míster", indicó.

El jugador expresó también una idea imprescindible: "Era importante que la filosofía del equipo no se perdiese". España debutó con buen pie, algo que no pasó en las Eurocopas de 2008 y 2012 ni en el Mundial 2010. Solo queda esperar que la estadística se rompa y 'la generación de oro' del fútbol español gane el único título que le falta.