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Mundiales de Atletismo

Kenia consigue un triplete sin precedentes

  • Kiplagat, Jeptoo y Cherop consiguen las tres primeras medallas en juego
  • Ha sido en 10.000 metros femeninos y en la maratón

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La atleta keniana Vivian Cheruiyot celebra su victoria en la final femenina de 10.000 metros
La atleta keniana Vivian Cheruiyot celebra su victoria en la final femenina de 10.000 metros

Kenia ha hecho historia consiguiendo un triplete en la final femenina de 10.000 metros horas después de haber hecho lo mismo en la maratón, barriendo, por tanto, con todas las medallas que estaban en juego el primer día de los Mundiales.

Vivian Cheruiyot ha alargado su condición de invicta esta temporada con un ataque a 500 metros del final que la condujo a la victoria en 30:48.98, la mejor marca de su vida, y a continuación cruzaron la meta sus compatriotas Sally Kipyego (30:50.04) y la anterior campeona, Linet Masai (30:53.59).

Además la cuarta corredora en pasar por la linea de meta, Priscah Cherono, también es keniana, lo que subraya, aún más, la superioridad de este país.

Tras el primer triplete de Kenia en la maratón femenina, Etíopía buscaba reivendicarse en la prueba de 10.000, pero se encontraron el obstáculo de enfrentarse a la campeona de 5.000, Vivian Cheruiyot, que buscaba el doblete en fondo de pista.

Cheruiyot no había perdido una sola carrera esta temporada y ya había corrido seis en diversas distancias, incluida la que le dio el título nacional keniano de 10.000.

Pero quien dio la cara desde la salida fue la estadounidense Shalane Flanagan,  que recorrió el primer mil en 3:13:42 y llevó al grupo en fila de a una. Su compatriota Jennifer Rhines la secundaba, y Linet Masai, se dejaba llevar al fondo del grupo, hasta que tomó la cabeza a 6 km. del final para aligerarlo.

Cuando llevaban un cuarto de la carrera, había ya tres kenianas al frente. Sally Kipyego tomó el relevo en el quinto kilómetro con tres compatriotas y ya solo dos etíopes a su estela. El sueño de un nuevo triplete comenzaba a adquirir visos de realidad.

Las piernas larguísimas de Masai volvieron a marcar la pauta a ocho vueltas. La campeona, contemplándose en el videomarcador, daba la impresión de ir sobrada de fuerzas. Arriba quedaba ya una sola etíope,  Meselech Melkamu, subcampeona dos años antes, que no acababa de entregarse.

Quedaban dos kilómetros y la suerte de la carrera, con cuatro kenianas y Melkamu destacadas, todavía no estaba echada, pero a 500 metros del final cambió a fondo Vivian Cheruiyot y sentenció la contienda.