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La UCI llama la atención a España por el dopaje

  • McQuaid: "España debe reconocer que tiene un problema con el dopaje"
  • "Los directores de equipo no están tomando la responsabilidad  suficiente"

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La UCI quiere cerrar el caso Contador "cuanto antes"

El presidente de la Unión Ciclista Internacional, Pat McQuaid, ha asegurado este sábado que "España debe reconocer que tiene un problema con el dopaje y su Gobierno debe hacer más para su  erradicación" después de darse a conocer las suspensiones por dopaje de Alberto Contador en el Tour de Francia, de Ezequiel Mosquera y David García en la Vuelta a España y el de Marga Fullana en los pasados Mundiales de 'cross country' de Canadá.

Es difícil que sea una casualidad el hecho de que se hayan desvelado estos cuatro casos de dopaje en apenas cuarenta y ocho horas. De nuevo, el fantasma del dopaje reaparece acentuado en el ciclismo y con una poco honorable denominación de origen española, que ha vivido las supensiones recientes de otros ciclistas como Alejandro ValverdeÓscar Sevilla -además reincidente- o Eladio Jiménez, a quien se le acaba de confirmar una sanción de dos años y 8.400 de multa.

Tanto la UCI como los medios de comunicación internacionales no dudan en señalar al deporte español como sospechoso habitual, sobre todo desde la irrupción de la Operación Puerto, uno de los mayores casos de dopaje deportivo de los últimos años. Pero ahora también el máximo organismo ciclista apunta a la responsabilidad del gobierno español.

"El Gobierno de España debe, en primer lugar, reconocer que hay un  problema con el dopaje. El cincuenta por ciento de nuestros casos de dopaje llegan procedentes de España y la voluntad de su Gobierno no parece ser la de erradicarlo", manifestó McQuaid. 

El presidente de la UCI aseguró, sin embargo, que espera que en nuestro país "se tome nota para saber lo que hay que hacer". "El ciclismo es un deporte importante en España y merece el apoyo del Gobierno para tratar de asegurar su completa limpieza de aquí en adelante", espetó. 

Este conjunto de suspensiones por dopaje, que ha sacudido con  fuerza a los Mundiales de Ciclismo que se disputan esta semana en la ciudad australiana de Melbourne, ha perjudicado muy seriamente la lucha que el ciclismo está librando por deshacerse de la mala imagen del dopaje. 

Culpa también para los directores de equipo

McQuaid, que reconoció el problema que supone el dopaje para el  deporte en general, quiso defender los esfuerzos que la UCI hace por acabar con el dopaje y expresó que "los directores de equipo tal vez no están tomando la responsabilidad suficiente". 

"Los directores de equipo tienden a dejar la responsabilidad en el ciclista diciendo que no se les puede controlar las 24 horas del día. Esto no lo aceptamos plenamente. Creo que es necesario que controlen a sus ciclistas porque necesitan saber que ellos están cumpliendo las normas. Y si cosas como transfusiones de sangre o lo que sea están ocurriendo en los equipos, el director es el último responsable de ello", sentenció.