Enlaces accesibilidad

Vancouver 2010 arranca homenajeando a las comunidades aborígenes y al atleta fallecido

  • Todo el estadio guardó un minuto de silencio por el atleta georgiano muerto
  • Fueron cinco canadienses los encargados de encender el pebetero
  • Toda la información de los Juegos de Vancouver 2010, en nuestro especial

Por
Vancouver '10 da el pistoletazo de salida

Cientos de actores, cantantes, bailarines, músicos y voluntarios han formado parte de un espectáculo de luz y color en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, un evento concebido como un homenaje a las culturas aborígenes canadienses pero que tuvo un cierto sabor amargo por la trágica muerte del piloto de luge georgiano Nodar Kumaritashvili este viernes en un accidente mientras entrenaba. 

"Declaro abiertos los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010", afirmó la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean. Justo después entraba en el estadio la bandera olímpica, y tras ser izada, las 60.000 personas presentes en el estadio guardaron un sobrecogedor minuto de silencio en honor del piloto georgiano. Minutos después era el momento de desvelar el secreto mejor guardado de los Juegos: el nombre del último relevista de la antorcha y encargado de encender el pebetero Olímpico: a falta de uno, cinco atletas canadienses tuvieron ese honor.

El maratoniano paralímpico Rick Hansen, La esquiadora Nancy Greene, el jugador de baloncesto de la NBA Steve Nash, la patinadora de velocidad Catriona LeMay Doan y la leyenda dle hockey canadiense, Wayne Gretzky. Entre los cinco encendieron el pebetero -que no funcionó del todo bien durante la ceremonia y una de las cuatro patas se quedó un tanto atascada- y cuya llama después se trasladó también al pebetero exterior del estadio, situado en la bahía de Vancouver. 

Más de 2.000 voluntarios acogieron en el BC Plaza Stadium a los atletas de las 80 delegaciones presentes en los Juegos, y que fueron desfilando bajo el aplauso de los 60.000 espectadores congregados allí. Pero sin duda, la mayor ovación de la noche fue para la delegación Georgiana, que desfiló con pañuelos negros y aguantando el dolor como podía en honor a su compañero muerto esta misma mañana. A su paso, recibieron no sólo la ovación de espectadores del estadio puestos en pie, sino también el aplauso cálido de Roggue y todas las autoridades del palco.

"Con su espíritu en vuestros corazones"

"Estamos profundamente tristes y conmocionados por la trágica pérdida de Nodar Kumaritashvili", aseguraba al empezar su discurso un visiblemente emocionado Rogge, de riguroso luto y con la mirada ojerosa. A su lado, el presidente del Comité  Organizador de Vancouver, John Furlong, también tuvo palabras de recuerdo para el atleta georgiano. "Tengo que pedir a todos los atletas, a la familia olímpica, que lleven adelante el sueño olímpico de Nodar y compitan en estos Juegos con su espíritu en vuestros corazones".

La ceremonia arrancó con una original cuenta atrás formada por un mosaico humano en las gradas del estadio, para dar paso a un snowboarder que irrumpió volando en el estadio... pero no sobre una pista de nieve sino artificial, puesto que la de Vancouver ha sido la primera vez que la ceremonia de inauguración se realiza bajo techo, en un estadio cubierto. Luego, un homenaje a los cuatro pueblos aborígenes que habitaron el actual territorio nacional: Lil'wat, Musquean, Squamish y Tsleil-Waututh.

Tras lamuestra de diferentes bailes y muestras de cultura nativa canadiense, el desfile de los atletas, abierto por Grecia como manda la tradición olímpica y cerrado por Canadá como país anfitrión. Algunos deportistas de distintos países lucieron en sus brazos, como los georgianos, brazaletes negros en señal de duelo.

Queralt, la abanderada española

La delegación española estuvo encabezada por la snowboarder Queralt Castellet, la principal apuesta de medalla de los deportistas españoles, y la siguieron esquiadores como Ferrán Torres o Paul de la Cuesta -que prfirieron darse la paliza de tres horas de viaje de Whistler a Vancouver antes que quedarse sin deslife-, los patinadores Sonia Lafuente y Javier Fernández, el piloto de skeleton Ander Mirambell, y algunos otros deportistas que estos días competirán en Vancouver.

Al desfile de los atletas le siguieron varias actuaciones musicales y espectáculos de luz y sonido que hicieron un repaso al patrimonio natural canadiense que finalizó con los discursos de apertura de los Juegos y el encendido-accidentado- del pebetero. 

La bandera olímpica entró en el estadio portada por seis ilustres canadienses: el actor Donald Sutherland; el ex jugador de hockey Bobby Orr; la cantante Anne Murray; el piloto de Fórmula 1 Jacques Villeneuve; la 'madre coraje' Betty Fox; la campeona olímpica de patinaje artístico Barbara Ann Scott-King, el observador de la ONU Romeo Dallaire, y la astronauta Julie Payette.

Tras guardarse un minuto de silencio en memoria de Nodar Kumaritashvili, los encargados de hacer el Juramento Olímpico fueron: la jugadora de hockey Hayley Wickenheiser, por parte de los deportistas, y Michel Verrault (patinaje de velocidad), por la de los jueces y árbitros.

La antorcha llegó al estadio de la mano de Rick Hansen, multimedallista paralímpico que iba encender uno de los cinco ramales del pebetero, pero que como éste no funcionó se quedó sin su minuto de gloria.