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Armstrong, clavícula rota y un mes de baja

  • El estadounidense se fractura la clavícula en la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León
  • Hacía cinco años que no competía en España y sólo ha podido correr 150 kilómetros

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Armstrong se cae y abandona en Castilla y León

El duelo entre Alberto Contador y Lance Armstrong, compañeros en el equipo kazajo Astana que coincidían por primera vez en una carrera oficial en la Vuelta a Castilla y León, ha durado apenas 150 kilómetros. El heptacampeón del Tour de Francia ha sufrido una caída en el transcurso de la primera etapa, entre las localidades palentinas de Paredes de Nava y Baltanás, y ha tenido que abandonar la carrera con una fractura en la clavícula que le tendrá de baja alrededor de un mes y dificulta su preparación para el Giro de Italia.

A veinte kilómetros de la meta, un dolorido Armstrong tuvo que ser retirado en ambulancia y trasladado al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde las pruebas radiológicas han confirmado una fractura en el el tercio medio de la clavícula, según ha confirmado la organización de la Vuelta.

El ciclista estadounidense marchaba en los primeros puestos del pelotón, marcando el ritmo perseguidor de los escapados, cuando se vino al suelo en una montonera de corredores y sufrió un golpe en el hombro. Se quedó sentado en el suelo durante unos minutos, quejándose de la muñeca derecha y, sobre todo, de la clavícula, lo que pronosticaba la lesión. 

La noticia supone un gran varapalo para el ciclista estadounidense, que no corría en España desde hace cinco años. Armstrong ha planteado esta temporada de su regreso al ciclismo profesional, tres años y medio después de retirarse, para preparar su participación en la prueba que le dio la gloria, el Tour de Francia, ocasión que pretende aprovechar para promocionar la lucha contra el cáncer. 

Hasta ahora había disputado el Tour Down Under en Australia, el Tour de California, la clásica Milán-San Remo y estaba prevista su presencia en el Giro de Italia, el próximo mes de mayo, que disputaría por primera vez en su vida.

Armstrong y Contador llegaban a la Vuelta a Castilla y León como la principal atracción de una vuelta con un recorrido atractivo, con cinco etapas de media montaña y una contrarreloj de 28 kilómetros que constituye un excelente campo de pruebas para medir las fuerzas de ambos corredores, y de otros como el también estadounidense de Astana Levi Leipheimer o el español Carlos Sastre, del equipo canadiense Cervelo, ganador del último Tour.

Joaquín Sobrino, ganador y primer líder

Marcada por este incidente, la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León, la más larga de las cinco que la componen, la ganó al esprint Joaquín Sobrino Martínez, del equipo Burgos Monumental, tras 4:31.52. 

En la jornada inaugural de la carrera hubo ganas de pelea desde el primer kilómetro, dado que el leve viento de costado ayudaba a que las primeras diferencias se abriesen. Nada más salir, Raúl Santamarta, del Burgos Monumental, Francisco Mancebo, del Rock Racing, José Antonio López, del Andalucía Cajasur, y Mikel Ilundai, del Orbea, saltaron como flechas para establecer una ostensible diferencia de once minutos y medio en el kilómetro 25 de carrera.

Pero los equipos estaban interesados en que la escapada muriese antes de la meta o que, al menos, la fuga comandada por un clásico como Francisco Mancebo, quien ya se adjudicó la carrera autonómica en dos ocasiones, no estableciese un hueco en la general difícilmente salvable en etapas sucesivas.

Cuando restaban unos veinte kilómetros, el equipo Caisse D'Epargne, con José Joaquín Rojas y Alejandro Valverde, aceleró el paso, pero el Astana no estaba dispuesto a echar por la borda el trabajo realizado, por lo que secundó la iniciativa y también aumentó la cadencia de la pedalada en su ímpetu por cazar a una fuga fragmentada.

Mancebo y López Gil fueron los que se mantuvieron al frente, pero a falta de seis kilómetros los dos corredores más combativos del día fueron absorbidos por el pelotón. El esprint se empezaba a forjar y en la última curva antes de la meta el asturiano Joaquín Sobrino fue el que mejor se colocó y el que más fe tuvo en lograr la victoria.

El martes se disputará la que puede ser la etapa más decisiva de la carrera, una contrarreloj individual de 28 kilómetros con salida y meta en Palencia.