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  • Conrada Muñoz Herrera
    Ama de casa 11 agosto 1989 Montillana Granada (España)

    Conrada Muñoz Herrera, de 55 años, fue la primera persona que ETA asesinó en Granada. Estaba de vacaciones en su casa del pueblo, en la localidad granadina de Montillana, cuando recibió un paquete a nombre de su hijo, Dionisio Bolívar Muñoz, el 11 de agosto de 1989. Al abrirlo, el libro-bomba explotó causándole heridas de extrema gravedad. Fue trasladada a un hospital de Granada, donde ingresó cadáver. La explosión también hirió a otro de sus hijos y a una sobrina.

    El explosivo fue enviado al domicilio habitual de su hijo Dionisio, en la ciudad de Granada, pero desde allí alguien lo reenvió a Montillana, donde se encontraba Conrada. Dionisio había registrado anteriormente esa dirección cuando trabajaba en una cárcel de Murcia. En el momento del atentado, trabajaba como funcionario de prisiones en el centro penitenciario del Salto del Negro en Las Palmas de Gran Canaria.

    El día anterior, el funcionario de prisiones Juan Antonio Piñero también había recibido un paquete bajo el mismo procedimiento. Sin embargo, al sospechar de su contenido, lo pasó por un detector de objetos, descubriendo en su interior la bomba que la Policía desactivó con éxito.

    José María Arregui Erostarbe, considerado jefe del aparato logístico de ETA fabricó dos bombas que simulaban ser libros. Por su lado, Francisco Múgica Garmendia se las entregó a los etarras del comando Itinerante de Henri Parot y Jacques Esnal para que las remitieran a los funcionarios Dionisio Bolívar y Juan Antonio Piñero. Parot, Garmendia y Arregui Erostarbe fueron condenados a penas de prisión y obligados a indemnizar a los herederos de Conrada y a dos heridos. El etarra Esnal cumpliría condena perpetua desde 1997 en Francia.