¿Te ves capaz de improvisar
una comida no prevista
con lo que tienes en la nevera
o en la despensa?
Es lo que van a hacer hoy
Javier y Sergio,
obligados a improvisar
un menú para cuatro
a contrarreloj en tan sólo un hora.
Sergio va a elaborar
una ensalada crujiente
con pollo especiado
y un acabado muy especial.
Y Javier aprovecha sus compras
en el mercado para hacernos
un rape con una técnica
propia de las carnes.
Hoy los hermanos Torres
nos van a enseñar
a salir triunfadores
en situaciones inesperadas.
¿Quieres compartir nuestra mesa?
(Sintonía)
Hola, Beatriz.
Perfecto, con David.
Venga, los dos.
Hecho, no os preocupéis,
algo hacemos.
Ahora miro a ver qué tengo.
De acuerdo, hasta ahora.
Muy buenas, hola a todos.
Bienvenidos
a "Torres en la cocina".
Estamos aquí a tope un día más.
Me acaban de llamar familiares
que vienen a comer
y vamos a ver qué tenemos
porque no estamos seguros
de tener gran cosa en la nevera.
Bueno, algo hay.
Ya tenemos pollo.
Voy a llamar a Javi,
a ver qué nos trae.
A ver si puede traer algo.
Hey, Javier.
Hey, Sergio, ¿qué hay?
No, que vienen David y Beatriz
a comer,
que a ver si tienes alguna cosa
para poder...
Tranquilo, porque
con lo que tú tienes
y con lo que yo he comprado,
verduras y un rape,
hacemos una comida de lujo.
Voy para allá.
Vale, pues aquí te espero.
Venga, hasta ahora.
Hasta ahora.
¿Qué pasa, Sergio?
Hey, ¿qué tal?
Ya estoy aquí.
No, que venía Beatriz y David
y no tenemos aquí para...
Que sólo tenía el pollo.
¿Te acuerdas el pollo
aquel de corral?
Tranquilo, que he comprado
un rape que tiene una pinta
espectacular.
Pues menos mal, porque digo
"aquí hoy no comemos."
Bueno, siempre hay cosas
que hacer, ¿no?
Siempre hay cosas para sacar
y en la nevera
siempre hay alternativa.
¿Qué has comprado, rape y qué más?
Mira, rape,
pasta filo...
Ah, perfecto.
Esto para la ensalada perfecto.
Y verduras de todo tipo.
Lechuga, que necesitaremos.
Mira qué escarola más chula.
Yo tengo en la nevera también.
Para cocinarlo rápido
puesto que no tenemos
mucho tiempo antes
de que vengan a comer
lo que voy a hacer es primero
quitarle la parte más grasa.
Porque estos son unos pollos
que tienen...
Bueno, pues no tienen
mucha grasa, pero algo tienen.
Entonces lo que vamos a hacer,
fijaos, es romper la fibra.
Romper la fibra y cortar.
Como veis yo hago...
Sin miedo, eh.
Sin llegar a la piel,
porque la piel la vamos a dejar
y la piel de este pollo
es muy buena.
Y nos va a proteger.
Exactamente.
Hidrata la carne y luego
nos queda crujiente la piel
y nos va a ayudar también
para la ensalada.
Bueno, fijaos, yo lo marco bien.
Es una ensalada especial.
Venga, perfecto.
Y vamos a hacer aquí...
Javier, toma. Ajo.
Yo tenía pensado el ajo, ¿veis?
Yo, por ejemplo, aquí
que tengo un hueco,
pues ya relleno.
Esto es para macerar, ¿no?
Sí, lo que vamos a hacer es
ajo machacado en el mortero,
con un poco de guindilla,
pimentón dulce de La Vera
y un poquito de orégano,
aceite y limón.
Y luego esto lo voy a pintar bien
sólo por esta parte de aquí,
por esta no porque va a la sartén.
Esto irá boca abajo en la sartén.
Y va a quedar una piel crujiente...
Espectacular.
Bueno, superbién.
Fácil de hacer en casa,
porque lo tenéis fácil.
Y luego con esto vamos a hacer
una superensalada
de pollo...
Bueno, más que nada que es
versátil y muy rápido.
Rápido de hacer.
Que pongo, una guindilla, ¿no?
Exactamente. Yo salpimento.
Ponemos un poco de sal y pimienta.
Pongo el orégano.
Vale, pimienta.
Luego ya el que quiera
otras hierbas
pues también se le puede poner.
Nosotros en ese caso
es lo que nos va, eh.
Media cucharada de pimentón, ¿no?
Más o menos, un cuarto voy a poner.
Un poco de aceite de oliva.
No mucho porque la piel
ya tiene grasa,
nos va sacar toda la grasa
del pollo y nos va a ayudar
a que quede bien crujiente,
bien dorada. Queda muy buena.
Va a quedar muy bien.
Vale, ¿qué más ponemos aquí?
Venga, un poco de limón.
Zumo de limón,
que esto nos va a marinar un poco.
Perfecto.
Y aceite, que tengo aquí.
Yo...
Perfecto.
Sí, no hacerlo muy espeso.
Ay, no hacerlo muy líquido.
Y luego ya ahora con la ayuda
de una cuchara que tengo aquí
lo que vamos a hacer es...
Vale.
Perfecto, ya está.
Fijaos qué simple y qué bueno.
Entonces, en pollo es bueno,
esto es buenísimo
porque le va a dar un toque
diferente y especial.
Y entonces hacemos exprés.
Esto ni hace falta dejarlo
mucho tiempo ni nada.
O sea, lo hacemos ahora.
Le da el toque, eh.
Es el toque...
uno de los toques.
Venga, perfecto,
yo lo voy a poner a cocinar.
Os voy a enseñar cómo cocinarlo
y Javier ya con la pasta filo.
Vale, ahora vamos.
Yo simplemente voy a deshacer
un poco la mantequilla
para que se vaya fundiendo.
Veis, la mantequilla a fundir.
Bueno, ya veis que incluso
si queréis alguna hierba
también le va.
Es que le voy a poner.
Le voy a poner porque veo aquí
un poco de tomillo.
Es tomillo silvestre.
Un pelín, eh.
Que esto sí que le va.
Y ahora hacemos como una manta,
lo estiramos.
Exactamente.
Y luego pondremos un peso encima
para que quede bien plana
y bien crujiente por la piel.
Y la cocción prácticamente
se hace por la piel.
Exactamente.
Para que quede más jugoso.
Mirad, yo tengo una sartén aquí
con un poquito, una punta,
un poquito de aceite de oliva.
Fijaros, tal cual...
cogemos esta manta de pollo.
Bueno, este muslo de pollo,
este hermoso muslo de pollo.
Lo ponemos por la parte de la piel.
Ponemos un papel sulfurizado,
que siempre en casa
no cuesta nada tener.
Y un peso encima.
Yo en este caso tengo una tapa.
Pero si no cada uno
lo que tenga, ¿eh?
Voy a bajar un poco el fuego.
Tiene que ser fuego medio
para que no se nos queme la piel
pero para que se cocine el pollo,
que vaya dorando poco a poco,
que vaya tostando la piel
y ya veréis cómo va a quedar.
Y lo dejamos.
Vale, vamos con la pasta filo.
Ya veis qué fácil, eh.
Esto lo dejamos haciendo
y nos ponemos con lo otro.
Vale, ponemos una capa.
Y pintamos con mantequilla.
Hombre, había unos pastelitos
también,
pensando en los baklavas, ¿no?
Que también es un tipo
de pastelito que hacen
muy interesante.
Mira.
También, sí, sí.
Eso es de Turquía.
Vale, mira, yo tengo aquí
algunas hojas que teníamos...
Mira, tengo un poco de escarola,
tengo unas hojas de mostaza...
Vale, vamos a utilizar todo
lo que tengamos a nuestro alcance.
La lechuga que has traído tú
que la voy a poner
en remojo también.
Veis, pintamos la mitad.
Y doblamos.
Y juntamos con la otra.
Que nos quede...
Así nos va a quedar
un poquito más...
Que nos quede bien plana.
Y nos va a quedar mucho más
crujiente y más resistente.
Pintamos un poquito por encima
otra vez.
No mucho, eh, sólo un poquito.
Luego ya se esparce.
Y, evidentemente, como siempre,
un poquito de sal y pimienta.
Vale, y ahora cortamos.
Tenemos dos moldes.
Podría ser con el cuchillo
cuadrada.
Eso como ya cada uno nos guste más.
Yo tengo este aro,
pues lo voy a cortar.
Bueno, yo voy metiendo
alguna hoja de lechuga en agua, eh.
Que la lechuga que te han dado
viene con un gusano dentro.
Aquí tengo una.
¿Eh?
Sí, esta viene picada.
Bueno, vamos a "triar" aquí,
seleccionar.
Vale. Bueno, lo hacemos en aros.
Pero podría ser
de cualquier otra manera.
Yo pongo dos y voy a hacer una más.
Bueno, yo voy a poner también
la filo en el horno.
Porque ahora tiene
que empezar a dorar.
Que quede bien bien crujiente.
Ahí está, perfecto.
Está el horno caliente,
precalentado ya.
Y después lo dejaremos
para el segundo plato también.
180 grados lo hemos puesto.
Y eso con 7-8 minutos máximo
ya lo tenemos.
O sea, que es muy rápido.
Lo que sí, ¿no le pones peso o qué?
¿Algo encima para que quede
más plano?
Puede ser, pero tampoco
es necesario.
Si nos queda un poco ondulado.
Bueno, vale.
Yo creo que le va a dar más magia.
Está bien, está bien.
Podríamos ir con la vinagreta.
Perfecto.
¿O esperamos que se haga
esos 7 u 8 minutos?
Porque va a tardar lo mismo.
También el pollo
es lo que le queda, eh.
Porque fijaos, eh.
Ya el olor es buenísimo.
No, hombre, eso está...
Está cogiendo...
Voy a enseñar un poco.
La piel está dorando.
Le falta un poco todavía.
Cuando esté crujiente la piel
estará cocido el pollo.
Se está cocinando,
pero por la parte de la piel,
que es lo interesante
porque no reseca la carne.
Y ya está, esperamos un poquito
y terminamos.
Bien, ya tenemos la filo.
Fijaos qué maravilla.
Bueno y rápido, eh.
Nada, en nada está.
Perfecto, vamos a ver
cómo está el pollo.
Vale, quitamos la tapa.
Quitamos el papel.
Que ahora ya está.
Y ahora lo que vamos a hacer
es darle la vuelta.
Buah, vaya ensalada.
Nada, marcarlo por aquí
ligeramente.
Ahora, fijaos la piel.
¡Epa!
Exactamente.
Ya lo tenemos.
Supercrujiente.
Supercrujiente.
Y ya es un toque, voy a...
Nada, le doy muy poco.
Voy a sacar las lechugas.
Está crujiente, está impecable.
Falta la vinagreta, eh.
Vale, sí.
Espera, que voy a cortar
un poco de cebolla.
Vamos a ponerle cebolla tierna
que tengo aquí,
así en juliana.
Bueno, ya veréis qué ensalada
más versátil.
Y con los que tenemos, ¡vaya!
Bueno, lo que ha traído Javier
y lo que teníamos en casa
lo vamos a hacer.
Y además sorprendente.
No se trata sólo
de que venga la gente
y de que coma,
sino de darle un toque, ¿no?
En nuestro caso ese toque
Torres que no puede faltar.
Venga, un poco de cebolla tierna.
Vale, voy a sacar ya el pollo.
Venga, el pollo ya lo tenemos
cocido. Lo que hago es sacarlo.
Perfecto.
Bueno, ¡mirad qué espectáculo!
¡Brutal, eh!
Y con el toque del marinado
queda impecable.
Mirad, eh.
Es crujiente crujiente.
Sí, sí.
Tengo un poquito de tomate seco
que también le va a dar acidez.
Y, cómo no, tiene que llevar
un poquitín.
Esto va a servir incluso
para la vinagreta.
Lo vamos a cortar
con la piel hacia abajo
para no quitar el crujiente.
Y esto fijaos aquí qué jugo tiene.
Vale, pico tomate seco, eh.
Prepara la vinagreta.
Bien pequeñito, que sabéis
que el tomate seco
tiene una buena concentración
de azúcares y de acidez.
Y es un tomate
que lo podemos hacer,
lo podéis ver en la web.
Lo podemos poner como este
y os guanta muchísimo tiempo.
Y tenerlo a mano siempre
va superbién.
Bueno, la cocción del pollo
queda impecable.
La piel bien crujiente,
el pollo bien jugoso,
que es el toque,
es lo bueno. Bueno, si se puede
ver aquí ahora os lo enseño.
Y ahora os lo enseño
porque tiene una pinta
espectacular, eh.
Fijaros cómo queda.
Yo hago la vinagreta.
Piel crujiente, bien jugoso
y luego bien marinado.
Pero al momento.
O sea, que no tiene...
Vinagreta.
Tomate seco,
unas gotas de vinagre.
No mucho, no abusemos.
Aceite de oliva.
Además, es una vinagreta
que nos puede aguantar mucho.
Pimienta.
Un poquito de sal...
no mucho, un poquito.
Si alguien quiere soja,
que ponga soja.
Yo lo voy a hacer muy natural.
Voy a poner un poquito más
de aceite.
Voy a poner una base
en el plato abajo.
¡Ah!
Está caliente, eh.
Voy a poner una base.
Sin miedo, Sergio.
Ya, pero es que quema, eh.
Vamos a poner una base.
Vaya lujazo, ¿no?
No, no, brutal, eh.
Vamos a poner una base aquí.
Y le voy a poner uno más.
Esto va a ser la base.
Ahí está.
Vale.
El fondo es la base, ¿no?
El fondo es la base,
la base es el fondo.
Yo voy a poner un poquito
de vinagreta encima.
Lo vamos a poner de pie.
Luego, este pollo
con gente queda buenísimo.
Venga, perfecto.
Un poquito de tomate.
La lechuga ya la tienes ahí
escurrida, ¿no?
Sí, ahora, el filo.
Perfecto,
ahora, empezamos a montar
con estas hojas que Javier
nos ha preparado,
primero, esta que nos es plana
para poder montar encima.
Y aquí, ponemos un poco
de esta escarola que es preciosa,
esta lechuga que nos va a dar
muy buen sabor.
Esto, lo que voy a hacer
es picarlo para ir poniéndolo
por ahí en medio.
Vale.
Una de escarola, marchando.
Encima le va a dar volumen,
tú puedes poner en medio,
Sergio, si quieres,
lo que te sobra.
Bueno, las puntas.
Buenísimo.
Es que el pollo
así está brutal, buenísimo.
Vale.
Vale, hacemos otra capa
que yo la haría doble.
Toma, espera,
que le pones un poco de cebolla...
Huy, huy, que no falte.
Venga, perfecto.
Y, ahora, podemos hacer otra capa,
otra capa de la otra lechuga
que hemos aliñado, ¿vale?
Qué bueno está el pollo, eh.
Sí, simple y pollo crujiente,
ensalada crujiente.
Pero, es que queda, tiene un sabor
buenísimo, además, está muy jugoso.
Vale, ya está, Sergio.
Un poco más, ¿no?
¿Sí?
Un pelín, sí.
Lo tengo aquí, epa...
Venga.
Y, ahora, este que es bien bonito.
¿Espera, cebolla?
Vale.
Ahí, ahí, perfecto.
Venga, perfecto.
Lo ponemos encima
y ya tendríamos aquí, poco más.
Vaya ensalada.
Un poco de vinagreta alrededor.
Sí, vamos a poner un poquito.
Y, ahí, un poquito
de vinagreta alrededor.
Bueno, aquí lo interesante
es que, fijaos con qué poco
podemos hacer, sorprender,
y vamos a sorprender.
Y ahora viene otro
que está superbién también.
Igual de bueno.
A disfrutar.
A ver, Javier,
qué tienes tú por ahí.
Tengo estos tomates que están
súper maduros y están preciosos.
Pues yo, mira, piñones,
habíamos dicho, vinagre.
Este vinagre viejo está buenísimo.
Aceitunas, venga que vamos
a limpiar aquí la despensa.
Aceitunas y coge,
coge, también, pistacho.
Y ya está, si es que un producto
así poco necesita.
Venga, perfecto, la despensa.
A cocinar.
Vale, perfecto,
pues con esto y con lo que...
Con poco, con poco vamos
a hacer mucho porque,
evidentemente,
tenemos un buen producto
que he comprado un rape
que está espectacular.
Bueno, y la ensalada de pollo.
Claro.
Bueno, tenemos un primer
y un segundo, el primero, fresco
y el segundo también,
pero contundente, o sea, que...
Bueno, aquí tenemos un señor rape
que yo no entiendo
el pescado con lo feo
que es y lo bueno que está.
Bueno, antiguamente, sabes
que este pescado lo pescaban
y lo tiraban al mar
de lo feo que era,
no se atrevían a comérselo,
hace tiempo, eso es verdad.
Bueno, al ser un rape grande
lo que haremos es que cocinaremos
un trozo ahora y dejaremos
un trozo para mañana que haremos
un supersuquet de pescadores.
Bueno, otra receta,
también, tenemos varias,
haremos varias recetas con él.
Y lo veréis.
Bueno, yo rallo el tomate,
primero, voy a rallar un tomate
ya veréis para qué es.
Déjame ese cuchillo.
Es un tomate para hacer
un acompañamiento
muy fresco para el rape
y lo que voy haciendo es cortar
por la mitad y rallar,
rallar con un rallador normal,
o sea,
que no hago nada extraordinario.
Y sabéis que el rape no tiene
espina, que tiene un cartílago
es, prácticamente, cartílago
y es muy fácil de limpiar
porque, veis, ya tenemos un filete
y ahora lo que hay que hacer
es sacar la piel,
esto lo guardaremos,
como hemos dicho...
Y se aprovecha todo, evidentemente,
nosotros no tiramos nada.
Hombre, nosotros lo que hacemos
es comprar el rape entero
porque se aprovecha más,
luego, con el descarte
del rape es con lo haremos,
pues, diferentes platos
que no os anticipo porque
los iremos haciendo
en otros programas, ya lo veréis.
Pero, bueno, que aquí tenemos...
y luego la espina, evidentemente,
las pieles y todo
para hacer el caldo, el fumet.
Aquí se aprovecha todo.
Importante.
¿Veis? Vamos a coger esta parte
de aquí, tenemos este lomo;
voy a coger esta parte
de aquí de momento
y esto, para cocinarlo.
Perfecto, a la nevera.
Bueno, ya veis qué lomo de rape
más hermoso. Y luego, el rape
no es un pescado caro
sino todo lo contrario
es un pescado que se aprovecha
muy bien, ya se ve,
en el mercado se ve.
Ponemos aquí,
y ponemos sal,
pimienta,
veréis que es que es un plato
superfácil de hacer,
lo que pasa es que...
Cuando hay un buen producto,
prácticamente, no hay
que hacerle mucha cosa
porque es que no lo necesita
es, rápidamente;
lo que sí que voy a necesitar
es un poco de mantequilla,
a ver si me trae Requena.
Lo que necesita es combinarlo bien
que eso, pues, hay que hacerlo,
pero, tomate ya combina muy bien,
aceituna negra le pondremos;
¿veis?, lo que hago ahora,
es escurrir un poco el tomate
para que luego no nos suelte
el agua.
A veces, hacemos tomates concassé
o, a veces, también
hacemos tomate rallado;
le quitamos
un poco el agua y ya está.
Ya lo tenemos;
luego, tengo aceituna negra
que es la aceituna muerta
que nosotros llamamos,
que nos va muy bien
este tipo de aceituna para...
Para, para... la vinagreta,
para, según qué,
sobre todo para toques,
para un toque de pescado
o de carne, también le va bien.
Vamos allá.
Vale, y yo voy a dorar
el rape.
Vale, aquí veis que, evidentemente,
el protagonista es el rape.
Sartén bien caliente,
vamos a marcarlo fuerte
porque lo que nos interesa es que,
después, por dentro tenga...
Que no esté demasiado
cocido el rape.
Que tenga un punto rosado,
entonces, para eso, fuego fuerte.
Vale, voy a coger una cuchara.
Y lo marcamos por todos lados
igual, eh.
Y, además, cuando se dora bien
el rape es cuando coge
ese sabor tan bueno, tan especial.
Es un pescado fantástico,
buenísimo.
Bueno, siempre es bueno, también,
cuando no tenemos mucha cosa
en la nevera o, aunque la tengamos,
mirar en la despensa
que siempre suele haber
cosas en la despensa.
Voy a poner un poquito...
Muchos días con lo poco que hay
en la despensa y en la nevera,
hacemos un plato rápido y bueno.
Bueno, tengo aquí un poco
de vinagre que es un vinagre,
este es italiano,
tenemos un vinagre muy viejo
que nos regalaron y lo usaremos.
Vamos a hacer una vinagreta luego
con todo esto.
Este rape, ahora le estamos dando
una técnica que lo vamos a hacer
como si fuera una carne.
Como si fuera bien un solomillo
o un roast beef, que es dorarlo
muy bien, lo vamos a bañar
un poquito con mantequilla
que le da ese toque tan bueno,
tan especial.
Y cocinarlo, pero, que nos quede
un poco rosado por dentro,
lo dejamos reposar, después,
un poquito para que repose
que, realmente, los jugos
es cuando quedan mejor.
Y después, ya cortarlo.
Fijaros ya que está cogiendo
ese dorado tan bueno
y la mantequilla lo que le aporta
es que, sabéis que cuando
se dora un poquito,
queda como... como con sabor a nuez
que nosotros terminar la carne
o el pescado así con un poco
de mantequilla, nos gusta mucho.
No siempre pero,
a veces, le va muy bien,
entonces, ponemos dos cucharaditas.
Y ahora ya bajamos
un poco el fuego...
Y ahora, lo que decimos nosotros:
mimar, hay que mimarlo.
Y esto le da un sabor buenísimo,
espectacular, de verdad.
Tengo una ramita aquí de romero
que le va a dar un toque, también,
también, muy fresco.
Y ahora, cuando se dora
la mantequilla,
cuando coge ese color es
cuando realmente
le da un sabor excepcional.
Si lo bañamos es para que se haga
la cocción más uniforme,
que sea por todos lados igual
y una cosa tan sencilla,
¿cómo puede ser tan buena?
Pues lo es.
Ahí está, lo voy a poner...
nada, unos minutos al horno,
lo voy a poner
4 minutos al horno a 180 grados.
Eso, intentando
que nos quede rosado por dentro.
Bien, ya lo tenemos,
¡fijaos qué bonito!
El color es excepcional.
¿Qué bonito, eh?
Déjame la cuchara.
Podemos bañar
un poco aquí ya para...
Porque aquí están todos los jugos
que ha soltado el pescado.
¡Buah!
Sencillo, pero muy bueno.
Y es como si fuera una carne,
le damos el mismo trato.
Bañar bien.
Y ahora, ya...
Vamos a ponerlo encima de la tabla.
Mientras,
tú haces la vinagreta, Sergio.
Lo primero que voy a hacer es,
¿os acordáis que hemos hecho
un tomate rallado?
Pues, este tomate rallado
lo ponemos aquí en un bol
y lo que hacemos es poner
aceite de oliva
vamos a sazonar bien este tomate
que nos servirá de cama,
de acompañamiento
y es refrescante, le vamos
a dar un toque refrescante.
Sal, pimienta.
Sal, pimienta.
Voy a poner un toque pequeñito,
pero, para refrescarlo,
si cabe, todavía más, de albahaca.
Pero albahaca cortada
muy pequeñita.
Ahí, frescor,
que le va a dar muy buen tema.
Y aquí, tenemos también...
Espera, que eso se lo ponemos
luego, encima,
que tengo para ponerlo,
porque esto es la base;
esto será la parte de abajo
por decirlo de alguna manera,
que esto es...
Lo bueno es dejarlo unos minutos
que repose un poquito
y así se va a hacer una cocción
mucho más uniforme,
los jugos se van a repartir
y va a quedar mucho mejor.
El tiempo que tú hagas eso.
Por un lado, tenemos el tomate,
por el otro, tenía la aceituna
muerta picada, que la tengo aquí,
vamos a coger esta joya
que es un vinagre viejo
que tenemos de Módena,
en este caso.
Oye, podría ser un Jerez,
no pasa nada, pero...
De vez en cuando,
es bueno tener ese vinagre
tan bueno... eso es, ahí está.
Voy a hacerlo, sé que no te gusta
mucho el aro a ti, pero, es que...
Bueno, da igual, eh;
aceite de oliva, con la aceituna.
Y luego, le vamos a poner
un poco de piñón,
que lo voy a picar un poco
a groso modo y también pistacho.
Que le va, el fruto seco
le va muy bien al pescado.
A veces, lo ponemos como picada,
o sea, como si fuera
una picada en el mortero,
pero, en este caso,
lo vamos a poner para refrescar.
Y es un plato
ahora fresco para comer.
Vale, lo voy picando,
pues, nada, un poco, eh.
A trozos...
Ya tenemos el tomate.
¡Yepa!
Y voy a cortar el pescado.
¿Veis?
El pescado, pues eso, ha reposado.
Sacamos esta primera parte.
Y lo importante,
es lo que decíamos: es la cocción.
Porque, si no, queda demasiado seco
y, de verdad, que no...
Sí, el rape tiene que estar
un poco rosado por dentro, siempre.
Ponemos un papel por si suelta
un poco de agua.
Fijaos.
Ahora os enseñaremos la cocción.
En general,
cualquier pescado rosado.
¡Mirad, qué cocción!
Dentro queda impecable,
queda muy bueno.
Y es lo que nos va a quedar...
eso es lo que nos hace
que quede jugoso.
Luego, esto también
lo servimos tibio, tal como está
y vamos...
no hay que levantarse de la mesa,
para calentarlo ni volver,
porque es un plato muy fresco,
se puede consumir
a temperatura ambiente.
¡Qué buena pinta tiene!
Vamos a empezar.
Y luego, ya le ponemos
lo que está haciendo Sergio
y es un plato para triunfar.
Que se podría comer frío también,
si dejamos el rape enfriar.
Pues, por qué no.
Tengo este trocito
que lo voy a poner, también.
Toma ya.
Perfecto.
Y ponemos ya...
Exactamente,
ahí ponemos el colofón.
¿Qué, algo más? No, ya está, ¿no?
Yo no le pondría nada más.
Está perfecto.
Menos es más.
Venga, ya está.
¡Y fijaos qué color más bonito!
Venga, ahí está.
Bueno, aquí tenemos este platazo;
con muy poco...
Este supermenú, supermenú.
Bien, y aquí viene el rape.
Perfecto.
Con pocos productos
que tengamos en la nevera
y comprados en el mercado
se pueden hacer grandes platos,
así que...
Bueno, que siempre
hay un buen motivo para cocinar,
aunque sea con poco tiempo
con resultados de lujo.
Nos vemos en el próximo programa
Adiós.