Una juez avala la decisión del Ayuntamiento de Sant Pol de Mar, en la comarca barcelonesa del Maresme que se negó a matricular en la guardería municipal a un niño que no estaba vacunado porque se trata de “una opción minoritaria que pretende sobrepasar al derecho a la salud del resto de niños y sus familias”. La magistrada del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 16 de Barcelona, Laura Mestres Estruch, emitió el pasado 8 de enero una sentencia en la que defiende que, al querer matricular al hijo no vacunado, los padres “olvidan los derechos de los demás, ya que entienden que su derecho a asistir a una guardería es superior al derecho a la salud del resto de niños”.
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