Se cumplen diez años del accidente de Spanair

Con más de una hora de retraso el vuelo JK5022 despegó del Aeropuerto de Barajas con destino Gran Canaria. Es el segundo intento del avión de cruzar la pista. Asciende 60 metros, pero el motor izquierdo se incendia y cae en picado a un arroyo cercano: mueren 154 personas y 18 resultan heridas.

Los informes técnicos concluyen que fueron varias las causas del accidente, un cúmulo de errores técnicos y humanos. Entre ellos, que la tripulación no usó la lista de chequeo previa al despegue y, que una vez en el aire, los alerones del avión no se desplegaron, un fallo que el sistema de alerta tampoco detectó.

Se imputa entonces a los técnicos encargados de revisar el avión. Fueron cuatro años de instrucción que terminan cuando la Audiencia Provincial de Madrid archiva la causa penal. La responsabilidad del accidente, según los jueces, es solo de los dos pilotos fallecidos y de su actuación, señalan, errónea.

Es en julio de este año cuando el Congreso abre una comisión de investigación a petición de los familiares de las víctimas. "Moralmente no podría seguir viviendo si no hago lo imposible por evitar mñas muertes inútules", asegura Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Afectados de Spanair, que quieren que cambie la forma en que se investigan los accidentes aéreos en España y que se descubra la verdad.