2014
Vuelve a Televisión Española MasterChef, el talent show más duro del mundo, donde 15 aspirantes luchan por conseguir su sueño, dedicarse profesionalmente a la cocina. Las pruebas de selección comenzaron hace meses, con más de 9.000 personas inscritas en el casting online de RTVE.es. Quienes no se lo van a poner nada fácil son Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, el jurado más exigente de la televisión. Ellos buscan talento, pasión, esfuerzo y dedicación para hacer de estos cocineros amateurs auténticos chefs. Masterchef es un espacio de superación personal, lleno de retos, sorpresas y, sobre todo, buenos sabores. El ganador recibirá 100.000 euros de premio, la publicación de su propio libro de recetas y una formación intensiva en la escuela de alta cocina Le Cordon Bleu Madrid. Además, recibirtá el título de MasterChef España, que reconoce su talento en para la cocina.
Si te perdiste la primera edición o quieres revivirla, tienes toda la información en 'MasterChef 2013".
Chicos, mucha suerte. ¡Dadle caña!
Buenas.
Le voy a demostrar a Jordi que no se equivocaba.
¿Qué es esto?
-No sé qué ha pasado.
-Mateo yo creo que hoy no ha tenido un buen día, sinceramente.
Creo que me tengo que poner yo en ese puesto.
Soy muy exigente conmigo mismo.
El que se pase de la raya...
¿Cuántos platos hay aquí? Un, dos, tres, cuatro.
-Mateo ha sido un crack.
-Es muy inteligente; es quizá de las personas más inteligentes
que está en el grupo. -Valgo para estar aquí.
Un poco de valentía no está mal de vez en cuando.
-Yo creo que lo has hecho bastante bien.
-Realmente riquísimo. -Eres mi preferido.
¿Qué tal?
He traído mero con col con salsa de marisco.
No me lo puedo creer, estoy alucinada.
Quiero aprender y quedarme en MasterChef.
¿Dónde está el queso parmesano?
Me he olvidado del hojaldre y del salmón.
Pues yo qué sé, alguno que esté bueno.
Pero dale un trocito.
Está buena, ¿no? Estás comiendo tanto...
¿Qué pasa?
Pues igual debería empezar a confiar en mí.
No sé, como yo nunca he hecho nada importante,
pues me creo que nunca lo voy a hacer.
Gracias.
Ponedlo en un vaso y emulsiónalo con aceite.
Necesito saber cuántos platos quedan por salir.
-Nos faltan 30 platos. -Saca ya.
-Elijo a Vicky.
-Porque maneja la carne como nadie.
-¿Cómo quieres los filetes? -Finitos.
-Ya está, venga.
Me siento más segura de mí misma. Creo que hoy va a ser el día.
(GRITA)
Vicky, pon un restaurante. Me pido mesa.
La cocción está de coña.
Ay, ay, ay...
El hecho de haber llegado hasta aquí para mí es muy grande.
Nunca me lo hubiera imaginado. Siempre he pensado que me iba a ir.
He llegado a un punto que no se paga con dinero.
Quiero ganar MasterChef porque me gustaría montar
un restaurante en mi pueblo.
Mi abuela ha invertido mucho esfuerzo en recuperar todo lo que había allí,
y que a lo mejor me veo en la obligación de darle
un nuevo uso y una nueva vida.
Pues no lo sé... Yo creo que estará muy orgullosa.
Hoy voy a intentar que siga con esa sensación.
O sea, no le he podido contar nada. Es que es duro estar aquí también
porque tienes esa frustración de no poder tener la misma relación
que tienes normalmente, pero bueno...
Sí, soy un pastel andante, lo sé, lo sé.
-Qué mayor te veo. -Ya, me han dicho que he crecido.
-Sí.
Muchas gracias.
Está muy mayor. Ha crecido.
-Bueno... -Y muy guapo.
Físicamente, yo creo que... -A lo ancho también, un poco.
-Yo creo que le ha servido para crecer como persona.
Su madurez. Con 20 años nos ha enseñado a todos muchas cosas.
-Qué bien habla, hablas como tu hermano.
(RÍEN) -Superbién, pulcro...
Qué educados tus hijos. -Lo mío me ha costado.
-Sí, ¿no? Mi madre no ha hecho mucho esfuerzo.
(RÍEN)
Vamos a él, ni a ninguna de las otras dos.
Saben que allí hay... A piñón.
(RÍE) Seguro que sí.
-No nos imaginábamos que Mateo iba a llegar hasta la final.
Nos sentimos muy orgullosos de él, y pues...
Vamos a presumir por todo lo alto.
No se lo deben creer.
Tienen que estar tan sorprendidos como yo.
¿Qué tal?
-Hola.
La he visto superguapa, más gordita
de cuando vino a la prueba de las madres.
La vi muy delgada y me preocupó de hecho,
pero la he visto superbien. -Ya vas toda de chef.
¡Me has pasado por delante! -¿Has visto? En cuatro meses.
Pues aquí. -¡Sí, hombre!
¡Te he hecho de comer en casa! -Sí, sí.
Pero tú sabes que como nosotras somos cocineras,
pues lo que los demás hacían en casa eran pues cocinillas.
Y ahora, de repente, ya no es una cocinillas, es una grande.
Mira, a mí me gusta mucho Jordi, pero me gusta más Pepe.
¡Lo tengo que decir así!
Y no solo por las cosas que yo veo, por las que pienso que puede ser.
Mi madre no tiene vergüenza, es como yo.
Claro, está soltera hace un montón de tiempo,
pues ver a Pepe ahí, pues dirá:
"Uh, este es el mío".
Faltan siete días para cuatro meses.
¡Por fin! (GRITA)
-¿Cómo te encuentras? -¿Qué tal?
Es la persona que más me entiende y me ha hecho un montón de falta.
Nene. -¿Qué?
-Nene, ¿y la barriga?
Claro, no me han dado de comer.
-Yo cuando coja a Bernardo, pobrecito.
Si está flaco, imagínate cómo se va a quedar.
Le voy a dejar hecho un Cristo.
No. Desde el primer momento que fuimos al primer casting digo:
"Vicky, no pierdas el tiempo con esto. Va a ser imposible".
Y mira por dónde, a la final.
Impresionante. Madre mía, Vicky, menudo follón.
(RÍE)
-La madre que te parió.
Sí. Tú estás histérico, ¿eh? -¿Y qué quieres?
Ni besos ni leches.
-Me encanta tu madre. Soy superfan.
-Ay, madre mía.
-Suerte.
-Qué guay, ¿eh?
La vuelta al plató ha sido bastante emocionante.
Da mucha cosita el entrar ahí y volver a ver los sitios
en los que has estado cocinando. Evocan muchos recuerdos.
-¡Ay, qué guapa!
¡Qué guapos estáis!
-Estas muy guapa.
-Me emocioné muchísimo,
porque vi a Vicky y a Mateo y se me puso una cosa
en el corazón que me entraron ganas de llorar.
Y después los abracé y los besé, y, mira, que gane el que gane
porque ya los dos para mí son ganadores.
Yo no diría algunos, diría muchos. (RÍEN)
Pepe...
Pues bastantes. (RÍEN)
Sí, sí, ha sido increíble.
Es que por la calle, en vez de decirme:
"Mira, Jorge, de MasterChef. Mira, el rey de las chaperoninas".
Bueno, la idea es montar una taberna de los "Bro",
y uno de los platos van a ser chaperoninas.
-Lo estamos estudiando.
(RAPEAN) "Somos los Bro, somos los Bro,
somos los Bro de MasterChef 2.
Sí, chef. Sí, chef.
Eso fue lo primero que tuvimos que aprender.
Oh, yeah".
(RÍEN)
"Que viva la salsa Churra".
El otro día me decía una señora:
"Es que prefiero hacerme una foto contigo que con George Clooney".
He llorado más que en 50 años que tengo.
lo que pasa que aquí...
Con los nervios yo parecía un pinchito moruno.
Me faltaba que me saliera el pincho por aquí.
Hoy ha venido Milagrosa como se viste normalmente.
Con sus rizos a la cara, que ahí no me lo dejaban poner,
con mis tacones, con mis colores que a mí me gustan...andaluces.
Y ahí a lucirme con todos mis niños.
Siempre se te queda la espinita de ver en la final a Mateo y Vicky,
pero, bueno, mucha gente se quedó en el camino,
y, fíjate, yo he sido finalista. Y estoy supercontento, supercontento.
-Qué bien os queda la chaquetilla.
-Vamos allá.
Vamos, chicos.
Es complicado hacer tres platos de alta cocina, como quieren ellos,
porque tampoco vas a hacer un arroz a la cubana.
Vicky es una persona que no cocina solo con la cabeza,
cocina con la intuición, cocina con el corazón,
que es muy importante, y se refleja en todo lo que hace.
Y puntos débiles, su cabra loca, su histeria, su...
Yo qué sé, su fiera que le sale de repente, ¡uh!,
y empieza a ladrarle a todo el mundo.
Ese puede ser el punto débil en cuanto a que le sale algo mal
y ya empieza a desbocarse.
-Para mí que él sea más tranquilo que yo me molesta un poco.
(RÍEN)
Que mi plato esté más bueno. (RÍEN)
-Muy bien dicho, Vicky, sí, sí.
Ay, te voy a echar de menos al final.
-Yo también.
Cuatro meses viéndonos la cara todos los días.
-Veía a Vicky y a Mateo que son mis niños en la casa
y que yo, desde el primer momento, dije que eran los dos finalistas
de MasterChef, y que hayan llegado estos dos niños... Una gozada.
(TODOS) ¡Vamos, chicos! ¡Ánimos!
-Con tranquilidad, chicos, que hay tiempo.
Mierda, mierda, mierda.
¿Qué te falta? ¿Te cojo algo?
-No, si...
¿Has cogido puerros...?
-Sí, voy. -Que están ahí tiradas.
-Puerros. -Ya te lo cojo yo, toma.
Toma, llévate otro. El foie, coge el foie.
¿Y los melocotones?
Al final he conseguido todos los ingredientes
porque Eva y Vicky me han echado una mano,
si no, o sea, imposible.
Y si gano, tendré que compartir el premio con ellas también.
Vamos allá.
-Muy bien, Mateo, venga. -¡Mathew!
-¡Vamos, Mathew!
A pesar de mis accidentes, estoy bastante tranquilo
porque, bueno, es cocinar.
-Esperemos que Mateo tenga suerte y que los nervios no le jueguen ya
malas pasadas y de aquí al final todo le vaya bien.
-Vicky lo que tiene que estar es muy tranquila
porque si tiene un arrebato de estos que le pegan a ella
puede rodar cabezas ahí abajo. Puede Vicky liarla gorda.
-Olé.
-Nervios, voy bien. Lo voy controlando.
Lo único que tengo miedo de que no me dé tiempo...
Lo típico, ¿no?, miedo de no sacarlo todo,
y eso es lo que más nerviosa me pone. -¡Qué buenos sois!
De entrante, voy a hacer una reinterpretación
de las borrajas con almejas de mi tierra.
Y lo que voy a hacer es en vez de usar la almeja,
voy a usar el berberecho que va mejor con esta verdura.
Luego, de principal, una becada que voy a acompañar
con chilindrón que lo voy a incorporar con polenta.
Y el postre, un helado de albahaca, que lo voy a acompañar
con un bizcocho de anís y un melocotón con vino,
pero de otra manera, ¿no?
-Voy a hacer de primero una ensalada de espárragos
con esferas de alcaparra.
De segundo raya aromatizada con mantequilla de tomate,
y la voy a acompañar de un arroz negro de algas.
De postre voy a hacer una mousse de aguacate con jengibre,
con un culis de piña y unos bombones de queso.
Y, bueno, eso es todo.
-Yo es que voy con Vicky,
porque me parece que tiene más carácter, que cocina mejor,
que tiene más recursos y más sabores en la cabeza.
Y que además se lo merece más. -Sí.
Voy a mandar a Vicky rayitos de amor para que gane. (RÍE)
-Qué buena pinta tiene todo. -Mateo, cómo huele.
Venga, a tu romero. -Dale al romero.
-Dale al romero.
-Ganar MasterChef sería para mí pues eso, la superación máxima.
Vicky está haciendo esferificaciones de agua de alcaparra.
¿Cuándo la hemos visto así?
-Toma la Vicky.
-Sí, sí.
-Perfecta le ha salido.
Bueno, ya que lo he aprendido, ¿no? Digo, lo voy a poner en práctica.
Pues de primero voy a hacer una ensalada de espárragos.
Son espárragos blancos. Luego también lleva huevos poche,
lleva una vinagreta, un poco de granada,
y llevará las esferas de alcaparra.
Porque es un plato de mi padre que siempre hacía de entrante.
Y ahora en sus últimos años cogió un bar y estaba él en la cocina.
Me acuerdo de mi padre, me acuerdo un montón
y mi familia también. Se murió ahora va a hacer dos años,
pero es que parece que fue ayer.
Es como si no hubiera pasado el tiempo, entonces para mí
es muy importante hacer algo que nos recuerde a él,
que todo el mundo que vea el plato diga: "Eso lo hizo Carmelo".
No lleva ni sal adicional, ni nada.
Bueno, es que las alcaparras estallan en la boca, el sabor.
Lo suyo es eso. -Eso sabe a alcaparra pura.
Es como que te comes una alcaparra, igual.
El segundo plato va a ser raya con mantequilla de tomate.
Mi madre me hace muchas veces raya con tomate.
Para hacer raya con tomate he decidido hacer eso
que le viene bien, y luego un arroz negro de algas.
No, le hago un cilindro a la mantequilla
y la pongo dentro de la raya y la meto en el horno,
porque no quiero que se oscurezca la raya, quiero que quede blanca
y la voy a meter en el horno con el arroz negro.
Yo vi un postre en el libro de Jordi Roca... de aguacates.
A mí me encanta el aguacate, y nunca lo había comido como postre.
Y dije, voy a hacer una mousse de aguacate con jengibre,
y luego le voy a poner un culis de piña y luego...
Y digo: "Ay, necesito algo más". Y pensé que el queso le iba bien,
y voy a poner una especie, como si fueran bombones de queso.
No sé... Ahí yo ya...
Es que el suyo no lo he probado. Mira, yo la mousse...
Pues sí.
El entrante, he elegido hacer una crema de borrajas,
con una "parmentier" de patatas, que la voy a aromatizar con hinojo,
y la voy a acompañar de berberechos.
que son borrajas con almejas, solo que yo he querido añadir
o cambiar los berberechos porque va mejor con la verdura.
y, digamos, que tiene un sabor muy fuerte.
Y el berberecho yo creo que lo acompaña mejor.
No tapa tanto el sabor de la borraja.
Sí, sí.
que la voy a guisar de la manera tradicional.
Voy a hacer un paté, estoy haciendo un jugo con las carcasas.
Y de guarnición le voy a poner, aparte del paté,
le voy a hacer una polenta a la que voy a añadir un chilindrón.
Digamos, es un guisito.
A mi madre me gustaría dedicarle el plato principal
porque vino con el pollo al chilindrón,
y no fue de mi agrado lo que hice. Espero que hoy eso lo compense.
que voy a acompañar con un bizcochito de anís,
y un melocotón con vino, pero con salsa aromatizada
con canela, limón y naranja por un lado,
y luego el melocotón que lo pondré en crudo
para que tenga un toque crujiente también y conserve el sabor.
Sí.
Mira, en Cordon Bleu nos lo enseñaron así.
Qué arte, Mateo, qué arte.
Ay...
-Es que no sé porqué se ha quedado así.
-Empezamos bien.
-No me gusta, no me gusta.
-¡Vamos, Mateo!
-La textura de la crema no me ha quedado como me hubiera gustado.
Y voy a intentar solucionarlo de alguna manera.
Voy a arreglar el problema de la crema
porque me fastidiaría mucho que por eso se...
Se me fuera la final al carajo.
Le faltaba la fécula para que me la espesara.
Entonces, he cocido la patata, le he añadido tres trozos, creo.
Vale.
-Sí, sí.
Tengo algún que otro problema, pero voy bien, la verdad.
-Le he visto muy nervioso al principio.
Ahora ya esta encaminado, esta muy centrado
y él cuando se concentra, se concentra.
-El segundo es la raya sin espinas, con las espinas haces un caldo.
La raya haces una mantequilla de tomate.
El filete lo envuelves con la mantequilla y eso al horno.
Luego el arroz negro, eso sofrito como para un arroz,
con cebolla, pimiento y ajito. Luego le pones el arroz, lo sofríes.
Ah, y le pones tinta de calamar. Le vas echando el caldo,
y luego lo dejas que se quede arroz seco. Ese es el arroz.
Y luego un poquito de alioli que he hecho para acompañar.
Eso es lo principal.
Su padre nos arrastró a todos a la cocina.
Los niños por genética y yo por la convivencia.
Porque yo nunca me imaginé que iba a ser una cocinera.
Yo creo que sí. Ha sido eso.
Yo lo he notado que está cambiada.
Sí, también, mucho. Yo he flipado.
Yo la veo cortar cebollas, verla cortar así...
Yo estoy acostumbrado a que cocine en casa.
Cocina bien, le gusta, pero claro, empiezas a ver esferificaciones,
y empiezas a ver unos rulos como de mantequilla.
Yo decía: "Madre mía, ¿qué le han hecho a mi niña?"
(RÍE) -Yo estaba alucinada.
He estado flipando todo el rato que ella estaba trabajando.
Mes y medio, Pepe.
-Vicky, guapetona.
-No me despistéis.
-Vicky. -Vicky.
Yo es que Mateo... Soy su abuela.
¿Qué quieres que te diga?
Queriendo mucho a Vicky, pero la abuela es la abuela.
-Carnicera a su filete.
Dale al filete.
-El entrante es una crema de borrajas.
Se cuecen las borrajas con un sofrito antes de puerro y zanahoria,
y hacemos el puré, cocer patata y añadir un poco de mantequilla,
nuez moscada, pimienta blanca y el hinojo picado.
Y luego pues abres los berberechos y listo.
Está tirando mucho a la tierra: las borrajas, la albahaca,
el melocotón con vino, eso es muy típico de Huesca.
El año pasado éramos fans incondicionales del programa
y, bueno, ni soñar que estuviera al año siguiente él en la final.
-Tengo la tradición a mis espaldas, y tengo la cocina de mi casa.
Entonces, la tradición es lo que me ha aportado mi abuela.
Y, bueno, hoy se merece que le dedique un plato,
o incluso todo el menú.
Son los dos mejores.
O sea que jueces seréis buenos, porque tenéis aquí a dos artistas.
Veo a Vicky más resuelta.
-Y el postre, hacemos una mousse de aguacate, cogemos el aguacate,
lo mezclamos con dos yemas, un poco de azúcar a ojo,
un poco de nata y jengibre. Lo batimos.
Luego a parte las dos claras de huevo a punto de nieve, lo mezclas,
luego a parte haces como un coulis de piña, que es azúcar y piña
en una olla a que cueza un poco, lo trituras, lo cuelas y a la nevera.
Y luego unas bolas de queso que voy a hacer ahora, con queso quark
que se rebozan en pistachos caramelizados con un poco de sésamo,
lo rebozas y luego lo montas todo.
Espero que las bolas de queso salgan como las especificaciones,
porque solo falta que me salgan mejor las especificaciones
que las bolas de queso.
¡Un aplauso!
-Sois unos auténticos crack.
-Os queremos mucho.
-Yo huelo a quemado.
-Algo se quema.
-Es el horno encendido.
-¡Oh no!
-¡Oh, dios mío!
-¡Va cariño, va, va!
¡Venga! ¡Ánimo, Mateo!
-Vamos, Mateo.
Bien, bueno, he tenido un problema.
Que se me han quemado los bizcochitos del horno.
No sé, porque la receta era con el tiempo y se me han achicharrado.
Y nada, ahora ya, pues a ultimarlo todo.
Madre mía.
Se me ha reducido demasiado, de verdad, no sé qué está pasando.
Pero tiene...
A pesar de todos los fallos que he tenido, he ido solventándolos
y me he dado más caña porque he pensado
que esto hay que sacarlo de alguna manera,
y que no podía rendirme así de fácil, era de idiotas. Que no...
¡Aúpa Vicky!
-Hay que llevarlos a Mallorca al trofeo, ¿eh?
-Lo abre prontito, lo abre pronto. -Ay, ay, ay.
Me cago en el crío.
Pues me falta poner la raya en el horno.
Bueno y emplatar.
Sí. El emplatado.
Si justo le hablan cuando está cocinando,
es normal que se ponga nerviosa.
-¿El emplatado de cuál? El primero... ¿No podéis esperar a verlo?
Espera, espera. ¿Por qué venís ahora, coño?
Venga va, guay.
Después de tanto tiempo. ¿No?
No creo que los nervios sean un handicap para Vicky, ni mucho menos,
pero ya sabéis: se juega todo a una carta y hoy puede ser
un gran día para Mateo.
¡Va, señores, va, va, va!
-Vamos, vamos. -Venga, venga.
Ahí están los campeones.
-Allá va la raya, mira.
-Venga, vamos, vamos.
Las borrajas, las hojas de borraja.
Ya está, eso ya está ya está.
-¡Vicky emplatado, emplatado!
¡Venga Vicky! -¡Vamos Vicky!
-Rápido, rápido. Venga Vicky.
-¡Qué buena pinta! -¡Qué rico todo!
Venga, va, va, va.
Va, va, va, va.
-¡Vicky pon la flor! ¡Que la ponga!
¡Va, va, va, va!
¡Campeones! -¡Muy bien!
-¡Artistas!
-Bravo, bien, bien, muy bien, Mateo.
-Bravo, bravo, bravo.
-Me he quedado bien y estoy contenta, y muy feliz,
me da igual ganar o no ganar, ya vendrá lo que tenga que venir.
-Mateo.
-Yo quiero ganar y espero ganar. Creo que es un menú ganador
y para mí el mejor de los dos.
¡Bravo!
-Suerte. Suerte.
-Esto no puede ser, hago justamente una simulación de su postre
y va y viene él. Digo: no puede ser, es imposible.
-¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Un placer para nosotros también.
Con Jordi, con Josep, ese triángulo que nos permite
abordar la creatividad desde ámbitos muy diversos
que hace que podamos proponernos retos que nunca hubiéramos imaginado,
y que todo está encaminado a que la gente disfrute,
lo pase bien en casa, que es la base de nuestro trabajo,
al final la síntesis de lo que hacemos es intentar
que la gente sea feliz en este espacio de tiempo que te regalan
cuando vienen a tu casa, cuando vienen a tu restaurante.
Pues muy contento, con mucha alegría y mucha responsabilidad también,
yo busco que la gente se lo pase bien, básicamente.
Soy en parte chef, alquimista, busco combinaciones muy medidas,
pero sobre todo, lo que pretendemos en casa es que la gente disfrute,
se lo pase muy bien y sobre todo coma muy bien.
-Casi nada. Dos leyendas.
¿Qué tal? -¿Cómo estamos?
-Guapo. -Bienvenidos.
-¿Qué nos vas a dar de comer?
-Como sé que es un día de tensión vamos a pasar de cocina de vanguardia
y nos vamos a comer un plato de fabes.
Una solo, ¿eh? Que luego no da.
El cuerpo de Cristo. -Hmmm.
-Venís para lo de esta noche, ¿no? -50 Best.
-Todos damos por hecho que este año revalidarán el número 1 los Roca.
La emoción se palpa en todos los asistentes,
contentos con estar aquí y estar en la lista.
-Es un lugar de encuentro, de fiesta, de celebraciones,
es una gran fiesta de la cocina, hay cocineros de todo el mundo aquí.
-Yo votaría por nosotros obviamente.
Es muy grande, es lo más grande, nunca lo había soñado, vaya.
-Seguiremos siendo embajadores de nuestra cultura
y seguiremos trabajando de la misma forma que lo hemos hecho
estos últimos años.
Bueno pues, con incredulidad, no me lo podía creer,
quería dormir para saber si era un sueño o no y despertarme después.
Por supuesto que no. Empiezas a hacer muy bien tu trabajo
y esto es un regalo enorme que te brinda la vida.
-Con optimismo.
Creo que tenemos un futuro maravilloso,
sobre todo viendo a las nuevas generaciones.
Tenemos generaciones de cocineros mejor formados de la historia.
Ahora mismo el panorama de futuro es tremendamente positivo.
-Y muy dulce. -¡Y dulce!
Sorprendidos de la evolución y de cómo este programa puede llegar
a formar y a hacer que el aprendizaje sea progresivo y sea importante
como lo han estado demostrando.
-Ha sido duro llegar hasta aquí, pero aquí estamos,
hemos dejado atrás casi cuatro meses de competición
y lo ves como una victoria ya quedes primero o quedes segundo.
Suerte.
-Qué buena pinta tiene eso.
He querido hacer una interpretación de las borrajas con almejas,
lo he transformado en una crema,
la patata la he introducido como un parmentier,
y en vez de almejas le he añadido berberechos porque al probar
me gustó más con berberechos porque considero que es más suave.
La combinación es muy buena. Está muy bien.
Está muy suave de sabor,
la borraja combina muy bien con el berberecho,
el puré le da un poco más de untuosidad,
está muy bien. A ver qué os parece.
Como decía Joan, está muy bien compensado a nivel de sabores,
muy armonioso. -Muchas gracias.
que a veces se pasa de cocción.
Y el toque de anís que hay ahí es agradable.
Muchas gracias.
Bien, Mathew.
Es un plato de ensalada de espárragos,
el original es ensalada de espárragos a la vinagreta de mi padre,
pero lo he querido transformar un poco para darle una vuelta
y que sea algo más que una ensalada
o más divertida, le he puesto unas esferas de alcaparra,
y luego le he puesto unos huevitos de codorniz.
-La idea está muy bien,
la textura del huevo y la esfera se parecen, juegan entre ellas,
son intensidades distintas, pero texturas parecidas,
funciona bien, le falta un poco de sal al espárrago,
le falta intensidad de sabor.
-Me encanta la alcaparra, que le da un toque muy potente,
contrastado, que crea mucho juego.
La untuosidad de la yema del huevo como salsa
le da mucho juego, es muy divertido,
como ensalada es fantástica, comería un perolo de esta ensalada.
Sin duda, está muy rica. Enhorabuena. -Gracias. Me alegro.
-Me parece un plato de intuición,
es intuitivo: hay amargos, salados, dulces, ácidos,
en una misma ensalada, que esto es lo que todos buscamos
cuando hacemos platos, y esto tiene todos esos elementos.
-Lo único es que hay que comerlo todo junto porque si no,
va perdiendo los sabores, realmente.
Es que las prisas no me han dejado.
Gracias.
Cuando vas a un restaurante fino a comer no te ponen tanto aliño.
Está muy bien hecha.
Te la voy a copiar, ¿eh? -Yo encantada.
-Vicky ya de entrada ha impresionado con lo de la especificación
y las texturas, entonces, ha impactado más que mi crema.
Es una becada, he hecho un jugo de carne con las carcasas,
un paté con las tripas,
y de guarnición la he acompañado de un chilindrón,
que lo he presentado en forma de polenta.
-Muy atrevido cocinar una becada en un concurso. Hay que valorarlo.
Valiente lo es, y mucho.
Sorprende la intensidad de sabor,
cómo has sabido reducir el fondo, hacer la salsa,
la salsa está muy buena, la becada tiene un exceso de cocción.
La construcción del plato y la idea es buena.
Evidentemente, cocinar una becada no es fácil.
-Muchas gracias.
-Está un pelín tierna la pechuga.
El jugo que has hecho con las carcasas está muy bueno.
La polenta y el chilindrón lo he encontrado muy divertido.
Lástima que se te ha pasado de cocción un pelín.
Pero, de verdad que eres muy valiente.
Cocinar la carne más complicada que hay es valiente y está muy bien.
Enhorabuena. -Gracias.
No.
No.
-Sabiendo eso, tiene mucho más mérito.
Ya...
Sí.
Eso mismo me pregunto yo.
El problema de los cocineros es que somos un poco friquis.
Una persona normal a lo mejor no lo apreciaría tanto,
pero él y yo sabemos que eso estaba terriblemente mal,
y sí, estoy totalmente de acuerdo.
-No te desesperes, ¿eh? -Jo, es que...
He hecho la raya aromatizada con mantequilla de tomate
y para acompañar un arroz negro de algas.
He hecho un poquito de alioli porque con el arroz negro me gusta.
Y bueno, esto es.
-Está muy bueno, está muy rico.
Hay un problema de arquitectura,
lo había también con los espárragos, falta alioli.
-Sí, sí. Si fuera para mí, también faltaría.
-El arroz está muy bueno, la raya está muy buena.
El toque de la mantequilla de tomate creo que es muy buena idea,
y le da un sabor muy interesante a la raya.
Pero el alioli viene muy bien para integrar los dos elementos
que has integrado en el plato. -Sí.
-En definitiva el plato es un diez, está muy bien, está bien pensado,
bien ejecutado, solo una cuestión de proporciones,
por lo demás fantástico. -Vale. Gracias.
-La mantequilla se integra muy bien con la raya,
ese toque graso le aporta más jugosidad a la raya,
el arroz está muy bueno, está muy bien de sabor e intensidad,
el alga conjuga muy bien con todo, me parece muy bien el plato.
Lo que sí que tienes es que soltarte, si te gusta con más alioli,
ponle más alioli, al final tienes que mostrarte.
Gracias.
Madre mía. Hoy tengo que decir que pega con el plato.
Vale, gracias.
¡Bravo!
-Yo durante toda la cata he estado muy convencido de que Vicky
llevaba muy bien los platos. Lo tenía muy claro.
Si no confío yo en ella, ¿quién va a confiar, no?
Son tres postres en uno; he querido hacer: melocotón con vino,
bizcocho de anís, presentado en forma de rosquilla,
y un helado de albahaca, que es suavecito
y también tiene un punto de crema inglesa.
El melocotón con vino viene de las fiestas patronales de Huesca,
el bizcocho de anís es una receta de mi bisabuela,
y el helado de albahaca representa la albahaca que llevamos en fiestas.
He querido hacer un plato laurentino.
El bizcocho es sin gluten, por cierto.
Y mi madre y las dos señoritas que hay ahí arriba, también.
-El bizcocho de anís que ha hecho es una receta de mi abuela,
o sea, de su bisabuela. Y lo hemos hecho siempre en casa,
antes con harina normal, y ahora con harina para celiacos.
Sí, sí, no importa.
El concepto es genial, el hecho de que te guíes de la memoria,
de tus vivencias, para contarnos cosas de ti.
Está muy bien, el helado está buenísimo.
Con todo la lectura del postre en sí es fantástica.
-Muchas gracias. -Me ha gustado mucho.
-Está muy rico, la verdad. Está muy bueno.
La textura del helado es espectacular.
Está buenísimo. Sobre todo celebro que puedas apelar a explicar cosas
de tu memoria, tus vivencias, tu entorno, a través de un postre.
Me parece fantástico, está muy bueno. -Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias, todo tuyo.
Esto es de copyright.
¡Bravo!
-He estado a punto de llorar en esa parte, para variar,
porque para mí significa mucho, es una receta de mi bisabuela
que pasó a mi abuela, a mi madre, ha pasado a mí.
Tenía un trozo de mi ciudad en ese plato
y lo he intentado plasmar lo mejor posible.
Este es un postre, yo vi uno tuyo en un libro
que me llamó la atención, era guacamole con piña.
Le he querido dar una vuelta y he hecho mousse de aguacate
con jengibre, un coulis de piña, y luego dije: tengo que encontrar
algo más para meter en el plato. Pensé en hacer unas bolas de queso
y dije: para que tengan otra textura les puse pistachos, sésamo
y también lleva un poco de caramelo.
No, no tanto, de verdad. Has hecho un plato, creatividad pura.
-Bueno, me has inspirado tú, ¿eh?
-Pero lo que has hecho después no tiene nada que ver con mi postre.
-Lo mío eran ensaladas frescas que no se parecen en nada.
-Eso es lo bueno. Que le has dado tu toque a lo fino, ¿verdad?
-Sí, claro. Se nota, ¿no? -Te ha quedado fantástico, la verdad.
-¿Cómo lo ves? ¿Está bueno? ¿Sí? Júramelo.
¿En serio? -De verdad.
No he imaginado que sería tan fresco, es muy fresco, al final,
esa mousse cuajada, el queso, le da mucha untuosidad,
el fruto seco le da densidad, pero al final cuando muerdes la piña
le da un toque fresco, distinto. Es que no parece que sea ni aguacate
ni piña, o sea, es como un sabor distinto, algo extraterrestre.
-¿Pero, está bueno? -Sí, está muy bueno.
-Me alegro un montón. Ya que me has inspirado tú, ¡mira!
-Me alegro muchísimo.
-Esto no lo habías hecho tú nunca, ¿no?
-Sí, es un postre suyo. -Pero lo ha hecho distinto.
-Integrando los sabores de otra manera.
-He querido un poco romper el esquema de pesar los productos
porque odio pesar. -Ahí corres el riesgo de que una vez
te salga sublime, como hoy, y otra vez te salga como no quieres.
-Ya.
-Cuando sale muy bien tienes que pesarlo para que siempre sea así.
-Tienes un ángel, porque es pura intuición lo que nos cuentas,
como has explicado que lo has hecho, el resultado es extraordinario.
-Sí. Tienes un don.
-Para mi, como madre, me he sentido muy orgullosa,
aunque yo sabía que ella lo tenía dentro,
y estoy muy contenta y agradecida al programa,
porque le han ayudado a sacarlo.
Sí.
Me dice a mí; queremos la receta.
¿La locura de quién?
La locura. -¡Madre mía!
El pescado está vendido y que sea lo que Dios quiera.
Quiero ser MasterChef, creo que puedo y a ver.
(RÍEN)
MasterChef es la prueba de que los sueños se hacen realidad
y que tienes que ir a por ellos.
Y si confías en ti misma y no te rindes, se puede.
¡A gastarme esto y al libro que le den!
Dame a mí el dinero, no te preocupes. Tú dame a mí la pasta.
Si hace cuatro meses alguien me dice que voy a MasterChef
y encima gano...
Mi suegro me decía, ¿tú que vas a entrar en MasterChef?
Tú no sabes emplatar fino, qué va, qué va.
Tengo unas ganas de ir a restregárselo.
¡Pues mira, he ganado!
¡Vicky, bravo!
Hola.
La alegría de la huerta. -Me estoy poniendo mazao.
-Se dice, cuidado, voy caliente. -¡Voy caliente!
Yo quiero ser catador profesional de MasterChef.
-¿La sabéis usas?
Si no fuera por estos ratitos. (CANTA) "Gracias por venir".
(ACENTO ARGENTINO) -"Yo no quiero que se acabe MasterChef".
Ahora estoy normal, como ellos.
Guay. -Muy bien.
Pensaba que iban a tardar más en decir el nombre,
entonces me vino de sorpresa. Pensaba que iba a haber más tiempo.
Que suenan los tambores y... (RÍE)
Igual alguna cosilla de mi padre, de mi cuñada también
y me gustaría poner cosas mías y también de gente
que quiera que le ponga su receta.
Sobre todo he aprendido mucho de cocina pero lo que más me llevo
de aquí es este pedazo de gente, que siendo tan distintos
y que todos hemos sufrido, disfrutado y la recompensa de estar aquí.
Una vuelta al cole. Que te juzguen, que te han cambiado
los papeles. De repente digo, la niña.
¡Y "zasca"!
Sí. Ha sido una cosa muy impresionante.
He aprendido muchísimo también, claro.
y me dijeron: "Has crecido, ¿qué has hecho con tu vida?
No sé qué te ha pasado.
Siguiendo los consejos de estos señores todo lo que podía
y con mucho respeto he intentado hacerlo lo mejor posible.
La gente se piensa que esto es Jauja, y no, esto es duro, muy duro.
Tienes días de llorar, aunque estés con toda esta gente maravillosa,
te sientes sola y lo pasas muy mal. Quien se presente, no es un juego,
es mucha disciplina, como que...
por el programa maravilloso, súper bueno para mi,
y no me puedo quejar. No todo el mundo que se apunta piense
que va a ganar o que va a llegar...
Bueno, yo desde el principio nunca he pensado que era el favorito,
eso lo habéis pensado vosotros, ellos o la gente que ve el programa
y decide. Es una decepción no ganar el programa, pero eso lo compartimos
todos los que hay aquí. Vienes a concursar e intentar ganar.
Sí. Sin duda.
¡Sí! Es muy emocionante estar aquí, es un programa precioso. Un placer.
mejor me reservo la opinión.
Me gustaba mucho por los finalistas: Vicky, Mateo...
Pero enhorabuena a todos.
Fenomenal.
A ver, va a sonar muy manido, pero mi favorita era la ganadora.
-¿Ah sí? Qué guay, gracias.
-A parte porque se le ve que le gusta muchísimo,
que tiene instinto, pero sobre todo muchísimo la actitud que ha tenido
en todos los programas. Que algunos habéis estado un poco sobraditos,
lo digo con toda la sinceridad. (RÍEN)
-Voy a romper una lanza en favor de ellos porque tiene que ser duro
enfrentarse a un jurado que a veces sí que es cruel
y un poquito sobrado. -Gracias, gracias.
¡Gracias!
-Ya sabían a lo que venían, el jurado es el mismo, no ha cambiado.
de veteranía y juventud es Mateo, que si no le va bien en la cocina,
le auguro un futuro espléndido en el cine,
porque parece el Matt Damon español. -Es muy guapo, Mateo, muy guapo.
de ellos, tienen mucha personalidad y lo han hecho fenomenal.
Es más de mi estilillo.
Claro, es que yo soy de aquí y te quiero ver. Aquí te quiero ver.
-¡Te quiero como a un hijo!
Es que no me atrevo. ¿Puedo? -¡Por favor!
-¡Ay qué rico eres! Te quiero.
-Lo que comentaba con Lorenzo entre bambalinas, en el caso de Vicky
y en el caso de todos, lo más importante es la actitud
ante este oficio que es para toda la vida
y que es lo que nos va a diferenciar. Lo otro se va aprendiendo, es teoría,
práctica, y ya está, pero la actitud y la chispa hay que cultivarla
desde dentro e intentar tener... Todo el día, fomentar esto un poco.
El talento te lo va a dar la pasión que tú pongas al hacer las cosas.
El talento irá llegando, saliendo poco a poco,
es cuestión de no perder esa chispa y esa actitud ante las cosas.
(GRITA)
(GRITAN)
Ya está aquí el postre.
-Hay que espabilarse, que estamos muy tranquilos.
(SE ASUSTA)
¡Aspirantes! Están empezando a llegar los comensales, así que, ¡rápido!
-Vamos a por ellos. Venga chicos.
Venga, platos, platos, me han pedido platos.
Los platos están muy bien, bien presentados.
-Muy rico, sí.
Formigal, la verdad.
Fue el más duro, pues sí, porque fue uno de los retos,
aparte de en cocina, más fuertes personales.
Tenerme que bajar 2.000 metros esquiando sin tener ni idea.
¡Joder, pero cuántas me voy a pegar! -¡Venga, va, que lo haces guay!
-Tuvimos la suerte de un día increíble,
de sol y de nieve, y aparte, pues mira...
Mateo me hace así porque es su tierra.
(RÍEN)
Y también es bonito eso, estar en el sitio de algún concursante
que ves que está entusiasmado de estar en su tierra.
-Como loco.
Pues aquí estoy, que me voy a cocinar sobre el barco.
Sí, sí, sí.
El año que viene me...
En un momento dado cuenta uno un chiste que hace una tortilla.
Es verdad, no hay ningún problema, coño.
Tuvimos que pasar cuatro olas gigantes
y llegamos arriba del todo y tenía ya el "toto" mojadito,
saladito y todo, vamos.
Hay que ser natural, es lo bueno que tiene MasterChef.
No, Formigal.
A mí como escenario me gustó más los Jameos del agua.
La prueba fue superintensa, muy bonita
y el escenario era lo mejor de lo mejor.
Hombre, al final el jurado siempre tiene la razón.
(RÍE)
Una cabina de teléfonos.
Para un evento...
(RÍEN)
Para una performance, y montamos una cocina en cabinas de teléfonos.
-Qué guay. -Sí, en Barcelona.
Yo cociné en un barco, en el Rainbow Warrior de Greenpeace.
Fue muy bonito, con dos ayudantes que me eché allí,
un informático y un bombero.
Y otra así interesante, en Noruega, que lo llamaron "wild cooking",
porque no teníamos medios. Me dieron una cazuela,
el bacalao que pescamos, cuatro cosas más.
Tuve que hacer fuego y hacer un montón de cosas
con cuatro productillos, de buena calidad, pero muy pocos medios.
Lo pasamos bien, y luego nos lo comimos en la nieve
con pieles de oso y todo el tinglado allí montado.
-No les deis idea, no les deis ideas. (RÍE)
-Avanzo para la siguiente temporada.
-No les deis ideas...
Bueno, vamos a hacer un tomate nitro.
Bienvenidos, que también es vuestra casa.
No te pares, no te pares. Una de las cualidades
de un "sushiman" es que habla y trabaja a la vez.
-De todas las maravillas que nos ofrece MasterChef,
sin duda estas masterclass son lo mejor de lo mejor.
-Bienvenidos al curso de tapas y pinchos.
-Os voy a enseñar dos de los secretos de mi madre.
-Hoy vamos a aprender a hacer... -Cochinita pibil.
-Esto es pan rallado japonés. -Cebolla, ajitos, pimientitos.
-Vamos a hacer una pieza de mazapán, son unos peces.
-¿La sabéis usar?
-Cocina tailandesa. -Típicas de Méjico.
-Buenísimo. -Y ahora con cuidadito.
-Apretar bien para que quede turgente.
-Así, estiradas. -Y ya terminamos nuestro platazo.
-Y hasta la próxima.
-¡Gracias, corazones!
Me encanta, me encanta. Todo lo que cocinaban y aprendimos.
Además, es que he estado en todas las masterclass.
-Las masterclass, hemos tenido la suerte de ir a todas.
Bueno, todos han sido fantásticos, pero realmente el día más emocionante
fue cocinar mano a mano con Pedro Subijana.
-Veréis que se va espesando un poco la gelatina,
entonces hay que moverla bien, hasta que llegue al hervor.
Y una vez que llegue al hervor, la tenemos que apartar
y guardarla a que se vaya templando otra vez.
que con la mirada me decía si estaba rica la ensalada o no.
Y, o es buen actor, o estaba riquísima,
pero luego tú me diste una zasca que estaba malísima.
¿A que sí, Diego? Diego, para mí Diego.
-Gracias, guapa. -Guapo.
-Luego nos vamos tú y yo y ya lo arreglamos.
-Anda que no... Que todavía tengo un apaño, ¿eh?
(RÍEN)
-Yo ya te pongo bien las pilas. (RÍEN)
Yo quiero romper una lanza por el jurado,
porque aunque es duro con vosotros,
lo veréis, os va a tocar ser jefes, y seréis duros con otras personas
y, entonces, vais a ver los toros desde la barrera
y vais a ver lo difícil que es y os acordaréis de todos.
Todo es un aprendizaje al final, cuando se está en un lado y en otro.
(RÍEN)
Yo lo veo desde fuera. Tengo a mi madre, cocina muy bien.
Tengo un libro de comida gitana.
Las nuevas generaciones cocinan las cosas de mi familia antiguamente.
A cambio de cajón.
A ver, palmas. Que se vea Andalucía.
Arriba.
(TODOS) ¡Olé!
¡Suena bien eso, eh! ¡Suena bien, tío!
Sí, estoy siguiéndolas. Está muy bien.
Estoy aprendiendo un montón, todo lo que no me ha dado tiempo
a aprender aquí, lo estoy aprendiendo allí.
Hay de todo, hay sopas, cremas, verduras, hay postres,
hay menú para navidad, está muy bien.
Nunca había estado delante de una cámara.
Quizá mis compañeros son un poco más... Y yo no.
A mí me cuesta mucho abrirme al principio
y eso fue mi fallo, que me tenía que haber abierto desde el primer día.
Tengo la sensación de que sí, que no me dio tiempo a demostrar
todo lo que quería, pero estás fuera de tu medio,
con tensión, el tiempo...
No es fácil, pero aún así lo disfruté un montón.
El tiempo que estuve aquí, aprendí mucho.
Aquí tuve el privilegio de poder utilizar el Roner,
que es mucho más efectivo que el lavavajillas.
(RÍEN)
Claro que sí. (RÍEN)
-Raro, raro.
Ay, sí.
(GRITA)
Me quedé como loca.
Y ese supermercado tres minutos.
Manos arriba, yo me volvía loca.
Y me quede chupada.
Cinco kilos, fíjate si lo di todo.
Nunca lo pensé: ¡71 años y en la tele, hombre, por Dios!
(RÍEN)
No me digas...
Infanta Elena. (BESA)
Fíjate tú, Carmona.
Toma ya.
-Ay, la porra. -Vamos, Churra.
Si no me acuerdo ni cómo se enciende la cocina.
-Yo te lo enciendo.
-A ver, pan. -A ver, ¿tenemos pan?
-El queso...
-No hay problema. -Vamos.
-Lo vais a poner nervioso. Ramón los va a poner nervioso.
-A ver, ¿qué queréis?
-Huevos poche. ¿Hacéis unos huevos fritos?
-¿Este? -¡Claro!
-Ramón y un poquito de... de salmón. -De salmón, vale.
Pues mira, huevos con salmón. -¿Quesito de cabra también?
-El queso ya lo tienes, te falta la miel.
-Aquí está la miel, el oro líquido.
Aquí está el oro líquido. -Vale.
-Atún. -Qué lujo, por Dios.
Berberechitos. -¿Y gambas? Has cogido pocas.
Vendemos las gambas, señores. -¡Que las tenemos frescas!
¡Vamos, que se tienen que acabar hoy las gambas!
¿Habéis cogido suficiente para 30?
-Bueno que sí. -Para todos.
-Por favor... -Hola, ¿qué tal?
Es el relaciones públicas de este restaurante
que tiene tanta estrella junta.
-Qué rico. -Está muy bueno.
-Gracias a vosotras.
-Está buenísimo.
-La verdad que el toque del alioli, sí.
-Aquí solo se triunfa si se sorprende.
-Hola. -Hola.
-Esto está muy bueno. -El mío está muy bueno.
-El mío está muy bueno también.
-Dame mucho trabajo. -Esto está un poquito blando.
Lo dejo aquí. -Pues nada.
-Está un poquito azucarado. -Le falta sal.
-Yo me inclinaría un poquito más por este.
-Un nivel... -Y esta lubina.
-Muy rico el sabor.
-Es mucho más de lentejas.
-Preparándome para esto. -Casi me tiro por este.
-¿Ah, sí? -Sí.
-Estoy contentísima.
Estoy encantado de volver a mi casa.
Y nada, espero que lo disfrutéis al máximo,
vivirlo como una experiencia y suerte a todos.
Empezaron a crecer como los espárragos.
Niño, cuando se levantaron... ¿Cuándo se acaban estas mujeres?
¿Cuándo habíamos visto una de esas?
-Ninguna, en la vida. -Madre mía.
-No creo, no creo.
(RÍE)
-¿Cómo lleváis la popularidad después de que os vean
tantos millones de espectadores? ¿Cómo se lleva eso?
-Yo es que en mi caso, fíjate. (RÍEN) -Cuéntalo.
-Trato mucho con el delicado, soy funerario.
y entró allí: "Hola, buenas tardes", me dicen:
"Yo te conozco". (RÍEN)
"Pero, perdona, perdona", y yo: "Sí, de MasterChef".
"Claro, ya decía yo". Toda la familia allí.
De las lágrimas pasan a...
(RÍEN)
Se quedan justo así.
¿Los nervios? Es el directo.
Yo siempre digo que un restaurante son dos sesiones, dos actuaciones
al día, y hay ese "runrruneo" que lo has de tener y te crece.
Pero ha de ser presión, pero sin compresión,
o sea, siempre tienes una presión, pero nunca has de estar comprimido.
Has de trabajar disfrutando porque al final lo que vendes
no es comida es felicidad.
-Se trata un poco también de focalizar ese nervio
y convertirlo en positivo. Creo que cualquiera,
en cualquier disciplina, es intentar que el nervio
que tienes en el estómago, que Bendito sea que esté también
porque te mantiene muy vivo, te lo comes, nervio, pero venga.
Porque si no, sabes que lo vas a hacer peor al final.
-Hola, amigos de MasterChef.
Quería felicitaros a los que habéis llegado a la final,
desearos mucha suerte
y pedirles a los jueces que sean menos duros,
Pepe y Jordi. Un besito, Samantha y Eva.
Cuidaos mucho.
(LLORIQUEANDO) Yo no quiero
que se acabe MasterChef. (RÍE)
Es de los mejores programas
de entretenimiento en este país. No se puede acabar, queremos más.
Con este jurado tan estricto, pero tan justo.
Y esos concursantes dándolo todo...
tiene que seguir de alguna manera.
Un beso enorme, todo mi cariño y todo mi apoyo. ¿Y qué deciros?
Que volváis pronto. Adiós.
-Hola, soy Boris Izaguirre.
Aprovecho el debate para intervenir mínimamente
y saludar a mis amigos del jurado,
que son los mejores amigos, los mejores cocineros
y el cocinero con la voz más bonita del mundo, que es Jordi,
a mi queridísimo Pepe y mi adorada Samantha,
la mamá de mi mejor amiga.
Así que... a todos vosotros, quiero daros mi apoyo desde aquí,
que sois los mejores.
-Hola, ¿qué tal?
Estoy muy triste
porque por ser famosete
me habían invitado a estar ahí con vosotros en la final.
Tras tanta semanas siguiéndoos, digo: "Por fin podré meter la cuchara,
a rebañar algún plato", pero no ha podido ser
pues estoy acabando mi peliculilla para el tres de octubre
y me está pasando como a vosotros,
cuando quedan tres segundos, y hay que emplatar.
-Amigos de MasterChef, enhorabuena
por esta segunda temporada llena de éxito
y que sigáis con más. Sobre todo, gracias por entretenernos tanto
y comiendo tan rico. Gracias.
-Me encanta MasterChef.
Mi familia al completo somos superfans,
sobre todo mi hija Alegra y yo. Nos da mucha pena que se acabe
y que... es un programa genial.
Chao a todos.
-Yo quiero ser catador profesional de MasterChef
porque veo que hay muchas cosas
que están hechas una pena,
que no sirven para nada, que lo dicen los chefs,
pero que yo me las meriendo. Las tartas de limón hechas polvo...
¡Por favor! Catador profesional.
O camión de la basura, como veáis.
Camión de la basura y de reciclaje medioambiental.
No, la verdad.
Todavía me cuesta asimilar esto.
Porque solo vine a aprender cocina.
Ni siquiera tengo TV en casa.
Me hace mucha gracia, es de coña.
(RÍE) Que me paren por la calle como "Hola".
Pues es bastante curioso
porque sí y nunca me lo hubiera imaginado.
Te quedas como: "La gente me conoce".
Yo... todavía
no lo asumo. Aún no soy consciente del alcance de esto.
Todavía no...
-Lo llevo bien, porque la mayoría,
por no decirte el 100%, se te acercan con cariño.
Sorprende que te llamen "Oye, Emil",
como si estuvieras en el salón de casa, pero es que has estado
en el salón de su casa durante mucho tiempo.
Entonces lo llevo bien.
Me encanta que se acerquen los niños.
Y también me gusta mucho que se acerque
algún profesional y te diga
que le gusta
lo que estás haciendo.
Soy seguidor de MasterChef. Es un programa que me encanta...
Es un programa estupendo
y que ha llegado al corazón de la gente.
Me ha enseñado a hacer platos más delicados, mejor presentados...
Algunos trucos de cocina, que no tenía ni idea.
En verdad ha ayudado
a que muchos jóvenes se acerquen a esa zona escondida de la casa,
donde nada más que íbamos a calentar la leche al microondas.
El nivel de los aspirantes es alto.
Hay de todo, hay muy buenos, regulares y menos regulares.
Desde el principio, el aspirante que más me ha gustado
ha sido Emil. Lo veo un tío que puede sacar buena cocina.
-Qué simpáticos son.
Me caía muy bien Jorge,
me parecía una persona superamable.
(CANTANDO) "Sí, chef, lo primero que tuvimos que aprender".
Igual Marina me pareció algo sobradita.
No quiero volver a hacerlo con el té, ¿vale?
Pues me quedo con dos polos muy opuestos:
con Milagrosa y con Marina.
Me lo comía vivo.
Ni concursante favorito es Cristóbal, porque es de Córdoba.
No puedo parar de hablar.
Gonzalo, porque es muy criticón y me cae muy bien.
Cualquiera mañana está en la calle.
Todos son muy simpáticos y yo creo que se portan bien.
El jurado algunas veces... regulín regulán, ¿eh?
Un poquitín duros.
Hay que ponerse en el puesto del aspirante.
Vaya, hombre.
El jurado es como todos lo jurados: duro cuando tiene que serlo,
es flexible, es gracioso a veces,
pues bueno... para el gusto de todos, creo.
Pepe es para mondarse de risa.
Es un programa, la verdad, bastante divertido.
-Quiero que haya una tercera edición de MasterChef, por supuesto,
y que me llamen. -Programa que aconsejo a todos.
Ya te digo.
Hm... no sé si quiero volver.
que no soy consciente de la que he liado.
y a ver qué me depara.
La ganadora ya verás en Palma.
Un "icono sexual", también me dicen. (RÍE)
-Es que ese puntito de las gafas,
de quitártelas así tipo Rocky, tipo la chica de Rocky...
-Te lo voy a hacer a ti.
¿Sabéis que estáis cumpliendo una función social,
porque es maravilloso escuchar a uno de estos chavales jóvenes decir
que estas cocinas, que antes estaban cerradas a cal y canto,
ahora se abren,
hablando de las redes sociales, que los jóvenes
las manejan mucho, gracias a programas como este,
de repente tienen miedo, rompen esa barrera, y saben
qué es una sartén, una olla o una espátula, para cocinar.
-Qué bonito. -Sí.
-Gracias, hombre, algo bueno...
-Este plato es de mi madre.
(EMOCIONADA) Este plato es de mi madre.
-"Mi madre es una persona muy fuerte y muy luchadora".
Mi heroína en esta vida es mi madre, sin duda.
-Esto es de mi madre.
El plato que nos hace siempre cuando llegamos de viaje.
"Es parte de mí".
-Ahora ya no podemos cocinar. (RÍE)
-¡Ah! No me lo puedo creer.
-Ole, ole, ole.
¡Ole, mi gorda!
-"Ha sido un subidón. Además, un subidón"
realmente que necesitaba.
-¿Por qué lloras, tonto?
-(LLORANDO) No sé. -(RÍE)
-¡Mami! (RÍEN)
-Qué bueno, qué bueno que... (BESA)
-¡Oh! ¡Madre mía!
Ramón...
"Ha sido algo..."
muy emocionante. (EMOCIONADA) Es increíble.
-¡Lo que te quiero, mamá!
-"Se me hace muy duro que Mateo no esté en casa".
Normal, es mi hermano.
Ole, mi madre, que huele
como las rosas.
-"¿Cómo no emocionarme de ver a mi madre?".
No podía ser mejor.
-¡Ay, que esto es increíble!
Os habéis pasado, vamos. (RÍEN)
Pues... mucha emoción porque aparte...
Bueno, es que fue levantar
la caja y me vino un bofetón del chilindrón, que dije:
"No. Eso lo ha hecho mi madre".
(LLORA)
¡Ay, mamá!
"Llevaba mucho tiempo sin verla
y la he echado mucho de menos, claro.
Y bueno, pues eso, un momentazo".
-A mí me gustaría daros la enhorabuena
porque yo creo que una de las... vamos, del éxito de este programa
es que es muy humano.
¿No? Habéis tocado el corazón de toda la gente
que, desde sus casas,
ve MasterChef? O sea, que cocináis pero además, no sé,
con amor, mucho sentimiento, mucha humanidad,
y una pasada. O sea, que enhorabuena
porque hacen falta sentimientos así.
A ver, es que es increíble.
Es muy fuerte. Estás separada
varios meses de tu hijo chiquitito,
pues claro...
"No te esperas para nada, pero para nada, lo que vas
a encontrarte y menos que estará alguien de tu familia. Y de repente
ves a esa cosita". -Mami.
"Que es que, además, casi ni la veía.
No lo encontraba, no llegaba a la altura de la cocina".
¡Oh! ¡Gracias!
"Las personas que a lo mejor digan: 'Es que se actúa...'.
Qué va. Es que todo lo que se ve es puro sentimiento,
es lo que te sale del alma y no puedes contenerte,
son emociones puras y duras".
La vida cómo es... Es muy fuerte.
-Con los adultos puedes no ser tierno. Con una pequeña
y tan maravillosa como Creta, lo primero que te sale es ternura.
Y más cuando llevas uno, dos, tres meses
sin ver a nadie que realmente quieres.
Porque a estos los soporto, pero quererlos...
Le daré un millón.
Yo creí que iba a aparecer Leti, no mi madre.
-Pues fíjate que le he echado sal, ¿eh?
-Está soso, está sin sabor.
-Ella es así, siempre.
Teneros delante era como tener a mi madre.
Igual. Era lo mismo.
Digo: "Ahora ya no hay tres jurados, hay cuatro".
Fatal. Pero convencida de que iba a aparecer
o mi hermana o Leti, porque mi madre no ha cocinado en su vida.
Un tumbet mallorquín, que supongo que habrá hecho
mi hermana, o Leti.
La cocinera de mi madre.
Se moría de risa. Le digo: "Leti, al año que viene vas tú".
Y mi madre: "¡Una porra! Tres meses sin Leti...".
(RÍEN) Indignada.
"No, ni p'atrás".
"En tus vacaciones", le decía.
¡Huy, perdón!
No me he dado cuenta.
Esto va ahí.
¡Uh! ¡Huy, Dios mío!
¡Ten cuidado, Vicky! ¡Échate para allá!
¡Hostias, se han quemado!
-¡Ah!
Qué ideal.
Voy echándole el huevo poco a poco.
Eh, harina...
-¡Ah!
¡Dios! ¡Ah!
¡Ah! ¡No me jorobes!
-¡Ay, perdón! -No pasa nada.
-¿Te he hecho sangre? -Nada.
Qué desastre.
-¡Tengo la negra con el caramelo!
¿Esto? -Apio-puerro.
-Apio-puerro no. Apio-puerro no. Apio-nabo.
-Aparcado. -Desmoldar. "Raca".
Costó. Sufrimos, ¿eh?
Creo que fue de las cosas
que luego se da cuenta la gente
de lo difícil que es dar de comer en un avión.
Lo que me encantó es que ya tengo mi campesino, mi payés,
que ha creado una nueva verdura, el "apio-puerro".
Porque yo creo que ahí íbamos a hacer
un injerto. -Un plato nuevo.
Fue un desliz mental.
Porque a veces,
el Alzheimer me viene. -Desliz.
-Era para tirarla.
Fue un favor. -Era...
-Gracias. -No, al final,
siempre digo: "Hay que dar de comer y rico".
Con lo cual, es más fácil tirarlo y empezar de cero
y hacer algo bien que no intentar arreglar algo
que no podías... -No tenía arreglo.
-No tenía arreglo.
Lo que hay que hacer es acercarnos, pedir perdón
cambiar el plato inmediatamente, etc.,
pero ahí con los nervios, corriendo a toda castaña, no...
-Ni lo piensas. -Haces lo que puedas.
Podían haber pasado muchas.
-Yo creo que
en todas las cocinas suceden cosas.
Y si no cocinas y no te metes en la cocina, y no te atreves...
Yo creo que a más de uno se le habrá tostado la sartén.
Creo, no sé.
Llevarse un tajo
y... Si no te metes, no et mareas.
Los nervios. (RÍEN)
-¡Guapa!
-Es que, de hecho, antes de ser vegetariana,
yo ya lo hacía en mi casa, pero los hacía tremendos.
A ver, el título de vegana tampoco me gusta demasiado.
Porque siempre he dicho
que soy Celia Lastres y no como carne ni pescado.
Y a partir de ahí que cada uno tenga la flexibilidad que quiera.
Yo también decía que era "flexivegana".
Me han dado hasta en el carné de identidad por eso.
Porque en casa como vegano, pero si salgo fuera,
me permito comer un pincho de tortilla, un chocolate a la taza
o alguna cosa así, que considero que...
(RÍE) -¿Un chocolate a la taza?
-"Joé", un chocolate... -¿No puedes siendo vegana?
-Tiene leche. Tiene leche.
-Ah, a mí es que me chifla la carne y el pescado.
-(RÍE) Bueno. -Y el marisco...
y todo lo que esté vivo.
-Claro.
Venga, tengo que ir a por las gafas primero.
-Somos un montón.
-¿Qué tal? -Hola.
-¿Cómo vas? -Pues...
aquí es.
-De gambitas hay. ¿No tenemos más?
-Yo empiezo ya.
-Más. -¿Qué queréis ponerle más?
¿Qué plato es este? -Aquí, aquí.
-Pero ¿qué plato es? -Esto es un espárrago esparragado.
-¿Espárrago esparragado? -Claro.
Es el típico espárrago que se hace en Cádiz.
-¿Espárrago esparragado? -¡Claro!
-¿Eso existe? -Sí.
-¿No te lo has inventado? -¡No!
Y luego se hacen las tagarninas esparragadas.
La misma manera de hacerlo... -El ajo lo machacas.
-Sí. Está más bueno con el ajo machacado.
-Trae.
Señores, ¿alguien ha cogido laurel? -¿Alguien tiene clavo?
-Celia. -Dime.
-¿Has cogido patatas?
¿Te sobra alguna? -No tengo patatas.
¿Alguien tiene algún tomate
para dejarme? -¿Lima ha cogido alguien?
-Tampoco, tío. -Tampoco.
-¿Tú tenías cilantro?
-Fresco no. -Pues ahí lo tienes.
-Equipo, ¿alguien tiene brotes de mostaza?
-No, tío. -Yo no.
-Si alguien quiere harina de trigo, tengo una de sobra.
-Yo, yo.
Porque tengo de maíz. -Te doy de trigo
y tú me das de maíz. -¿Me dejas maicena?
-Toma. Toma. -Me sobran dos huevos.
¿Alguien los quiere?
Pues nada. Coge de aquí.
-¿Alguien tiene huevos? Que voy
a recolectar, como en la granja.
-Marina, Marina... -Tengo huevos.
-¿Alguien ha cogido más harina de trigo de lo normal?
-Toma, tengo una de sobra. -Compartimos.
-Ajos. -No.
-¿Alguien tiene algún huevo de sobra?
-Sí, yo. -Lorena, ¿tú has cogido arroz?
-Sí.
-¿Necesita caldo? -Sí.
-No he cogido hojaldre, ¿tú tienes?
Si en casa se te olvida,
cuando estás cocinando, no sé, la leche,
vas a tu nevera y coges.
(AMBAS) ¡Claro!
-El tema es eso, que cuando has hecho la compra,
te das cuenta de que te falta un ingrediente.
Entonces, o no haces el plato
o pides sopitas...
di que sí, que en mi taller pasa todos los días.
Le he puesto la guinda. Habéis sido muy buenos.
¡Prevenidos!
Aspirantes.
-Tú quédate ahí.
-Necesito que estéis concentrados.
-Tres, dos, uno... -Vámonos.
Hola, María. ¿Qué tal?
(RÍEN)
Por ahí.
¿Qué hay, amigos?
Como me vea mi mujer planchando...
Vale, de acuerdo.
Luego, los botones de fuera.
Bienvenidos a MasterChef. -¡Hola!
(RIÉNDOSE) "Hello".
Este es nuestro dormitorio. -La cama de Lorena.
-La camita mía, con las fotos. Toda mi "family".
-Mira, la habitación de los chicos. -La habitación del pánico.
-Es la habitación real. -Mira, Mateo estudiando.
-Mateo finalista. Emil, no seas antisocial.
Cambia de actitud, que te lo han dicho.
-Hasta luego, adiós. -¡Adiós!
-Hola, chicas. -Con las gafas no, que estoy fea.
-Por aquí, Marina. -Una quiche pimientos
con sobrasada. -¡Toma ya!
Está poniendo la mesa. -Hola.
-Piri, piri, piri.
José estudiando. -Es el que más estudia.
Haciendo deportes. -Me estoy poniendo maza.
-A tope, quiere ligarse a todas las nenas.
-Quiero ligar, pero no me dejan.
-"Con el monitor
daremos una clase de iniciación al pádel".
Sabemos que no es una sartén, es una pala.
No por tener agujeros es para hacer castañas.
¡Muy bien la clase con las chicas!
Pero nos hará falta un camión de bolas.
(CANTURREAN)
Si no fuera por estos ratitos...
-¡Ay! (RÍEN)
Mírala, que te haces pis.
La alegría de la huerta.
-Cristóbal... -Claro.
-Que no calla ni bajo el agua.
Es el quisquilloso de la casa.
Es como la abuelita. -¿Llevo nuestras cosas dentro?
-¡Catwoman! "Oh, my God".
-Hola, ¿qué tal? Voy a ponerme guapa ahora.
-Somos los pros.
(CANTA) "Gracias por venir".
¡Adiós! Os quiero, España.
Cortamos. ¡Hasta mañana!
-¡Qué bueno, tío!
Qué bueno.
-Bueno, no he podido grabar mucho porque había gente que no quería
que la grabara recién levantada...
-Yo no, ¿eh? -O sin maquillar.
Y a veces decía: "Bah, no grabo, ¿para qué?".
Si voy a grabar para que se quejen. -Vicky, te daba igual a veces.
Cogías la cámara y grababas. -Son aburridos, no querían grabar.
Al final, yo también quería salir y claro...
¡Al final no he salido, malditos!
-Lo que nos reímos con el enano.
-Mola un montón. Ha molado.
y con Churra...
Milagrosa dormía con Vicky y con Lorena.
Y luego Celia, en un apartadito que había ahí, con Lola,
que se fue muy rápido.
Entonces ella estaba en la suite real solita.
Emil, Gonzalo y Dani dormían en otra.
Y arriba, la habitación del pánico. Al pobre Mateo
lo tenían entre calcetines,
jerséis... todo tirado.
-Mira, yo llegué el primero
a la habitación, me cogí la cama del fondo
y empezaron a llegar y bueno... Con el tiempo, ya,
por las noches se empezaron a soltar.
(RÍEN) (IMITAN RONQUIDOS)
-Pero por todos lados.
(RÍEN)
-¡Qué exagerado! -Tú también.
-Sinfonías. -Bueno, bueno...
-Yo no roncaba, Mateo. -Tú no.
-Gracias. Pero Mateo también...
habla por las noches.
-Hablas más dormido que despierto.
-Turnos de cocina.
-Cumplíamos los turnos. -Luego había turno de prácticas.
Los fines de semana, si había tiempo,
había también turnos de... -Cocinábamos todo el tiempo.
-Emil. -Tú fuiste el MasterChef en casa.
Porque cocinas... ¡buah! -Lo que puedo decir
es que en casa,
en general, todos cocinábamos mejor que aquí.
En general.
Y en cambio ha habido excepciones de que en casa cocinaban
pero fatal... (RÍEN)
No se sabe por qué...
No lo digo por nadie. -¡Venga, suéltalo!
-Suéltalo tú. -Yo en casa cocinaba mierdas,
no sabía ni hacer una tortilla de patatas.
-Al principio, me llamaba "empollón"
y se quejaba de que estuviera
con los libros y las recetas todos los días.
-Al final...
-La que más... Estaba todo el día
con el libro de Jordi.
Allí había gente que limpiaba y gente que nunca limpiaba.
-El que cocinaba limpiaba.
Y nos quedábamos hasta las tantas.
que tirábamos hasta al basura.
-Me mareo, Pepe.
-Pues muy bien.
-Nada, estamos aquí... pasándolo bien.
Nos han dado cuchillo y tabla, y a jugar.
-Mía.
-Alguna vez. (RÍEN)
Sí.
-Sí, chef.
-¿Esta cucharita de gambas?
-Son berberechos con vinagreta.
-En una vinagreta.
-Por favor. -¡Qué bueno!
-Muchas gracias.
De trigueros con setas...
-Oye, extraordinario, ¿eh?
-Yo soy mucho de... -Atún.
-Pero el berberecho estaba genial. -Sí, el berberecho.
-El berberecho. -Pepe diría que es mejorable.
se le está poniendo cara
de cabroncete.
(TODAS) ¡Pepe!
-Sales gordo en la tele con lo delgado que estás.
Yo estaba enamorada de ti.
¡No!
-Jordi Cruz está muy bueno. ¡Lo tengo que decir!
Yo miro a todos. Me gustan todos.
(RÍE)
(RÍEN A CARCAJADAS)
(RÍEN A CARCAJADAS)
-Espera, en el manicomio.
La camisa.
(RÍEN)
(CANTAN) "Una morena y una rubia..."
¡Ay, qué bueno! -¡Oh!
¡Uh, cuánta leche tiene ahí! -Que va a hacer algo.
-¡Ay!
(RÍEN A CARCAJADAS)
¡Ah! ¡Justo al final!
-Emula a las gafas de Cristian.
He dibujado las gafas...
(RÍEN A CARCAJADAS)
Ay, yo ya he abrazado a Javier Cámara
y me lo comía vivo.
¡Toda tu cara entera!
-¡Qué maravilla!
-Son los favoritos.
-¡Qué van a ser favoritos!
-Qué pareja.
Solo me sé esa y porque tengo unas chanclas de esa bandera.
(RÍEN A CARCAJADAS)
-Es que el estilismo a mí no puedo.
No puedo. -Vale. Perfecto.
Miraba a mi compañero y decía: "¿Qué hacemos aquí? Parecemos
llaveros colgados de los vaqueros".
Voy a pedirte dos platos. He venido con mi amiga imaginaria.
Angelines. -Angelines, encantada.
-Angelines, ¿te parece bien un salteado oriental de fideos?
-(VOCECITA) No me gustan. -Es un poco José Luis Moreno.
Me encanta.
(RÍEN)
(RÍE)
(MURMURA)
(RÍE A CARCAJADAS)
a muchas...
Jordi, tú también...
(RÍEN) -Sí, sí.
Siempre vienes tú...
No sé, siempre vienes tú. (RÍE) Nunca viene Samantha
ni Pepe a verme.
(RÍEN)
¡Oh!
(RÍEN A CARCAJADAS)
(RIÉNDOSE) Por favor, me muero.
(RIÉNDOSE) Ha quedado un poco raro, ¿no?
(RÍEN)
-Gracias.
Lorena tiene mucho carácter, es muy mandona
y además, tiene un tono de voz in-so-por-ta-ble.
-Madre mía, esto pica que no veas.
-Lorena pasa más tiempo mirándose el pelo,
tocándose los labios y posando que cocinando.
Los primeros 15 minutos de hoy lo único que ha hecho
ha sido mirar la cocina y mirarse en el fuego
si tenía bien los labios.
Chica, te has confundido de programa.
-Elijo a Gonzalo porque ya se escapó una vez, pero esta vez
ya, que apechugue.
-Mateo me ha nombrado capitán
porque sabe que soy uno de sus rivales directos.
Mateo es un lobo con piel de cordero.
-Tiene él.
Ya sabes, los arquitectos se consideran dioses.
Daniel está por encima del resto.
He tenido la suerte de vivir con Barbie Tuareg.
Mejor experiencia imposible.
-¡Ay! ¡Ay, ay!
Pues es un honor por parte mía recibir
estas palabras tuyas.
-Pero qué petarda, por favor.
Bueno, Marina, tú, querida, sabes que no nos hablamos,
por favor, chitón. -Yo sí me hablo contigo.
-¿Tú que vas diciendo mentiras de mí, diciendo que mi madre
no está enferma y estoy inventándomelo,
que no se me ha muerto un familiar?
Guapa, cállate, que bastante tenemos ya.
Cristóbal es... vamos a decirlo en dos palabras,
in-so-por-ta-ble.
Compartir la MasterClass con Emil y con Cristóbal no está mal.
Cristóbal callado, si no cuenta chistes en clase,
podremos aprovecharla. Con suerte, le ponemos bozal.
-Está muy rica.
-Buenísima. -Qué rica.
Para mí está salada.
Yo no le llamo Jordicito, llaverín
ni chefecito ni cosas así. Podría ponerle mil motes y no lo haré.
Vicky tiene mucho carácter.
No canaliza bien las críticas.
No escucha. Y se bloquea.
Vicky es absolutamente insegura.
Claro. -¿Para qué te voy a mentir?
Me marcho.
Adiós. Gracias por todo.
-Me he quitado un peso porque ya no molestará más
en la casa ni en el momento de estar cerca,
que está mucho tiempo fastidiando a los compañeros.
¡Bien!
-A cocinar no creo, porque vamos...
(TODOS) ¡Bien!
¡Qué mono!
Hola, guapa.
Hola a todos. -Hola.
-¿Qué tal, Emil? ¡Felicidades! Di que sí.
-¡Te pasabas criticándome, mamonazo!
¡A que te mato! -No pasa nada, hombre.
Buenas noches a todos.
Qué guapa estás. -Gracias.
Claro. Me encanta estar con todos.
Formamos parte de un programa todos
y tiene sus más y sus menos. En un momento dado, a mí,
la circunstancias familiares me han hecho estar algo tenso.
Pero creo que me superaron y hay que entenderlo.
Es un juego, es un concurso.
He intentado dar lo mejor de mí y ya está.
Si alguien se siente ofendido...
...pido disculpas, no solo a mis compañeros y al jurado,
sino a gente en casa. Soy mejor de lo que parezco, pero hay
que entender las circunstancias...
Ya está.
Soy así para bueno y para malo.
Estaba viviendo unas circunstancias familiares muy difíciles
y mis emociones estaban a flor de piel.
Creo que en ese momento me vi superado,
me dieron la oportunidad,
yo llevaba varias semanas descontento con no poder salir
y me fui. Me han superado muchas cosas.
MasterChef es difícil, es un reto emocional,
es un reto físico, es un reto culinario lógicamente,
se aprenden muchas cosas,
y este reto, cuando no estás preparado,
cuando estás abrumado
con noticias duras, pues te supera.
A mí me superó, lo reconozco,
y no se me caen los anillos por decirlo.
Es decir, me superó y me vi abocado a irme fuera.
pero no dejamos de mirar el futuro con una cierta reserva y esperanza.
Marina es la Barbie esquiadora.
-¡Ay, ay!
-"He tenido la suerte de ir con Barbie Tuareg.
Mejor experiencia imposible".
-"Pues es un honor por parte mía recibir
estas palabras suyas". -"Pero qué petarda por favor".
"Bueno, Marina, querida,
tú sabes que nos nos hablamos, por favor chitón".
-"Me han preguntado. Yo sí me hablo contigo".
-"¿Tú que vas diciendo mentiras de mí, diciendo
que mi madre no está enferma y estoy inventándomelo,
que no se me ha muerto un familiar? Guapa, cállate".
No pasa nada. Hay una cosa muy buena...
Hay una cosa muy buena,
que yo creo que nadie sabe en el programa,
Marina y yo nos llevamos estupendamente. No quita
que las tensiones del programa,
de los momentos, las pruebas, las emociones... para todos,
creo que para los 15, incluso para el jurado,
y para ti, Eva, tenemos las emociones a flor de piel.
En un momento dado, saltamos, se charló, lo contamos,
e intentamos llevarnos lo mejor posible.
Esto es un concurso.
Bueno, yo soy el más estratega de todos...
Es parte del juego.
nunca revelan sus estrategias.
-Lógicamente, pues todos somos personas
y tenemos sentimientos
y te duelen las cosas, pero a ver, Gonzalo...
es como es. Entonces
no se lo tengo en cuenta... -Gracias, Marina.
-No pasa nada.
"Los arquitectos se consideran dioses.
Daniel está por encima del resto".
-"Elijo a Gonzalo porque
ya se escapó una vez, pero esta vez ya que apechugue".
-"Mateo me ha nombrado capitán porque sabe soy uno de
sus rivales directos. Es un lobo con piel de cordero.
Cristóbal es... digámoslo en dos palabras: in-so-por-ta-ble".
-En dos palabras. -"Compartir la MasterClass
con Emil y con Cristóbal no está mal.
Cristóbal, callado, si no cuenta chistes en clase,
podremos aprovecharla. Con suerte le ponemos un bozal".
-Qué simpático eres. Si es que eres
muy simpático. En el culo tienes la gracia.
Como las avispas.
Sé que en el fondo me quiere. -Si nos llevamos estupendamente.
-Y sé que le mola que le cuente los chistecitos...
-Bueno, pero una vez, no 20. -Que le chinche y que...
En el fondo, no es mala gente. -Nos hicimos muy amigos.
Primero no había contacto,
pero cuando pasamos del Rey León, que todos cocinaban
y fuimos a hacer bocadillos de jamón,
nos dimos cuenta de cómo éramos.
¡Bocadillos de jamón para todo el mundo!
¡A 50 céntimos! -Nos los quitan de las manos.
-"Ese día lo recuerdo como uno de los mejores
en el que descubrí a un amigo".
Habla sin parar,
cuenta los mismos chistes 200 veces, pero bueno,
es muy divertido, pero de vez en cuando dices: "Cristóbal, calla ya".
-Bueno, dentro de lo malo,
me he llevado una parte suavecita de Gonzalo.
-Qué bárbaro. -Lo que pasó en Galicia fue
que llegué y me dijeron: "Tienes que hacer los dos equipos.
Quédate uno y haz otro". Dije: "Gonzalo el capitán y a sala".
Y al final, el tiro por la culata.
-También recibí.
La verdad, ese tipo de comentarios
tampoco tiene mucho sentido... No merece la pena comentar.
Entiendo que unos cuantos entramos aquí
de manera ingenua en lo que era un programa de TV
y Gonzalo tenía muy claro dónde venía, con su estrategia,
con su personaje montado...
-Sí.
-Me hace mucha gracia, dicen que soy así,
pero luego que soy un personaje. A lo mejor
soy un personaje, según ellos.
-Y hemos compartido habitación y nos llevamos bien, pero cada uno...
-Sabes que tengo una hermana arquitecto y se lo repito.
En la universidad les enseñan para ser dioses.
-Madre mía. -"Organizan la vidas",
son palabras textuales de arquitectos.
Mi hermana y mi cuñado son arquitectos y me dicen:
"Nosotros organizamos las vidas".
-Claro, ya se ha visto. -Organizaba él.
Era la Srta. Rottermeyer.
-La Srta. Doubtfire. -O la vieja del visillo.
La vieja del visillo, Eva. -El primer día llegó a la casa
y empezó en la cocina:
"Aquí los tupper, aquí los cuchillos,
aquí los cubiertos...".
-Los mantelitos así. -Fui el segundo.
Los siguientes tardaron 8 horas.
Me aburría y ordené la cocina
con etiquetas. -Voy a llevarte a mi casa.
tanto que cuando lo descolocaban todo y dejamos de seguir ese orden,
era: "Gonzalo, ¿y la espumadera?".
-Hasta cuando lo cambiábamos, sabías dónde estaba.
-Claro, eso se llama ser observador, ser organizado...
No olvidéis, que no habéis querido ninguna admitir, que estamos
concursando... Bueno, ya no, que ha ganado Vicky.
Es un concurso y cualquier movimiento
influye en todos los demás.
Es un juego, un concurso... -Yo quiero decirte algo.
Es un concurso, un juego.
Pero se basa en la cocina, ¿no?
-Si se basase en la cocina... -No, déjame hablar.
Tú entraste con un juego o una táctica, me parece bien.
-Otros entramos a cocinar. -Yo entré a cocinar.
-Claro. -Yo también.
-Yo, si perdía, era cocinando.
Se me quemó.
Yo no podía competir de otra forma en este concurso.
-Creo que ahora nos estamos confundiendo.
-Para mí es así. -Es un concurso de cocina
con un jurado, que deciden.
Convivimos 24 horas al día todos juntos
metidos en un casa, tenemos que convivir
15 extraños, hacernos amigos y encima rivales.
Yo lo he jugado así, te puede gustar o no.
-No, pues genial. -Es de mis mejores amigas
en la casa. Ponlo. -¡Toma!
(RÍEN)
-"Lorena tiene mucho carácter, es muy mandona y además, tiene
un tono de voz in-so-por-ta-ble".
-"Madre mía, esto pica".
-"Lorena pasa más tiempo mirándose el pelo,
tocándose los labios y posando que cocinando.
Los primeros 15 minutos de hoy lo único que ha hecho
ha sido mirar la cocina
y mirarse en el fuego
si tenía bien los labios. Chica, te has confundido de programa".
-¡Eso es broma! (MARINA MURMULLA ALGO)
-Eso es muy fuerte.
-Mira, Lorena, viendo esto... -Huy, qué choni soy.
Qué choni. -Lorena, y se lo he dicho
desde el principio, es un poco como yo,
es de esas personas que producen odio o amor.
Al principio, chocamos y hemos hablado.
Nos hemos hecho muy amigos por intereses comunes.
Es un amor. -Le gusta meter la puntillita.
-Era en el horno. -No, dijo
la vitro también.
-¡Y yo! -En la vitro no.
Soy muy presumida, pero como tú, Eva.
Ahora te cuento un secreto con Vicky.
"Vicky tiene mucho carácter, no canaliza bien las críticas,
no escucha y se bloquea.
Vicky es absolutamente insegura". -Es verdad.
-Sí, en ese momento es verdad. Creo que Vicky...
Además, es un amor. -Es real
lo que ha dicho. -Es real. Vicky, además,
incluso con el chef ha pasado,
que le ha dicho cosas en una prueba,
ella se bloquea, no escucha y... -Es que he nacido para jefa.
-Pero no lo considero una crítica.
Lo considero decir cómo es una persona.
Esto lo dirá ella. Cuando vinimos en el avión al concurso,
que veníamos el comando sobrasada,
los tres mallorquines veníamos en el mismo vuelo, estuve sentado
entre esas mujeres estupendas. Marina a un lado, Vicky al otro.
Hablé con Vicky y la miré a los ojos:
"Mira, no conozco al resto, pero tú
vas a ganar el concurso". ¿Te acuerdas?
-Sí me lo dijo. -Y mira dónde está, ganadora.
Es un amor, pero le dije: "Vicky, escucha,
no te cierres".
y decía: "Uno menos, otra semana más. Esta es tuya".
Pero bueno, si no entras con esa actitud...
Como los 15,
a aprender de cocina y a ganar.
a él le he dicho: "Es que eres una vieja".
Se lo digo todo en la cara. -Es verdad.
Es un tocahuevos.
Si es que muy pesado. A veces lo mataría
y digo: "Es que este tío es gilipollas", pero es que es así.
Es que es Gonzalo, punto.
-Bueno, tú crees que te has librado.
-Calla. -¡Ahí va!
-"Buenísima". -"Superrica".
-"Está buenísima"
Está... salada".
Si le sienta bien, bien, si le sienta mal, que le den".
¡Perdón!
"Me ha llamado Gonzalito.
Me gusta que me llamen Gonzalo.
Yo no le llamo Jordicito, llaverín
ni chefecito. Le podría poner mil motes y no lo haré".
Discúlpame.
(TODOS) ¡Bravo! -Gracias, chef.
-Me encanta.
-¿A Los Ángeles?
No me he enterado.
Dios, qué guay. Parece que estoy
en una película.
¡Guau! Steven Spielberg, este sí que mola.
Qué fuerte, aquí son los Oscars. Ostras, voy a ver si me dan uno.
¡Guau, Harrison Ford! ¡Qué chulo!
A ver, qué manos tenía. ¡Uh, qué grandes!
(HABLAN EN INGLÉS)
(EN INGLÉS) "Sí". -¿"Sí"?
-No, no.
-¿Y qué tal? ¿Aprendiste a cocinar? ¿Te enseñó bien?
-¿Fue Jon un gran alumno tuyo o fue difícil?
-¡Uh! -"Thank you".
Bueno, qué guay.
Yo me vengo a vivir a California. Eso es lo más.
(RÍE)
Había un par de americanos que me han interesado.
(RÍEN)
Sí, le he echado mucho de menos
porque es el que más me ha apoyado en los castings.
Es el único que creía en mí. Decía: "Sí, venga".
Y todo el mundo, a lo mejor, me decía: "Bah, una locura".
Y él me ha apoyado un montón, para él ha sido muy importante.
Y me llevo superbién con él.
Es mi media naranja porque nos comprendemos mucho.
Y que no esté en mi vida durante tanto tiempo
me ha costado.
Bernardo lo habrá pasado mal.
Ha pasado hambre en todos los sentidos.
(RÍEN A CARCAJADAS)
Quiero ir a muerte.
Para aprender más. (TODOS) -Gracias.
Bueno, le he visto muy flaco y... Bueno, me gusta.
También me gustaba con barriga. Y le he echado mucho de menos
y él a mí. Es la única persona
que me comprende, bueno, y mi madre.
Qué fuerte, ¿no?
(RÍEN)
De nada.
Alguien tiene que ayudarla.
¿Quién mejor que yo?
Pues muy bien.
Mejor que lo haga él que no otro.
(TODOS ¡Sabor a la vida!
¡Bien! -¡Bravo!
El hecho de haber llegado hasta aquí para mí es supergrande.
(GRITA EMOCIONADA)
He llegado a un punto que no se paga con dinero.
¡Venga, Vicky! -¡Vamos, Vicky!
-¡Rápido, rápido!
¡Venga, Vicky!
Te la copio. -El resultado
es extraordinario. -Tienes un don.