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Peggy Whitson nunca entendió los límites. Cuando era pequeña su entorno le decía que una mujer no podía ser astronauta pero algo cambió. En 1983 la NASA superó sus prejuicios y admitió a Sally Ride en su equipo, la primera mujer estadounidense astronauta. Whitson se atrevió a seguir sus pasos y en 2002 cumplió su sueño: se lanzó a la Estación Espacial Internacional. Desde entonces, no ha parado de batir récords. También en las redes sociales.
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