Mujeres sin fronteras

"Tengo miedo, no quiero que mis hijos sean yihadistas". Lo dice Asma, una madre que participa en el proyecto de Mujeres sin Fronteras para evitar la radicalización de los jóvenes. Más de 5.000 abandonaron a sus familias en Occidente para unirse al Daesh en el momento de mayor auge del autodenominado Califato. La Fundadora de Mujeres sin Fronteras, la austríaca Edith Schaeffer, dice de los jóvenes que han entrevistado: "Todos tenían una gran conexión con sus madres". Su proyecto para combatir el proselitismo yihadista con un mensaje de paz se enfrenta, además, a una "atmósfera islamófoba…que está abonando el terreno para el reclutamiento de jóvenes". ‘Informe Semanal’ aborda el reto de la desradicalización con las voces de madres, jóvenes, pedagogos, historiadores y la del primer ministro Sebastian Kurz, jefe del gobierno de coalición entre conservadores y la extrema derecha de Austria, un país donde crece la xenofobia.