(Sintonía)
No soy capaz de no ir a por el pan
y no darle un bocadito
al pico del pan.
Buenos días a todos,
hoy vamos a preparar
un plato típico de Málaga.
Raro, eh, que yo hable
de mi tierra, pero, ojo,
porque vamos a hacer
un gazpachuelo malagueño
y de postre haremos algo
muy internacional,
una tarta de manzana.
Para hacer el gazpachuelo
me he traído a una paisana,
Paola, una espectadora del programa
que subió a redes sociales
una foto de su gazpachuelo
con el hashstag #hacerdecomer
y dije: "Bueno, Paola,
ese gazpachuelo
tienes que hacerlo aquí conmigo",
porque quiero enseñar a toda España
lo que es un gazpachuelo malagueño.
Y justo está aquí Paola.
Paola, qué tal.
Buenas, Dani, ¿abres?
Pasa, sí, pasa,
pasa, la cocina al fondo.
Voy para dentro.
Paola, qué tal.
Buenas.
Muy bien, bienvenida a mi casa,
me pillaste aquí,
terminando de ponerme el delantal
y ya cojo el tuyo.
Bienvenida.
Muchísima gracias.
Que sepas que no te imaginas
las ganas que tenía
de hacer un gazpachuelo
para todo el que está en casa.
Y el tuyo debe de ser, además...
Es que el problema, no sé,
creo que la gente
no sabe muy bien
qué es el gazpachuelo
y cuando lo explicas
hay cierto pavor, lo reconozco.
O sea, cierto pavor
porque parece una sopa de mayonesa
y cuando dices esto...
De hecho, en Málaga,
en algunas zonas
se le llama, aparte de gazpachuelo:
"Hazme una sopita de mayonesa",
es cierto, mi madre lo decía, etc.
Y yo sé que suena
un poco extraño, pero, de verdad,
os prometo, hay que probarla,
seguid hoy bien la receta
y vais a probar
una maravillosa sopa, a la cual
yo de pequeño le tenía pánico.
A mí me encantaba desde siempre.
Pero es que mi madre... Cuéntame,
ponte por aquí,
ve lavándote las manos,
te voy a poner las gafitas.
¿Te las pones o no?
Sí, cuando estemos ahí.
Lávate las manos
y yo cuento los ingredientes
para este gazpachuelo:
Cebollino, rape, gamba blanca.
chirla o almeja, patata,
fumet de pescado,
aceite de oliva, vinagre de Jerez,
huevos y sal,
Voy a lavarme las manos
y mientras me cuentas
cómo haces tú el gazpachuelo.
Con patatitas, rape,
a veces, rosada, unas gambitas
y almejitas y arroz.
Ah, es verdad, arroz también,
cierto, cierto.
Bueno, el proceso, tu proceso,
cómo lo haces, exactamente.
Pues...
Pongo a cocer
las patatas primero con agüita.
Pones la patata en el agua,
en cascos y cueces, ¿no?
Sí.
¿Y a partir de ahí?
A partir de ahí, luego,
el añado, con menos tiempo,
el pescado, las gambitas,
voy añadiendo y sacando el caldo.
O sea, metes y sacas
para que no se nos pase.
Ahí va.
Eso es un dato importante.
Vale, bueno, mira, si quieres,
puedes ir pelando las patatas
y cascándola y yo voy a ir poniendo
un poco el agua a cocer
porque quiero que hablemos
de la receta pura y dura,
tradicional de Paola.
Sí.
Y no solo de Paola,
sino de mi madre porque ahora,
tengo muchas curiosidades
que contarte, la verdad.
A ver, cuenta.
Entre ellas, es que mi madre,
por ejemplo, empecé a odiar
el gazpachuelo por una razón
muy sencilla que no sé si lo haces
o lo has hecho alguna vez
porque le cuajaba
la clara al final.
Y lo hago a veces
y a mis hijos tampoco les gusta.
Tampoco, ¿no?
No.
Voy a contar lo que es cuajar
las claras al final.
Normalmente, el gazpachuelo
no deja de ser una sopa de pescado
y, de hecho, no solo de pescado
sino de pescadores
y mi madre al final de hacer
la sopa mezclada con el caldo,
fumet con mayonesa,
lo que hacía aparte
era poner una clara de huevo,
la tiraba y la movía un poquito,
hacía como filamentos de clara
flotando en el caldo
y a mí eso, la verdad,
era una auténtica provocación,
o sea, ponerme la sopita con...
¿Qué edad tienen tus hijos?
¿Cuántos hijos tienes?
Tengo tres, tengo tres,
la más pequeña tiene 20 años
y la más mayor, 26.
Ah, bueno, pero eso ya
se come la clara
con huevo cuajado y no.
Totalmente.
Qué bien y eres de Málaga capital.
Sí, de Málaga capital.
¿A qué te dedicas, exactamente?
Pues soy directora
de una empresa importadora
y distribuidora
de artículos de cocina.
Ah, ¿sí? Qué bien,
¿y de gazpachuelo no?
Lo estamos pensando.
Claro que sí.
Bueno, te dejo aquí
para que chasques las patatitas,
puse un agua a hervir
y pongo también el fumet.
Tenemos aquí
el fumet de pescado, así.
Bueno, yo lo haré
un pelín diferente,
pero no es para hacerlo diferente
es por multiplicar sabores.
Ya sabéis que eso nos encanta
y que nos encanta que, bueno,
que ya que tenemos un fumet
que está muy bien y nos da sabor,
lo del tema chirla
a mí me apetece mucho
porque es algo muy malagueño
que nos gusta mucho
y, al final, básicamente,
no acaba de dejar de ser
un gazpachuelo de chirlas.
Así que, voy a poner aquí
el fumet de pescado,
también ya que tenemos gamba,
¿las pelamos, no?
Sí, mejor.
Peladitas, ¿no? Vale.
Hay muchísimas variantes
del gazpachuelo, lo que es la base
del gazpachuelo
que lo voy a contar
porque es una historia bonita
al menos la historia.
que me contaron siempre.
¿Te ayudo?
Sí, te dejo a ti
y yo hago otra cosita.
Venga, voy a echar la patata
en el agua, aquí que le eché
un poquito de sal
y empezamos a cocer la patata
y como decía, os cuento
lo que siempre tenía entendido
como historia del gazpachuelo.
Venga.
Que, seguramente,
lo habrás escuchado:
Es una sopa de pescadores
que se hacía siempre en los barcos.
En algunas ocasiones
me contaron que un marinero dijo:
"A esto le falta consistencia
porque comemos todo el día
caldito que está muy bien,
pero, a veces, necesitamos casi,
bueno, que sea cercano a un guiso
y le voy a meter mayonesa
para hacerlo más consistente
con mucho más cuerpo,
para que esté mucho más rico
y para aguantar más los trabajos
duros de la pesca diaria".
Y así es como nació
o cuenta la leyenda,
que nació el gazpachuelo,
de, simplemente, querer enriquecer
mucho más un caldo
de pescado, un fumet.
Y lo hace.
De ahí surgieron diferentes
versiones, la versión un poco
más económica que, probablemente,
sea solo el caldo, la patata,
algo de almeja
y si tiene pescado, pescado.
Nosotros hoy cogimos
una intermedia con un poco de rape,
la chirla, la gamba,
lo que sí es cierto
es que nos permitiremos el lujazo
de usar la chirla
solo para sacar su caldo.
Lo que sí podemos hacer
es dejar un poquito en un ladito
si te parece bien.
Venga.
Estas las reservaremos
para usar el bicho
y para ponerlas al final.
Bueno, Paola, en redes sociales
cuando vi tu foto
vi que tienes muchísimo fans
y muchísimos "followers".
Bueno, ahí estamos, sí, bien.
Tengo un grupito muy gracioso,
la verdad que sí.
Sí, ¿no?
Sí.
Creo que podemos echar,
luego, lo colamos,
pero ya que estamos aquí
con las gambitas.
Aprovechamos, sí.
Venga, vamos.
Claro, que sepa a mar.
Ahí está.
A mar.
¿Y cómo tienes tantos "followers"?
Pues mira, Dani,
empecé poniendo recetitas
para mis hijas
porque como se independizaron
fue como un punto...
Oye, seguidme aquí
y así seguís las recetas.
Me parece gracioso
que empezaras compartiendo
las recetas para tus hijas
y de repente, 20000 seguidores.
Sí, pero bueno,
le damos aparte de la cocina...
20000 hijas dándoles ideas
para cocinar y para independizarse.
Pero aparte de cocina
como es un puntito de humor
creo que es lo que hace...
Sí, ¿no?
Sí.
Qué bueno.
Bueno, Paola, vamos repasando,
tenemos aquí las almejitas
que vamos a utilizar,
digamos, de guarnición.
Sí.
¿Vale? Aquí tenemos el fumet
donde metimos el resto
de almejas y las cáscaras
de gambas que no las dejamos ahí
como si nada.
Por otro lado tenemos
la patata cociendo,
Nos faltaría ir cortando el rape,
ir haciendo la mayonesa,
¿qué te apetece hacer?
No le tengo miedo a ninguna
de las dos cosas.
Pues la mayonesa.
Hala, ya está.
Bueno, mayonesa, esto es la base
del gazpachuelo.
¿Me pongo al lío?
Te pones al lío,
yo guardo las gambitas aquí,
en el ladito. Échale el aceite.
El aceite.
Venga.
Verás cómo se me corte.
Cuéntamelo, exactamente.
Venga, el huevo.
La sal.
Tienes vinagre aquí.
O sea, vas a hacer una mayonesa.
En vez de vinagre echo limón.
El limón también nos vale, sí.
Cualquier tipo de acidez
nos sirve para hacer
este tipo de mayonesa.
Muy bien.
Venga, vamos al lío.
Así, ponte por aquí.
Yo pongo primero,
hago lo mismo que tú,
pero hago primero el huevo.
Así.
Hay muchas leyendas,
que si la miras, se corta...
¿Sí o qué?
Yo la miro.
Pues miramos para arriba,
mira para arriba.
¿Ves?
No se corta, ¿ves?
Está montando bien,
cuando muevas un poco
se montará ya verás.
¿Con esa cantidad te valdrá
con todo este caldo?
Yo haría dos.
Pues hacemos dos, sin problema.
Bueno, voy cortando el pescadito.
Bueno, pues no se cortó.
Ya sabía yo que no se iba a cortar,
muy bien, mira, te saco
para que eches
esa mayonesa por aquí.
Venga.
Pero como veis, como he dicho,
vamos a usar mucha más mayonesa
de lo que, probablemente,
pensasteis en un principio.
Perfecto.
Muy bien, le echaste sal y todo.
Sí.
Vale, de todas formas
como luego pondremos
al punto de sal todo...
Vale.
Perfecto, pues espérate, Paola,
te doy un poco más de aceite
que tengo por aquí
y así ya puedes preparar
otra mayonesa y yo sigo cortando
el pescadito, el fumet
que ya estará porque os digo
una cosa, a ver, no se trata
tampoco porque eso es un dato
importante, tenemos la sensación
de que por más tiempo
que esté la chirla, más sacará.
Con lo que acaba de cocer
ya es más que suficiente
porque hay un momento
en el que ya no dará más sabor.
No mires.
No miro.
Esto ya lo he aprendido de ti.
Es la segunda.
Lo voy a hacer.
Venga.
Paola, ¿eres de cocina
tradicional o innovas algo?
Me gusta todo, Dani.
Todo, ¿no?
Me gusta todo.
Tu cocina la que más.
¿Has probado mi cocina?
Hombre, tu cocina la he probado,
mira, desde El Tragabuche.
¿Sí, desde tan pequeñito?
Pero Tragabuche además,
hace muchos años que fui allí.
Pero un montón de años,
yo era un "baby", vaya,
en aquella época.
Sí, bueno, Calima.
También.
Dani García, Bibo...
También.
Te seguí por todos lados
y fíjate, quien me iba a decir
a mí que estaría aquí contigo
haciendo un gazpachuelo,
esto es muy fuerte.
Para que tú veas y yo tan feliz
que estés aquí conmigo.
(SONRÍE)
Bueno, a ver, que hago las cosas
y no digo lo que hago.
Os cuento: He colado el fumet
que enriquecimos con las chirlas
y las cabecitas de gambas y ahora,
lo voy a volver a echar otra vez
porque aquí cocinaremos
el rape también.
Mira, te quito esto por aquí
y ya puedes echar, sin miedo,
sí, ¿quieres una lengua?
Venga.
Podemos coger la misma de antes.
Siguiente paso,
tenemos la mayonesa hecha
y creo que usaremos toda.
Claro.
A ver, quienes nunca
tomasteis gazpachuelo,
creo que estaréis alucinando
viendo toda la mayonesa
que se hace, pero, de verdad,
hacedme caso, intentad hacerlo
un día en casa,
vais a alucinar,
pero de lo rico que está.
Totalmente.
Porque es como una sopa golosa.
Es que no conozco a nadie
que no le guste
que lo haya probado.
Total, probad el gazpachuelo.
Meto el rape ya.
Sí.
Aquí, poquitos minutos,
yo soy de que cada cosa
tiene que estar en su punto.
Hablando de su punto,
vamos a ver
cómo están las patatitas.
Míramelas tú misma.
Parece que va bien, ¿no?
Bien, creo que ya, prácticamente.
Yo os doy tiempo,
pero el tiempo en la cocina,
¿sabéis dónde está?
Aquí, en la sensibilidad
de cada cocinero.
Hombre, claro.
Porque hablar de tiempos
es muy complicado, ¿no?
Está bien para tener una, no sé,
una visión orientativa
de cuánto vas a tardar,
más o menos,
en hacer una cosa u otra,
pero luego, la realidad
es que cada cocinero
debe tener, un poco,
ese puntito sensible
a la hora de cocinar.
Así que ya estas patatitas.
De eso entiendes tela.
No, yo hago lo que, bueno...
Esto está ya, prácticamente.
Vamos a ver, yo para no ir sacando
lo que haré será, mira,
ponemos aquí, una vez ya casi
fuera del fuego, echo almejitas
y ya está aquí,
prácticamente, todo.
Vale, estoy casi, casi terminando
el gazpachuelo. Echaré aquí
la gambita también, fuera del fuego
y habéis oído bien.
A lo mejor lo enciendo
un pelín por si la almeja
no se abre, pero a priori, se abre.
El huevo como tu madre, no, ¿no?
El huevo no lo voy a hacer,
mi madre, la pobre, hablo de ella
en cada programa.
Te oigo.
Ya, pero hay veces
que, normalmente,
hablo para criticarla a la pobre,
Pero es que gracias a ella
también estoy aquí cocinando
y esas cosas, ahora,
no me puedo aguantar,
digo las cosas que no me gustaban.
Claro, claro.
Es normal. Bueno, ahí vamos,
estamos cerca ya de hacer el paso
principal y echaré ahora
la patatita.
Qué buena pinta, Dani.
Ya, pero lo dejo al fuego
para que se abra la almeja.
Un hervor y se nos abrirá
la almejita seguro.
Gente que quisiera echarle arroz,
pues se le echa antes
o haberlo cocido aparte
como hicimos con la patata.
Si hay algo que me gusta
es que tenga cada cosa...
Su punto.
Exactamente, la gamba su punto,
la almeja en cuanto se abra,
la quito. Se nota que me ves.
Digo.
Esto está ya, mirad aquí,
mirad la almejita,
la almejita en su punto,
ha sido un hervor, nada,
30 segunditos y ya estamos listos
y ahora, ¿estás preparada?
Venga.
Voy a coger un coladorcito
por una cuestión de...
Pero lo voy a hacer bien.
Te lo voy a coger, mira,
ahora es un momento clave.
Importante en el mundo gazpachuelo
y es que el caldo no puede hervir.
Una vez hagamos esta mezcla
se come templado.
Hay gente que piensa
que se come frío
porque no hierve, no.
80-85 grados
se puede comer, perfectamente.
¿Vale? Pero que no hierva nunca
porque si no, se cortará.
Claro.
Cógete ahí la varilla
que voy a echar ya un poquito.
Así, sin miedo, que el colador
lo usaré, pero al final.
Ahí, vamos mezclando sin miedo.
Importante ir mezclando
para que no corte,
importante, echárselo caliente,
evidentemente, y ahora,
como la patata
también la tengo caliente,
mira, así.
Bueno, ya tenemos aquí,
ahora voy a meter la patatita así.
Venga, vamos a probarlo otra vez.
A ver qué tal.
Estoy emocionado.
Está bueno, está muy bueno.
Está superbueno,
pero hoy no lo haré,
pero la evolución
del gazpachuelo es la Viña Ave.
Ah, totalmente, qué bueno.
Que era, básicamente,
esto, pero se le añadía
vino Viña Ave.
Bueno, ahora por aquí,
voy a hacer, sin hervir, por favor.
Importantísimo,
bueno, al final, el colador
no lo usé.
Qué bien.
Qué apañada eres
te veo ya recogiendo.
Sí, es que es muy importante
que la cocina esté recogida.
Yo me pongo muy nervioso
Y yo, y yo.
Mira, sacamos este platito
porque es que muero
porque te comas este gazpachuelo.
Y yo.
Mira, lo que hago primero
es sacar lo que es la parte
más sólida, digamos.
El tropezoncito, así.
Digo.
Hay que ser generoso, eh.
Con lo bien que te has portado.
Vamos a ver, un cacito por aquí,
aquí tenemos un cacito
y ahora, a mí me encanta.
Mirad qué textura como más sedosa
y esto, de verdad, está buenísimo.
Bueno, yo creo que la gente
que le echa arroz busca trabarlo,
pero para mí, el trabazón
está en la cantidad de mayonesa
que uno le eche.
Ay, Paola, gracias, de verdad,
cómo te agradeceré siempre
que vinieras a hacer gazpachuelo.
A recordar un poquito de Málaga.
Claro, claro.
Mira, tira, yo cojo también.
Vamos.
¿Vale? Así.
No le puse cebollino,
tírale y ahora se lo pongo.
Qué bueno, Dani.
Sigue estando buenísimo.
El cebollino se lo ponemos
como a mí muchas veces me gusta.
Ahí, bastoncitos.
A pellizcos.
Sí, fresco, te digo una cosa,
esa frescura, ese yodo
que tienes en la boca
le viene genial.
Te sabe a casa, casero.
A las playas del Palo.
(RIENDO) Ahí.
Esto quiere decir
que sí te sabe a casa
y lo hemos hecho muy bien
y aquí os dejo
el gazpachuelo malagueño.
Paola, mil gracias
por venir y dejarme compartir
contigo esta receta
tan de nuestra tierra.
Qué orgullo, muchas gracias.
Tu casa para cuando quieras.
Gracias, Dani.
Disfrutad del gazpachuelo.
(Música)
Llega el momento
de la tarta de manzana.
Tengo que deciros que hay
tantas tartas de manzana
como tantos cocineros
o pasteleros que se ponen a hacer
tarta de manzana y luego,
hay, sobre todo, gustos.
Estos son los ingredientes
de nuestra tarta de manzana hoy:
Manzana Granny Smith,
manzana reineta, limón,
mantequilla, canela,
azúcar moreno, gelatina en hojas,
zumo de manzana y pasta brisa.
Lo primero que haré será hidratar
las hojas de gelatina.
Sabéis que, normalmente,
la hidratamos en agua,
yo para hacer este tipo
de brillo prefiero hidratarlas
en el propio zumo,
así que, cogeré dos hojitas,
las partiré a la mitad, así.
Y en el propio zumo
voy a hidratarlas.
Recordad que siempre
tiene que estar frío.
Os hablo de brillo
y no os he contado
las partes que tendrá esta tarta.
Por un lado, tenemos el brillo,
seguido de eso habrá
láminas de manzana verde,
debajo de eso habrá un puré
de manzana reineta
que haremos con la mantequilla
y con este azúcar moreno.
Y nos falta la base,
tendremos esta masita
de pasta brisa
que es lo que voy a hacer ahora.
He hecho lo típico
de empezar la casa por el tejado,
mi madre siempre me ha dicho
que nunca empiece una casa
por el tejado que, a veces,
me lo decía, así que tenemos
el molde que como veis
está pintado con un poquito
de mantequilla. Tenemos aquí
la masita y vamos a ponerla
en el molde, ya sabéis,
la estiro un poquito,
me voy a coger el rodillo.
Os lo digo muchas veces,
pero es importante
que trabajemos las masas en frío
porque, en serio, no es nada fácil.
Si hace mucho calor,
sobre todo, en este tipo de masas
que llevan grasa, mantequilla,
al final, se van... Así, mirad.
Se van a derretir
y nos van a complicar la vida.
La dejo caer todavía sin presionar
porque necesito meterla
con mucho cuidado con los deditos
y ahora, ya es el momento
de cortarla, así.
Bueno, este paso es fundamental
para, realmente, darle la forma
que queremos. Siguiente paso,
bueno, el paso mítico
de cualquier masa
cuando uno no quiere que suba
que es pincharla y hacer agujeritos
para que no se nos sufle.
Para, además, ayudar a que no suba
siempre ponemos algo de peso.
Como siempre, no hay mejor peso
que echar legumbres
que siempre guardamos
para este tipo de ocasiones
que son estos garbancitos
que ya usamos en alguna
que otra ocasión, por eso veréis
que están
como un poquito más oscuritos.
Ahí vamos, así.
Horno 180 grados,
10 minutitos, allá vamos.
No olvidemos de ponerlo arriba,
abajo y ventilador.
Así que, allá vamos.
Y mientras se hace la masita,
voy a ir preparando el puré
y el brillo,
lo primero que haré será el brillo.
Os acordáis que teníamos aquí
la gelatina hidratando.
Importante que no se os pegue
abajo, así que la pondré a calentar
y en cuanto esté
a unos 65-70 o 75 grados
ya habrá disuelto, echaré el resto
y apartaré para que vaya,
poco a poco, cuajando.
Por otro lado, voy a pelar
la manzana, en este caso,
la manzana reineta
que como sabéis tiene como un toque
mucho más dulzón a esta.
Lo que sí es importante,
me da igual el tipo de manzana
que uséis, pero sí me gustaría
que por arriba pongáis siempre
manzana Granny Smith
que es un poquito más ácida.
Así que voy a sacar
mi sacacorazones
y que la raíz salga, completamente.
Bueno, aquí lo bueno es que,
aunque no nos quede perfecto,
como la cortaremos en trocitos
para hacer el puré,
si se nos quedó
alguna semilla dentro,
la quitamos.
También os digo una cosa,
vamos a ser también, sensatos
y operativos, no me gusta
que se oxide, pero es cierto
que en este caso será un puré
de manzana, ligeramente,
caramelizado, por lo tanto,
el color no es lo más importante
de todo, aunque, seguramente,
me escucharíais decir
en algún programa que la oxidación
no solo es una cuestión de color
que también es de sabor.
Se calcula que en todo el mundo
hay 7500 tipos de manzana,
nada más y nada menos.
Tardaría como 20 años en probar
todas las manzanas que hay.
Que no se nos olvide
que tenemos el zumito
con la gelatina puesta.
Mirad, esto ya ha cogido
la temperatura idónea,
así que lo apartaré
y añadiré el resto de zumo.
Y esto lo reservamos
porque necesitamos que cuaje.
Si pensáis que podemos meterlo
en la nevera, sí, pero prefiero
aguantarlo un poquito
y que pierda ese exceso de calor
ahí mismo, de manera natural,
sin forzarlo mucho.
En alguna ocasión hablamos
que la manzana suelta
un gas, el gas etileno
que si lo pones, por ejemplo,
en un frutero cerca de un tomate
o cerca de un plátano
o cualquier otro vegetal,
provocará que madure mucho antes,
o sea, si tenéis manzanas
y queréis que un plátano madure más
pues lo ponéis cerquita.
Voy a ir poniendo el azúcar
ya a derretir, así.
Sartencita por aquí,
fuego preparado,
azúcar moreno
y no porque sea azúcar moreno
no nos viene bien siempre
echarle ese poquito de agua
que a mí me gusta echarle
por una cuestión de precaución.
Ahí vamos,
un poquito de agua por aquí.
Vamos allá.
Así, y voy a sacar también,
un bol para ir echando la manzana.
Voy a ir cortando la manzana,
recordad que tenemos aquí
un poquito de limón
que sacaré ahora su zumo
y usaremos la mitad
del zumo de limón
para hacer el puré de manzana
y la otra mitad para conservar
las láminas que usaremos
de manzana de decoración
para que tampoco se nos oxide.
Manzanita cortada por un lado
y voy a utilizar,
como hemos dicho, medio limón,
que a mí me gusta cortarlo así,
transversalmente.
Voy a coger un colador.
Yo hago manzanas asadas
hasta en el microondas,
de hecho, muchas veces,
para hacer puré de manzana
lo hago siempre en el microondas.
Dejo esto por aquí,
voy a mover un poquito.
Complejidad del azúcar moreno
porque pensaréis: "Adiós,
pero si este azúcar
ya parece estar caramelizado, ¿no?"
¿Cómo averiguamos
que está caramelizado?
Es una cuestión de sensibilidad
y aquí, sobre todo,
de olfato, cuando vayáis oliendo
que aquí hay caramelo
y, sobre todo, el tipo de burbuja
que hay encima, será el momento
de añadir la mantequilla
y luego, la manzana,
con mucho cuidado, por favor.
Luego, la manzana
está como muy relacionada
con la dieta porque creo que tiene
ese punto saciante.
Importante también
en este punto, hacer lo que hago,
ir bañando toda la manzana
y ponerla a cocer,
quiero que se cocine,
que se cocine esta manzana
en este caramelito
y en este toffee que os aseguro
que huele ahora mismo brutal.
Bueno, las manzanas
que tengo aquí van a estar,
aproximadamente, media hora,
quiero que se acerque casi
a un puré que al trozo
de manzana propiamente dicho.
Por otro lado, os recuerdo
que tenemos la base en el horno
y el brillo aquí cuajando.
Mientras tanto aprovecho
ese tiempo para ir haciendo
las láminas que pondremos
encima, no solo de decoración
sino que nos dará ese punto
ácido y fresco.
(Música)
la masa la hemos tenido
10 minutos en el horno
y ya la tenemos precocida
por decirlo de alguna manera
porque todavía le daremos
otra cocción más.
La manzana ya la he cortado
y le echaré un chorrito de limón
por encima para que se me oxide
lo menos posible.
La reineta, por otro lado,
la tenemos ya lista
y lo que haré
será echarle la canela
que no se la quise echar antes
para que bueno,
esté como más fresca,
no me gusta que cueza aquí
todo el tiempo, así.
Voy a mezclarla bien
y voy a triturarla.
También os digo una cosa,
la podéis poner sin triturar
si os gusta más.
A mí, en este caso,
hoy voy a triturarla
porque me apetece una textura
un poquito más elegante.
Ahí, va, cuánto juego
nos está dando la manzana,
la tendremos en todo tipo
de textura, en gelatina,
en puré, en láminas
un poquito más frescas...
Bueno, ya tenemos esto por aquí
y ahora llega el momento
de triturarlo, allá vamos.
Manzanita.
Y a triturar.
Bueno, estamos cansados de ver
manzanas en el supermercado,
pero lo que no sabéis
es que un manzano
tarda entre cuatro y cinco años
en dar su primer fruto.
Casi nada, eh.
Bueno momento de ir añadiendo
este purecito
de manzana caramelizada.
Qué rico, uf, tiene esos matices,
la mantequilla
que nos la deja elegante
con ese puntito también
y esa textura maravillosa
y, evidentemente, el azúcar moreno
que le da un toque muy especial.
Bueno, así, la manzana
se puede hacer de un montón
de formas, la verdad,
la venden mucho seca,
deshidratada que está muy de moda
también ponerla como muesli
y cosas de ese tipo.
Aunque es verdad
que está muy de moda la fruta
deshidratada, soy partidario
de la que se hace,
realmente, la liofilizada
que ahí guarda todo su sabor
porque, al final, se seca
de una manera muy diferente.
También en unas máquinas
que son mucho más caras.
Vamos a ir poniéndolas así,
tal y como veis.
Aquí también depende un poco,
como siempre os digo,
de vuestra imaginación
y vuestras ganas de interpretar
la receta a vuestra manera.
Yo prefiero ponerlas
hoy en láminas, pero si os apetece,
por ejemplo,
hacer dados de manzana,
como una especie de tartarcito
y cubrirla de dados,
pues perfecto. Que queréis poner
algún frutito seco,
ya sabéis que la manzana
que parece que siempre
va bien acompañada con las nueces
o con cualquier fruto seco
un poco de este tipo.
Tiempo porque ahora,
vamos a dar una segunda cocción,
le vamos a dar 15 minutitos
y lo seguiremos haciendo
a 180 grados por arriba,
por abajo y con ventilador.
Así, así que nos vamos al horno.
(Música)
15 minutos después
tenemos ya la tarta de manzana
casi terminada, nos falta darle,
no sé, maquillarla.
Vamos a maquillarla
un poquito con esa gelatina
de zumo de manzana
que hicimos al principio.
Mirad el cambio,
entendéis por qué lo hemos hecho
con el zumo porque no solo brillo,
sino tendrá sabor.
Mientras tanto ya voy a sacarme
que me encanta a mí
este tipo de artilugios
para las tartas.
Luego, también, mira,
me encanta este molde, así,
perfecto y aquí podemos hacer
dos cosas: Una, así
que es complicarnos la vida
y sacarla y otra es, básicamente,
dejarla aquí y ya recogeremos
la tapadera, así que ya tenemos
nuestra tarta de manzana lista.
(Música)
No me digáis que no hemos hecho
una propuesta fantástica
para empezar una comida
y para cerrarla.
Gazpachuelo malagueño
y tarta de manzana,
un menú de lo más sabroso.
No os perdáis la oportunidad
de divertíos en la cocina
haciendo estos dos platos.
Y como siempre os digo:
Haz la comida y mejora tu vida.
Como ya probé el gazpachuelo,
tengo muchas ganas
de cortar la tarta
que es lo que voy a hacer.
(Música)