Europa 2014 - 07/11/14

La Comisión Juncker se estrena con muy malas noticias. Sus previsiones de otoño confirman que la recuperación económica se retrasa. La zona euro sólo crecerá ocho décimas este año y un 1,1% en 2015, mucho menos de lo que se esperaba hace sólo unos meses. La razón, la debilidad de las grandes economías europeas. Alemania, Francia e Italia se estancan y frenan también la recuperación de otros países como España e Irlanda que son los que más crecen.

El frenazo en la economía europea y la sombra de una nueva recesión aumentan las presiones sobre el Banco Central Europeo para que amplíe su arsenal de medidas monetarias. Por el momento, esta semana ha decidido mantener el precio del dinero en el mínimo histórico del 0,05% y no tocar el tipo de interés al que presta a los bancos. En medio de divergencias y críticas internas a su gestión, Mario Draghi ha anunciado, además, que la entidad prepara nuevos estímulos por si fueran necesarios. Todo en este momento en el que el Banco Central Europeo ha comenzado a controlar a 130 grandes bancos europeos para evitar que se repitan crisis bancarias como las de Irlanda o España. El mecanismo Único de Supervisión, en vigor desde el martes, es uno de los tres pilares de la unión bancaria que hay que completar en el futuro con la garantía europea de depósitos y con el fondo de liquidación de bancos. 

La Agencia Europea de Control de fronteras, Frontex, vigila desde el pasado sábado el Mediterráneo Central ante la continua la llegada de inmigrantes irregulares procedentes de países de la rivera sur. Es la operación Tritón, la mayor de su historia, aunque modesta comparada con la que puso en marcha Italia el año pasado tras la tragedia de Lampedusa en la que murieron 300 personas. El despliegue italiano ha concluido y Frontex asegura que no pretende sustituirlo, que la naturaleza de su misión es diferente. Hemos hablado con Gil Arias, el español que está al frente de la Agencia de Control de Fronteras. 

La Unión Europea da su apoyo a Colombia en las negociaciones entre el gobierno y las FARC y se compromete a prestale ayuda concreta en la aplicación de futuros acuerdos de paz. Según el senado colombiano, la puesta en marcha de esos acuerdos supondría inversiones por valor de 35.000 millones de euros. Juan Manuel Santos asegura que, después de cincuenta años de conflicto, la paz traerá grandes dividendos no sólo a Colombia y a América Latina, sino también a Europa y al mundo.