Asesinos en serie

Los testimonios de tres personas que tienen como nexo común unas infancias terribles y su precocidad criminal. Los tres asesinos en serie más famosos de la historia de EEUU desvelan los impulsos que les llevaron a cometer sus horribles crímenes.

Edmun Kemper comenzó su carrera como asesino a la edad de quince años, cuando mató a sus abuelos. Pasó seis años en un hospital psiquiátrico, donde los médicos no detectaron que se trataba de un asesino que terminaría reincidiendo antes o después.

Gerard John Schaeffer era sheriff en Florida. Utilizaba su cargo para acercarse a sus víctimas. Fue condenado por matar a treinta y dos personas, aunque posteriormente se amplió la cifra a un centenar más.

Roderick Justin Ferrel es el preso más joven condenado a muerte en la historia de Florida. Su debut fue a los dieciséis años con un doble asesinato de una violencia extrema.

En los tres casos, la personalidad del asesino se fraguó en la infancia.

La de Kemper fue terrible: maltratado por su madre

y hermanas. Ferrel se educó con unos abuelos muy

religiosos que le introdujeron en rituales ocultistas.

Schaefer detestaba a su padre, por serle infiel a

su esposa, mientras que él mantenía una relación

íntima con su propia madre.