2016
El fenómeno que acabamos de ver se explica porque nuestro cerebro adulto tiene totalmente automatizada la capacidad lectora. Para ganar tiempo y eficiencia sacrifica la exactitud. Es decir, no procesamos cada uno de los caracteres escritos por separado, sino que cogemos la totalidad de los datos de la frase, los juntamos integramos con experiencia previa creando o dando un contenido con significado global y desechando la información que no es útil. De ahí que algunas personas no lean la palabra que sobra en la frase. Lo explica Alexandra Pardos, neuropsicóloga.
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