2011
Manuel Fernández Delgado.
Dámaso González Peña.
Manuel Fernández, vota.
Luis Sánchez, vota.
Alberto Gracia, vota.
Clara Campoamor Rodríguez, vota.
Óscar Tejero, vota.
¿Qué alega la defensa?
-Señoría,
mi defendido reconoce haber contratado a doña Rosa López
para las labores de limpieza. Reconoce también
haberla despedido tras conocer su embarazo
para prevenir complicaciones físicas en el desempeño de su trabajo.
Pero no reconoce la paternidad de ese hijo.
Como prueba de la imposibilidad de que mi cliente sea el padre,
alegaré que don Guillermo tenía ya la edad de 59 años.
Como este tribunal sabrá,
a esa edad es imposible procrear.
Solicitamos sea desestimada la demanda.
No me ofenda, abogada.
Su actitud hacia este letrado y hacia el tribunal
es una insolencia.
He engendrado suficientes hijos como para no soportar esto.
El abogado es alguien importante, ¿verdad?
¿Qué hago contra un ministro?
Le estoy muy agradecida de que se tome tantas molestias.
Este tribunal,
tras escuchar a ambas partes
y analizar los documentos presentados,
tiene a bien desestimar la demanda de paternidad
y declarar a don Guillermo Martínez Cuesta
exonerado del pago reclamado por la demandante.
Se levanta la sesión.
-Señorita Campoamor.
Su elocuencia y perseverancia son dignos de admirar.
Pero mi cliente nunca quiso llegar a juicio.
Les propuso un generoso pacto que rechazaron.
Le sugiero que no busque hacer titulares de periódicos.
Intente ayudar a sus clientes. Buenos días.
¿No te parece que es una lástima que esto esté en un cajón?
¡Qué pena!
¡La de noches en vela cosiendo!
¡Ay, Señor!
Se echará a perder sin que nadie lo estrene.
-Pero si es precioso.
-Hola. -Tu madre tiene unas manos divinas.
-Hija, he pensado que ya es hora
de que alguien aproveche esto.
Como me temo que no hay plan de boda... ¿Me equivoco?
No se hable más.
Hoy mismo te lo llevas.
-¿Has oído, Ignacio? Muchas gracias, doña Pilar.
-Muchas gracias, madre.
Hiciste bien.
Era una cuestión de principios.
Mientras siga la monarquía, las cartas están marcadas.
Pero el rey caerá.
Vendrá la república.
Traerá unas leyes nuevas, unas leyes justas.
La traeremos.
Ya no falta mucho.
¡Abajo la monarquía!
¡Abajo la monarquía!
-¡Policía, policía!
-¡Policía, dispérsense!
¡Dispérsense!
Clara, han dicho que han detenido a varios manifestantes.
Cada vez puedo comprar menos.
¿Qué tal con la señora Galíndez?
Más nos vale.
Mañana vuelves al Supremo. Aquí tienes los datos.
Os quieren ver a ti y a Victoria.
Les he dicho que llamaré.
Y la secretaria de Azaña. Te quieren ver mañana a la una.
-Buenas tardes.
Gracias.
¿Llevo la falda demasiado corta?
-Yo lo veo bien.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.
Asistirán los catalanes y Lerroux. Y también Indalecio Prieto.
-¿Y usted va a ir a la reunión, señor Azaña?
-Sí, Acción Republicana debe estar.
Es el momento de ponernos de acuerdo para acabar con la monarquía.
Hasta los conservadores, como Alcalá Zamora, quieren estar.
Él es quien ha convocado el pacto.
Tendrán sus más y sus menos.
Pero su compromiso con la república es indudable.
Así es.
Las cosas están muy feas. Hay mucha agitación.
Ha habido una sublevación en Jaca.
-Han tomado la ciudad.
-Galán y otros capitanes.
-Antonio.
Clara Campoamor.
He enviado a Bermejo y a Dueñas.
Quiero ese artículo mañana en mi mesa.
Búscale un ángulo interesante.
Sí.
Sí, sí.
¿Quién le mandaría a Galán adelantarse?
Tenían que alzarse todos a la vez.
-Decía que la nieve iba a cerrar los puertos.
-El alzamiento ha fracasado.
Van a fusilar a Galán y a García Hernández.
-¿Y en las demás ciudades? -Nada.
Solo en San Sebastián. Han asaltado el gobierno civil.
-No podrán resistir ellos solos. -Yo salgo del país.
Os aconsejo que hagáis lo mimo.
¿Qué opina sobre el divorcio?
En caso de separación, ¿quién gana?
-Señorita Campoamor. -¿Qué expectativas tiene?
-¡Señorita Campoamor!
-Han detenido a tu hermano junto a un grupo de sublevados.
-¿Qué prefiere, monarquía o república?
Clara.
¿Cómo está madre, y Lola?
¿Qué noticias traes?
¿Sabes qué penas piden?
Por favor.
Te lo pido por favor.
¿No están en la cárcel?
Se ha extendido a Barcelona, Salamanca y Puertollano.
-Suena a cuenta atrás. -Veremos en las municipales.
Por cierto, Antonio.
Magnífico artículo sobre la Campoamor.
Por fin hay una mujer que te impresiona.
Así me gusta.
Señorita Campoamor, creí que estaba en San Sebastián.
Todos estamos atravesando momentos duros.
Ocultos, la cárcel o fuera del país, ya lo ve.
¿A qué se refiere?
Nos arriesgamos a que no rebajen las penas.
Sino que las endurezcan.
El comité revolucionario está para luchar por el cambio de régimen.
Veré lo que puedo hacer, pero lo que me pide no es fácil.
Debemos ser prudentes. Buenos días.
Jaca, Sahagún y Éibar ondean la bandera republicana.
La revuelta se está expandiendo. ¿Con qué titular salimos?
-Con las municipales.
-Los republicanos han sacado tres veces más.
En Barcelona, cuatro. -¿Cuatro?
-El pueblo da la espalda al Rey.
-Alcalá Zamora negocia su salida del país.
Otro titular se quedaría obsoleto. -Poned la radio.
(RADIO) "Las elecciones del domingo me revelan claramente
que no tengo el amor de mi pueblo".
"Mi conciencia me dice que no será definitivo".
"Porque Dios sabe que procuré siempre
servir a España".
"No renuncio a mis derechos".
"Más que míos, son depósito acumulado de la historia".
"Pero suspendo el ejercicio del poder real y me aparto de España".
-¡Oh!
Viva la república.
Que paren las máquinas y que traigan champán.
¡Abajo la monarquía!
¡Que no falte el champán!
-¿Adónde vas?
Venga.
Nunca debió estar ahí.
Han sido los tres meses más largos de mi vida.
Mira, ahí está.
¿Cómo estás, cariño? -Bien.
Estoy bien.
Bueno.
Siéntate.
Después de las elecciones, las Cortes redactarán
una nueva constitución.
Habrá debates de lo más calientes.
Quizá esta vez no.
Es la primera constitución en 50 años.
El decreto del gobierno provisional
permite a mujeres y curas ser diputados.
Quizá escuchemos nuevas voces.
No lo sé.
Pero quiero que seas tú quien siga los pasos
de lo que se vaya gestando.
Quizá el Congreso te sorprenda.
Nadie te socia a ninguna tendencia.
Contigo, tendrán la lengua más suelta.
Cúbremelo bien
y prometo recompensarte.
Era un problema práctico.
No daba tiempo a realizar el censo.
La nueva constitución se encargará de eso.
Ya veo.
Podríamos encontrar un hueco en alguna candidatura provincial.
Quizá en San Sebastián.
¿Y en Santander? Sus padres eran de allí.
-Señor Azaña.
-Enseguida estoy con usted.
La ambición es una virtud, señorita Campoamor.
Pero también lo es la paciencia.
Somos un partido pequeño.
Aunque tengamos altas aspiraciones, debemos ser prudentes.
-¡Trepadora descarada!
Clara.
El Partido Radical.
Lerroux.
Adelante, señor Lerroux.
-Buenas tardes.
Señorita Campoamor, un placer hablar con usted personalmente.
No hace falta que se disculpe.
Me he presentado sin avisar.
No la entretendré demasiado.
Una persona tan valiosa no puede estar al margen
del proceso constituyente.
Quiero ofrecerle un puesto
en las listas de mi partido en Madrid.
Estupendo.
Estoy seguro de que una persona con su compromiso
y su humanismo será un gran activo para el partido.
Y, por supuesto, para el país.
Lo estará, seguro. No la entretengo más.
Si quiere, mañana puedo presentarle a sus compañeros de partido.
Gracias.
Pase, por favor.
Señorita Campoamor, sus nuevos compañeros de partido.
Don José Álvarez Buylla.
¡Acuda al mitin de las sufragistas!
¡Sí al voto femenino!
-¡Una mujer, un voto!
-¡Derechos!
-¡Luchemos! -¡Queremos votar!
¿Qué se siente al ser las primeras diputadas?
Te han traído esto.
¿De quién es?
¡Ya! Bueno, yo me marcho. Hasta mañana.
-¿Clara Campoamor?
¡Y ahora límpielo!
¡Eso debería hacer en su casa!
"Así que ahora"
todos deben llamarte su señoría.
-¿"Su señoría"?
Ya me había acostumbrado
a "letrada". Y mira que tampoco
me gustaba al principio.
¡No!
Es que veo muchos títulos y pocas alegrías. Y no entiendo
por qué no sigues al resto
en vez de dedicarte a cosas que solo te traen disgustos.
Pero lo de "su señoría"
suena mejor, mira por dónde, más distinguido.
Pero tendrás que vestirte mejor que ahora.
Alguno te gustará, ¿no?
-¡Un salón!
¿Y te lo ha concedido?
No te fíes de él. Es uno de los del comité
que no movió un dedo por nosotros cuando estábamos en San Sebastián.
Ándate con cuidado.
Ya.
Hay otras cosas, Clara.
No todo es la causa...
y la república.
-Cariño, pero ¿qué haces en la cocina?
¡Quita, anda, que ya acabo yo! Tú acompaña a tu madre.
¿Te puedo ayudar?
¿Cómo se han tomado sus colegas
lo de Campoamor? -Dicen que ella manda
en el partido.
¿Asumen lo que defiende?
En el divorcio nos enfrentaremos.
-¿Qué tiene que decir a esto, señor Gil Robles?
-Buenos días, caballeros.
-Buenos días. -Señorita.
Esta comisión...
que tengo el honor de presidir...
está aquí reunida para redactar la Constitución de la república.
Es un privilegio y una responsabilidad.
Iremos debatiendo
los artículos uno a uno hasta consensuar
una redacción que aprobará el Congreso.
Rogaría un poco de paciencia y respeto para todos nosotros.
Procedamos ahora a debatir el artículo 1
de la Constitución. El artículo dice:
"España es una república...".
Pasemos a debatir el artículo 23.
El anteproyecto dice:
"No serán fundamento de privilegio jurídico el nacimiento,
la clase social, la riqueza
y las ideas políticas o religiosas".
"Se reconoce en principio la igualdad de derechos de los dos sexos".
Le da demasiada importancia a eso.
Si en principio se reconoce la igualdad, se reconoce.
Eso no pasará.
-Votemos.
¿Votos a favor de suprimir "en principio" del artículo 23?
¿Votos en contra?
Queda rechazada la propuesta.
Se cierra la sesión.
-Señor Rico, por favor,
¿puede responderme?
Señorita Campoamor...
No hemos podido conocernos en persona,
pero estoy al tanto de su trayectoria.
Es un placer saludarla.
-Su determinación es un ejemplo para todos.
¿antes no estuvo en el "ABC", "El Sol"
o "La Nación"?
-Creo que el debate de hoy en la comisión
se ha encallado durante horas
en pura retórica.
Reserve sus fuerzas, señorita, que ya vendrán debates...
de más enjundia. Señor García...
Estamos protegiendo también a los hijos.
Me gustaría especificar a qué nos referimos al poner eso.
Señores, hemos terminado esta primera redacción
de la futura Constitución.
Hemos acabado y el gran momento hay llegado.
Mucha suerte en el Congreso.
Mira, hija, yo seré madre de diputada y me tengo que aguantar.
Pues tú eres hija de modista y te tienes que aguantar también.
No puedes ir al Congreso de cualquier manera.
También lo harán en tu aspecto.
Ir guapa no quiere decir que seas menos lista.
¡Ay!
¡Clara, Clara, Clara!
(VARIAS MUJERES) ¡Clara!
-¡Clara!
-¿Cómo se han preparado?
-¿Cree que serán escuchadas?
-¿Teme enfrentarse a tanto hombre?
-¡Luchad por nosotras!
Adiós.
Felicidades.
No es solo estar preparada, sino tener agallas.
Y aquel día en el tribunal vi que le sobraban.
Olvidemos, por favor, las viejas rencillas.
Y seguimos haciéndolo, pero ahora no defendemos encausados, sino ideales.
Ahí es precisamente donde se equivocaba.
Le deseo mucha suerte.
Hoy, 1 de septiembre de 1931,
nos hallamos reunidos en lo que ya puede considerarse
un momento histórico de gran trascendencia. Doy la bienvenida
a los señores diputados y a las dos primeras mujeres que pisan hoy
esta cámara, señorita Clara Campoamor y señorita Victoria Kent.
De todos ustedes dependen
las leyes que van a regir este país
a partir del momento en que quede redactada
la nueva Constitución. Inauguramos la sesión.
En el día de hoy se va a tratar el artículo 23,
debatido ya en la comisión. El artículo dice que:
"No podrá ser fundamento de privilegio jurídico el nacimiento,
la clase social, la riqueza,
las ideas políticas y la fe".
"Se reconoce, en principio, la igualdad
de derechos de los dos sexos".
La diputada Clara Campoamor presenta
su voto particular y propone
que el artículo quede de la siguiente manera:
"No podrá ser fundamento de privilegio jurídico el nacimiento,
el sexo, la clase social, la riqueza,
las ideas políticas y las creencias
religiosas". -Nadie nos ha explicado
el fin del voto.
-Para mí, la redacción
del artículo está bien como está.
-Es el primer párrafo el que está bien como está,
y es el segundo el que debe suprimirse.
-No puede haberlo dicho mejor.
-Vamos a proceder a la votación.
Antonio Viñas de Rueda. -No.
-José María Gil Robles. -Sí.
-Hilario Ayuso. -No.
-Muchas gracias.
Hecho el recuento, el voto particular de la diputada Campoamor
queda aprobado por 74 votos de diferencia.
El artículo queda de la siguiente manera:
"No podrá ser fundamento
de privilegio jurídico el nacimiento,
el sexo,
la clase social, la riqueza,
las ideas políticas y las creencias religiosas".
Más si los contrarios sacan la artillería.
en Europa. Más vale que Clara
esté despierta o se la va a comer.
-Tampoco hay para tanto.
Ya se sabe qué significa el voto femenino. Un hombre soltero, un voto.
Uno casado y feliz con su mujer... (AMBOS) Dos votos.
-Y uno en discrepancia con su mujer. Papeleta en blanco.
-Antonio.
¿Qué pasa, no saludas?
encontrarte por aquí y tomarnos algo
por los viejos tiempos.
¿Qué pasa, que ahora hay que pedir cita contigo?
Ya. Entiendo.
-¿Qué os parece esta?
Un simpático soltero y mujeriego, infinidad de votos.
-Sí, reíros, sí, pero ¿la realidad cuál es?
Un cura confesor, más votos que Antonio.
Varios confesores,
triunfo electoral.
A ver si a los republicanos no les sale mal.
-Comienza la sesión. Tiene la palabra
el diputado Novoa Santos.
-¿Por qué hemos de conceder a la mujer los mismos privilegios
que al hombre?
¿Son acaso organismos igualmente capacitados?
La mujer es toda pasión,
toda emoción, toda sensibilidad. No es, en cambio,
reflexión, no es espíritu crítico,
no es ponderación ni mucho
menos sensatez.
Las mujeres son histéricas por naturaleza
y por ello son volubles, versátiles. Y yo me pregunto,
¿en qué despeñadero nos meteremos
si concedemos el voto a la mujer?
Creemos que el lugar propio
de la mujer es el hogar.
Es desgraciada una sociedad
donde la mujer no se conforma con ser esposa y madre.
Por las congregaciones religiosas. La izquierda las quiere ilegalizar.
-Clara.
Mira, es Clara, la mejor profesora que he tenido.
Es abogado, como tú.
No, yo me casé. Me gusta más ser la mujer de González Rojas.
Manuela de González Rojas.
¿Verdad que suena bien?
si la construimos sobre los principios de justicia,
como la igualdad en el voto.
El Partido Radical prometió el voto para la mujer, ¿cómo quedaríamos
si ahora retiráramos la promesa?
La señorita Campoamor se lo dejó claro,
no vamos a anteponer nuestros intereses electorales.
Es un derecho fundamental.
No, no vamos a retractarnos.
Es una cuestión de principios.
Confunde altura de miras
con condescendencia.
A Clara le ciega la pasión
y no se da cuenta del daño que puede causar.
Su jefe Lerroux, por lo que me dice, es un escollo.
Comparto absolutamente sus temores, señor Buylla.
Hablaré con la dirección de mi partido.
Pero no confiaría en encontrar apoyo, seguimos la disciplina de voto
y, en contra de mi opinión,
el PSOE votará a favor del sufragio femenino.
¿Cuántos?
Cuente conmigo.
Hija, te estábamos esperando.
-Hay noticias. -Estoy embarazada.
Vamos a celebrarlo. -Voy a por el champán.
Espero que tú también
dejes de dársela a Ignacio.
Vamos a ser una familia. Si tuvieras marido,
lo entenderías.
Ni tú más lista
por no tenerlo. -Venid a brindar.
-¡Un niño en casa! ¡Un niño en casa!
-Venga, mamá, que estás contenta. -Sí.
Sí. -¿Brindamos?
-Salud. (TODOS) Salud.
-Enhorabuena. -Gracias.
-Por fin un nieto.
¿Podemos hablar un momento?
No, no, no, no se trata de eso, Clara.
Te van a devorar,
y no porque seas mujer, sino porque tienes principios
y ellos no.
Son capaces de cualquier cosa para buscar su propio provecho.
Y que he cambiado.
Sí, sí, he abierto los ojos
y quiero que los abras tú también
antes de que te ocurra lo mismo que a mí.
-"Les recuerdo la redacción del artículo
que estamos discutiendo".
"Los españoles de uno y otro sexo mayores de 23 años
tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen
las leyes".
Rico tiene la palabra.
-Representando el sentir de mi partido,
debo decir que negar el derecho electoral de la mujer
sería una injusticia,
pero reconocerlo ahora sería una imprudencia
que podría perjudicar a la República.
-En nombre del Partido Socialista, debo insistir
en que el voto femenino
es una conquista democrática a la que
no renunciaremos jamás.
Como no renunciamos a que la edad del voto sean
los 21 años y no los 23.
La juventud, señorías, debe participar
en la vida política.
Negarles el derecho al voto solo hará que busquen
expresarse de otras maneras. -Qué barbaridad.
-Eso no es así.
-Dígalo claramente, diputado, usted teme que los más jóvenes
nos den el voto a los socialistas.
-Ese matiz de dos años no es tan relevante, señorías,
es con el voto de las mujeres con el que deberíamos ser cautelosos.
Propongo esta redacción.
"Los ciudadanos varones desde los 23 años y las hembras desde los 45
tendrán los mismos derechos electorales
conforme determinen las leyes".
-A los 45 años.
-¿Creen que antes de esa edad
está bien capacitada la bella mitad del género humano?
¿No está disminuida antes de entonces
la voluntad, la inteligencia, la psiquis de la mujer?
No podrían porque habría una crisis cada mes.
Pero me refería a las mujeres jóvenes,
en edad de procrear, y no, evidentemente, a su señoría.
Señorita Campoamor, ¿podemos hablar?
Qué tarascadas ha tenido que aguantar en el hemiciclo.
Lamento que se traspasaran los límites
de las buenas formas.
Pero sí nuestro voto.
Por supuesto que creo en él.
Me parece una falta de respeto para la mujer que se diga
que ella votará lo que diga el confesor,
como si no tuviera discernimiento,
como si asistir a misa no fuera el ejercicio de su libertad.
Lo celebro. Espero poder juntar las fuerzas.
se compromete a apoyarla en el derecho al voto de la mujer
frente a la oposición republicana,
si usted matiza su posición sobre el divorcio.
Clara.
Mira esto.
A continuación, se debatirá
la propuesta del señor Álvarez Buylla al artículo 36.
El señor Álvarez Buylla tiene la palabra.
-Así se habla.
-Cuando se promulgó el sufragio universal,
los trabajadores vivían una vida inferior, su incultura
era enorme. Aquellos que pensaron en implantar
el sufragio universal no repararon en los peligros que eso pudiera tener
porque sabían que al implantarlo
abrían una puerta a la ciudadanía
para ir formando la conciencia,
y lo mismo ocurrirá, señorías, con el sufragio de la mujer.
-Es absurdo que las mujeres puedan acceder a todos los cargos públicos
y que ahora, en cambio, se pretenda imponer una condición a su voto,
además sería antidemocrático que por temor
a que un sector se manifieste en un sentido, se le trate de silenciar.
-La señorita Kent
tiene la palabra.
-¡Te has vendido!
Haga el favor de sentarse, Clara.
Incluido su partido.
Hay dudas sembradas
en los diputados, pero no decantarán la votación a nuestro lado,
la dirección del partido sigue estando a favor.
Hija,
Cristina me lo ha contado.
Has hecho
lo que has podido.
El Partido Radical se compromete a apoyar los 21 años si nosotros
no apoyamos el voto de la mujer.
-Lo siento, Indalecio, hace tiempo que cerré la panadería,
no voy a ponerme a pastelear.
-¿No te das cuenta de lo que eso supondría para nosotros en votos?
Aquí.
Paso. Gracias.
-Gracias.
Gracias. -Hagan sitio, por favor.
Es la madre de la diputada Campoamor. Gracias.
-El diputado Rico tiene la palabra.
-Al pronunciarse por el voto de la mujer,
sus señorías piensan en mujeres preparadas y capaces,
pero la República necesita de la clase media,
y la clase media, por desgracia,
no logró la emancipación de sus mujeres,
que siguen en el confesionario.
Si se lo concedemos, ganarán las extremas derechas
y la inteligencia será alejada de la influencia política.
-Las mujeres se manifiestan en las procesiones.
-Creo sinceramente que no existe peligro alguno para la República
concediendo el voto a la mujer. Yo votaré a favor.
En Cataluña el voto de la mujer
no perjudicará, sino que será un extraordinario refuerzo
para la Republica española. -¿O la catalana?
Ha llegado el momento de proceder
a la votación.
Vayan diciendo su nombre y añadan únicamente...
Señorías, orden.
-¿Adónde vais? -Quietos.
-¡Escapistas!
-¿Ese no estaba
a favor del voto?
-Bien, señorías, vayan diciendo su nombre
y añadan únicamente sí o no,
a favor o en contra del artículo.
-José Gómez. Sí.
-Pedro Rico López. No.
-Manuel Cordero. Sí.
-Niceto Alcalá Zamora. Sí.
-Alejandro Lerroux.
No.
José María Gil Robles. Sí.
-Ramón Suárez Picallo. Sí.
-Hilario Ayuso. No.
-Hecho el recuento,
el artículo queda aprobado
por 40 votos de diferencia y queda así:
"Los ciudadanos de uno y otro sexo mayores
de 23 años tendrán los mismos
derechos electorales conforme determinen las leyes".
-¡Viva la República, también de las mujeres!
(TODOS) ¡Viva!
-Se levanta la sesión.
Señora Campoamor.
-Un día histórico para la República.
Es indignante que voten las mujeres. Ha sido una puñalada trapera.
¿En qué está pensando?
Ahí sí le puedo asegurar
el apoyo total de mi partido.
"Las Cortes proponen nacionalizar los bienes de las órdenes religiosas".
-"Los jesuitas podrían ser expropiados".
-"Enseñanza laica".
Se propone nacionalizar los bienes
de la Iglesia. Se debate la prohibición
de la enseñanza religiosa. Los jesuitas expulsados.
¡Contra la Constitución se coloca la España católica!
¡Seréis los responsables de la guerra espiritual!
-Diputados, vuelvan a sus escaños.
Azaña dice que España no es católica.
Has hecho un buen trabajo estos meses. Te lo has ganado.
Europa es un hervidero en estos momentos.
¿Qué pasa?
Es lo que siempre has querido.
Por fin te veo más tranquila, hija.
¿Hoy no tienes que ir a las Cortes?
Y no como otras.
Voy.
Pasa.
-Clara, han presentado una disposición
transitoria para aplazar el voto de las mujeres.
Pues parece que están dispuestos a todo.
-Y luego hablan
de puñaladas traperas.
Se ha presentado a esta cámara la siguiente proposición
de disposición transitoria a la Constitución.
"Se propone que el voto femenino quede pospuesto en las elecciones
legislativas hasta que se hayan celebrado por dos veces
elecciones municipales". El diputado
Álvarez Buylla tiene la palabra.
Vamos a proceder a la votación.
Hecho el recuento,
la enmienda a favor de la disposición transitoria que aplaza
la vigencia del art. 23 de la Constitución
queda desestimada por cuatro votos
de diferencia.
Evaristo Fernández. Vota.
Rosa López Rivas.
Vota.
Francisco García Sanz. Vota.
Margarita Jiménez Castro.
Vota.
En el año 1931, en España se proclama la Segunda República. En este contexto, las mujeres son elegibles pero no pueden votar. Clara Campoamor y Victoria Kent son las primeras mujeres diputadas que pisan las cortes y se plantean muy firmemente luchar por los derechos de la mujer. Clara Campoamor sabe que eso pasa por una primera y gran conquista: el voto femenino. A partir de este momento, su lucha no es nada fácil. Muy pronto encuentra su primer obstáculo: sus propios compañeros de partido, republicanos, de izquierdas, temen que las mujeres voten influenciadas por la iglesia y, por ello, a la derecha, así que le dan la espalda. Ese argumento se generaliza y hace que Clara Campoamor se vaya quedando sola en el parlamento en su defensa del sufragio universal. Después de una lucha constante, y después de múltiples traiciones, el 1 de diciembre de 1931, Campoamor consigue su objetivo: el voto para la mujer.
Histórico de emisiones:
09/03/2011
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me encantaria poder descargarla ... pero es imposible
La trama en algunas partes no me acabo de convencer pero en general estaba muy bien. Le pondría un siete y medio. Juanes. Redactor en: Mini Tatuajes
gran serie clara campoamor Ojala vuelvan nuevos capitulos.
Muy buena la serie, cada día me gusta mas... http://mundodelosperros.com/
Ninguna mujer es igual, sin embargo, las amamos a todas por igual. Y Hollywood ha hecho su parte para darnos todo tipo de mujeres, desde guerreros rebeldes que luchan contra el ataque del robot hasta el superhéroe literal y la reina alienígena asesina. Únase a nosotros mientras derrotamos a las mejores mujeres en películas para que las vea en el Día de la Madre.
Estas mujeres si eran luchadoras, solo mostraban su inteligencia,no sus cuerpos.
Es muy importante proteger la igualdad de género, una mujer puede tener unos buenos peinados sin tener que rechazar la igualdad.
hermosa serie!!!!!, muy cuidada en todos sus aspectos. Gracias!!!!!!!!!!!!
Cuantas mujeres interesantes y q lucharon x las mujeres y si vieran lo q estamos retrocediendo. Hay q estar muy alerta y defender todo lo posible la igualdad de género