La llamada de las grandes mareas

Es algo parecido a buscar una aguja en un pajar, pero a la marinera. Os hablo del trabajo de las mariscadoras. Una labor de paciencia barriendo poco a poco las playas cuando bajan las mareas. Con su espalda doblada y parte del cuerpo metido en el agua, les da igual que llueva, haga sol, frío o calor. Sin duda se trata de una faena dura y merecedora de toda admiración. Pero por si acaso os quedaba alguna duda, mirad cómo esperan la llamada de las grandes mareas. Un repor de Vicente Rubio.