Un santuario para el ánsar común

Hasta que la desecaron en los años 60' para dedicarla a tierras de cultivo, la laguna palentina de la Nava fue uno de los mayores humedales de la península en el que invernaban infinidad de especies de aves acuáticas. Afortunadamente, ahora está en proceso de recuperación y aunque todavía queda mucho trabajo Luis Miguel Domínguez ha comprobado que ya ha vuelto a ser lo que siempre fue: un santuario para el ánsar común.