2009-2016
Subtitulado por Teletexto-iRTVE.
-Si el capitán Rodrigo revela nuestros planes...
...de matar al rey, estamos perdidos.
-¡Esto es una basura!
-¿Esa es tu tía?
-Sabemos por qué el capitán quería matar a la marquesa.
-¡Uh!
-¡Ah!
-¡¡¡Ah!!!
-¿Por qué se me acusa?
-Pues no le veo nada de particular.
Se parece a una que tenía un primo mío para guardar los cochinos.
-"Lograrás la redención mediante la venganza de sangre".
¿A qué se refiere esto?
-Dese prisa en averiguarlo porque es de día y estamos...
-Amo, cuidado que casi me rebana el cuello.
-Son unas monjitas.
-Sabía que diría eso.
(ESTORNUDA)
-Bueno, qué se le va a hacer. Más fundamento.
-Buenos días...
-No, que si me permite se parece usted...
...a una novia que tuve en la Gascuña. Monique, se llamaba.
(HABLA EN FRANCÉS)
-Buenos días.
-¿La paja? Enseguida acabo con las gachas y voy.
-Mira, Catalina, lo que te he inventado.
-Déjate de inventos que tengo que terminar antes de ir a palacio.
-Pero mira, tonta, he establecido una unión...
...solidaria entre este simple trapo y este simple palo.
-Céntrate que mañana cerramos lo de la compra del local.
-Catalina, ¿y si nos quedamos como estamos?
Con la barbería y nuestros clientes.
-Floro, la gente con dinero vive en el centro.
Aquí solo entran desgraciados.
-Pero son los amigos y tenemos la escuela del niño, la posada...
Catalina, yo en esta casa estoy a gusto.
-Vaya...
Con la ilusión que me hacía.
Que hasta le había puesto nombre.
Barbería Catafloro.
Si no por mí, hazlo al menos por el niño.
Que la criatura tenga la oportunidad de salir de pobre.
Verás qué bien nos va y viviremos como señores
Anda, tonto, enséñamelo un poquito...
...que sabes que me gusta verlo.
-Catalina, que llevamos ya casi 20 años juntos...
...y cómo te lo voy a enseñar si la has visto miles de veces.
-Tonto, que digo el dinero para el local.
-¿Eh, cómo?
(TITUBEA) No toques nada que trae mala suerte.
-Déjate de tonterías. Diez años intentando...
...reunir este dinero como para no verlo ahora.
-Vamos a ver... Si lo dice el refrán:
"Dinero que se mira, dinero que vuela". Escucha.
Pues ya está.
-Cada día estás más raro.
Desde luego yo no sé en qué pensaría cuando me casé contigo.
Qué hombre, Dios.
-Puedes ponerte con nosotros, si quieres.
-Sería un honor. -¿En serio?
-No empezamos con buen pie contigo,...
...pero que sepas que estamos muy contentos de tenerte en clase.
Ponte aquí.
Estarás más cómodo.
-Ah, ¿qué es esto?
(RÍE) -Pues para no gustarte los cómicos hace muy bien el bufón.
-Estúpidos plebeyos, han atentado contra mí. Exijo un castigo.
-Entonces, ¿no nos vas a castigar?
-¡200 reales por esta mierda!
¿Tú me has visto cara de tonto o qué?
-Floro, ¿qué quería que viniera con dos mulatas o qué?
Esto es lo que compraste y aquí está.
Dame el dinero, no te puedes echar atrás.
-Floro, que el negocio es bueno. -Pues claro...
En los negocios hay que arriesgar, mira a Colón.
-Pero qué Colón. -Pues Cristóbal Colón.
Nadie daba un maravedí por él ni los Pinzones y mira la que lió.
-Que son los ahorros de mi vida. Sátur, que me juego mi matrimonio.
-A ver, en dos horas lo coloco y te doblo el dinero.
Y tu mujer se deshará de gustito, pero que no se entere...
...que nos frustra la operación.
-¿Esto estará lleno, no? -Claro que lo está.
-Perdón.
-Oye, tía Margarita, estoy muy contento que estés con nosotros.
(TOSE)
-Cuidado. -¡Comida!
-Oh, mi comida.
¡Ladrones!
¡Guardias! ¡Ladrones!
-¿Buscas esto? -Sí.
-Sí, se me había caído esto, pero este señor lo ha cogido.
-Gracias. -De nada.
-Que me pagues esto.
Me abrasaste un ojo, ¿no te acuerdas? ¿Eh?
Es más, me debes mucho dinero, Margarita, mucho.
He estado demasiado tiempo en la cárcel por vuestra culpa.
-Comisario, vengo a que se haga justicia.
-Quiero que cierre la escuela.
Esos zafios han vuelto a humillarme.
-Señor.
El detenido.
-No quiere hablar.
-Irá toda la gente principal a nuestra barbería.
Tendré que renovar el vestuario no voy a estar así...
...como si estuviera en tu posada.
-La de pájaros que tienes en la cabeza siendo una criada...
...y ni siquiera la has pagado.
-Ay, qué mala que es la envidia.
Ay, Inés, hija, de ti no me lo esperaba.
Vamos a ponerle unas velas a S. Dimas pa que salga todo bien.
¿Margarita?
-Fue terrible lo de tu hermana.
-Ya me he enterado que vives en casa de tu cuñado.
-Pues si Gonzalo te ha perdonado todo lo que le hiciste,...
...no voy a ser yo la que diga nada.
-Pues sí, será lo mejor para ellos.
-¿Cómo?
-Pues, hija, me pillas ahora mismo...
Ya lo siento, pero me pillas ahora en un momento...
-Me acabas de dejar helada de cómo la has tratado.
-¿De cómo la he tratado? ¿Y ella la poca vergüenza...
...de pedirme dinero? Vamos que hace falta tener redaños.
Y tú a callar que no sabes de la misa la media.
-¡Mi bolsa! ¡Al ladrón! ¡Al ladrón!
-Cuanto más difícil es el enigma,...
...más satisfacción se consigue al resolverlo.
-Ni para nadie.
Está en juego el destino de mucha gente.
-Trata de encontrar al capitán. Yo buscaré información...
...sobre la ermita, quizá así sepamos qué abre esa llave.
Uno de los dos tiene que encontrar el camino.
-Quietos, atrás. ¡Atrás!
Por favor, atrás.
-Confía en mí. Encontraré esa ermita.
¿Qué hace usted aquí?
-Sí, señora.
-Lo que quiera la señora.
-Pero no comprendo cómo podría ayudar yo, señora.
-Pero, señora, yo no puedo espiar a Gonzalo.
-Con todos mis respetos, señora marquesa,...
...lo que sucede en los barrios pobres...
...se queda en los barrios pobres.
-No, señora, no es necesario.
Me lo ha hecho Iñigo. Es más rápido que un rayo.
-Que no, que te digo yo que no.
Que hay algo mucho más veloz que el rayo.
-¿El qué?
-La diarrea. (AMBOS RÍEN)
En una ocasión, entré en el cobertizo como un rayo.
Encendí la vela y ya me había ido por la pata abajo.
Dos días sin calzones, no había por donde pillarlos.
(RÍEN)
Margarita...
Mujer, ¿cómo no me había dicho que tenía un primo en la villa?
Con la alegría que da tener la familia cerca.
-Bueno... Un placer. -Igualmente.
-Encantador.
-Ay...
No estás para dar órdenes.
-100 reales,...
...ni uno menos.
-¿Prefieres que hable con tu cuñado?
¿O quizás lo que quieres es...
...que sea tu sobrino quien lo acabe cobrando?
¡Alonso, hijo! ¡Me voy!
Chis...
-Pero, Iñigo, ¿y el dragón?
-Mejor otro día, ¿eh?
A ti te veo mañana en los soportales...
...de la calle Del Codo a mediodía. No faltes.
-Pero ¿nos volveremos a ver?
-Depende de tu tía, si ella quiere.
-Sí, por favor, tía.
Por favor.
(FLORO RESOPLA) -Menos mal que nos vamos de aquí.
No veas cómo se está poniendo el barrio.
Margarita va y me pide dinero a mí. (RÍE)
Y la marquesa me dice que le cotillee de Gonzalo.
¿Qué te parece?
-Sí, cariño, lo que tú digas.
-Pero ¿cuántos siglos tendremos que esperar las mujeres...
...a que nos escuchen los maridos? (FLORO SUSPIRA)
Te veo raro, no te veo yo a ti... maquinando nada.
¿No será por lo de la barbería nueva?
-¿Y si no estoy a la altura? ¿Eh?
Porque a mí aquí me conoce todo el mundo. Yo...
Si se me va la mano y corto una oreja, pues se cose y punto.
-Eso... eso te pasó una vez con el panadero.
-Que no, Catalina.
Que los ahorros hay que dejarlos quietos.
No... No es momento para invertir.
-Pero tú tus negocios, déjamelos a mí.
Calla, cada vez que pienso que nos vamos de aquí...
Oh... Me entran unos calores.
-Eso es que se ha adelantao el verano, Catalina.
-¿El verano...?
Eso es que te imagino a ti y a mí vestidos de cortesanos...
Y me pongo loco, me vuelvo loca. Loca, loca, loca.
-Ay... -Galileo,...
...enséñame cómo se mueve la Tierra.
-Ay... -¿Cómo se mueve?
-Así, cómo tú quieras. -Cómo se mueve...
Pues moverse, moverse, lo que se dice moverse,...
...no se ha movido mucho.
-Ya te he dicho que estaba preocupado.
-Ya. Y el Cid estaba muerto y seguía ganando batallas.
-Bueno... me voy a la taberna,...
...porque tengo una cosa aquí por dentro, que no sé qué me pasa.
-Floro. -¿Sí?
-¿Tú no me estarás ocultando algo?
-Colgar cadáveres de la iglesia es una estupidez...
...que no podemos permitirnos.
Nos está delatando. Y acabar con el Rey ya es arriesgado.
-El comportamiento del comisario es intolerable.
Tenemos que tomar medidas.
-Podríamos intentarlo.
-Comisario.
Tú también te juegas mucho.
Si nuestra misión tiene éxito,...
...gozarás de gran poder en el nuevo gobierno.
-¡Que estoy tan nervioso que no me puedo ni regocijar con ella!
-Bueno. Yo tenía un primo en Almuñécar al que le pasó igual.
Y era feliz porque tenía amigos.
Claro que la mujer tenía muchos más.
-¿Qué estás hablando de mi mujer?
-Nada, que mi mujer me va abandonar y me voy a ver solo en la calle.
-Floro, que ya está hecho. Mañana vamos a casa del Rana y nos paga.
Y contra más tiro, más se atasca.
-¡No, no, no, no, no, no!
-¡Alto a la guardia!
-El dinero. -El valor.
-¿La comida?
-¡Uf! ¡Ah...!
-¡Agua va!
-¡Qué botes pegaba, parecía una chinche!
-¡Me pica, tengo ortigas hasta en los lacitos de...!
-¿Calzas?
¡Uf, qué contrariedad!
Ahora oleré todo el día a muerto de hambre.
-Yo soy un muerto de hambre, pero tú te vas a comer mi puño.
-Déjalo.
-¿Qué te parece esta defensa?
-¿Qué haces, loco? ¡Suelta eso!
-Ahora las órdenes las doy yo.
-No juegues con eso, Nuño.
-Tienes razón, Gabi, dejémonos de juegos.
¿Qué os parece si os invito a comer?
-No tenemos hambre.
-Mira, Gabi,...
...ahí está el primer plato.
-Pues no pienso comerme una boñiga.
-¿En serio?
Venga, no será para tanto. ¿No es boñiga de caballo...
...lo que coméis los plebeyos cada día?
¡Vamos, cómetela!
-Si tiene mejor el dentado que el caballo de un Pelayo.
¿Cómo le voy a extraer las muelas?
-¿Quieres que Catalina te extraiga a ti otra cosa?
O recuperas los ahorros o despídete.
-Y utensilios no le faltarán para aviarte los bajos.
-Oiga, ¿y todo esto es necesario para afeitarme la barba?
-Pues, mire usted, para afeitarle no le digo yo que no,...
...ahora lo que le urge de verdad son las muelas.
-Pero ¿cómo que las muelas? Pero si vamos...
¿Y usted quién es? -Yo soy...
El doctor Saturno García, no sé si habrá oído hablar de mí.
Soy toda una eminencia en lo que a dientes se refiere.
-Pero, a ver, si yo tengo la dentadura perfectamente.
-Canta el pozo que tira para atrás.
Mi experiencia me dice que eso puede ser...
...una pieza en mal estado. Abra la boca.
Abra la boca. -¡Ah!
¡Pero qué hace! -Estése quieto,...
...que es mejor extirpar ipso facto no vaya a ser...
...que la infección se le suba a la sesera.
-¿Traigo un poco de anís para el dolor?
-Mejor ron antillano, no te jode.
Si esto con un tironcito de nada sale.
-¡Aaaaah!
¡A mí me va a dar algo! -Ya está, ya está, ya está, ¿eh?
Son dos maravedíes.
Y si le quito las del juicio le hago un precio especial.
-¿Juicio?
Juicio el que te voy a dar yo a ti, cacho animal.
Que yo tenía la muela sana...
...y casi me destrozas la mandíbula, hombre.
-Ya la has jodido,...
...si es que no se puede ser tan avaricioso.
-Da igual, mi matrimonio se va a pique y no se puede hacer nada.
-A lo mejor sí se puede hacer algo, Floro.
¿Tú sabes fabricar ron antillano?
-No, señora, si no es por protegerla.
Es que lleva una vida muy tranquila,...
...aburrida diría yo, como todos los que vivimos abajo.
-A mi modesto entender...
...el collar que llevaba la mujer del maestro...
...el día de su boda.
Una joya de familia.
-Claro, señora, tiene poquísimos recuerdos de Cristina.
-Pero, señora, no podría...
-Gracias, señora.
-Pues ya está, dos parte de vino de moriles,...
...una parte de alcohol de quemar y dos kg de azúcar.
Ahí está. -Puf...
Dios quiera que el comprador no se dé cuenta...
...de que le estamos metiendo gatazo por liebre.
-Puedo asegurarles, caballeros,...
...que esto no sabe a ron ni de lejos.
Pero, vamos, que me cuelguen si no está de muerte.
(SÁTUR RÍE)
Pero, oye, es que estoy un poco achispado.
-¿Achispado? Tú lo que llevas es...
...una melopea que ni el marqués de Cáceres.
¿Cuántas botellas te has bebido ya?
-La mercancía hay que probarla antes de venderla, esto es así.
-Venga, no hay tiempo qué perder. (CATA) Buenas.
-Hola, ¿qué tal? -¿Qué hacíais?
-Nada.
-A sus pies, señora.
-¿A qué huele, qué habéis bebido? -Nada.
Que está un poco indispuesto y vamos a tomar el aire ahora mismo.
-¿Cómo que vamos?
Que tenemos que ir a ver el local nuevo de la barbería.
-Hoy... mejor que no.
Ahora nosotros tenemos un asunto... de...
Un asunto de hombres.
-Pero ¿qué asunto si vais borrachos?
-Pues asuntos de hombres.
Son eso, de hombres.
Usted, señora, no puede entenderlo porque no es un hombre.
Aunque a veces lo parezca.
-Bueno, Catalina, no te preocupes que luego te lo explico, ¿eh?
-Ajá.
-Doce reales.
¿Te ríes de mí?
-¡Doce años, Margarita!
He estado doce años pudriéndome en un calabozo.
-No, de tu marido y tú, yo pagué por los tres doce años.
-He estado muy solo, Margarita.
Pero ahora ya me siento mejor,...
...¿sabes por qué?
Tu sobrino.
Me gusta observarle, ¿sabes?
Cuando sale de casa o cuando va a la escuela.
Cuando estoy cerca de él...
...ya no me siento tan solo.
(CHASCA LA LENGUA)
-Con tanto cuartel y tanto caballo, no ganamos para remiendos, amo.
Chis, y a ver si tiene un poquito más de cuidado con el traje...
...que me vuelve de las misiones hecho un eccehomo.
(SÁTUR ESCUPE)
Vaya... Esta aguja... Esta aguja no tiene agujero.
-Hombre... Beber, beber... ¿A qué se refiere usted con beber?
Demonio de hombre.
No acabo yo de acostumbrarme a estas entradas que hace.
-He localizado la puerta que abre esa llave
-Te está provocando, Gonzalo.
Sabe que irás a rescatarlos y te espera para matarte.
-¿Y si te capturan?
-La conjura va mucho más lejos, Gonzalo.
No es sólo el asesinato de tu mujer.
-Señor, no puede pedirle a un águila...
...que renuncie a sus huevos.
Si es que...
-Ay. Bueno, tranquilízate, que tampoco será para tanto.
-Ah, ¿no será para tanto? Primero es incapaz de yacer...
...con su mujer. Segundo, se va con sus amigotes borrachos...
...en lugar de venir conmigo a ver el local nuevo.
Y tercero, esto.
-¿Qué es esto?
-Eso es lo que queda de mis ahorros.
-Vaya, pensaba que ibas a montar una barbería, no una herrería.
-Yo no sé este hombre...
Lo que le está pasando es que no lo sé. No sé...
-A ver.
Dices que no yace y se ha gastado todos tus ahorros, ¿no?
Pues, Catalina, yo no es por asustarte, pero...
Vamos que... Que blanco y en cántara.
-¿Qué?
-Pues que tu Floro tiene una manceba.
-¿Una manceba? -Sí, o una familia,...
...con sus hijos y todo.
No me mires así que se dan casos.
-Que no, mujer, que no.
Que mi Floro nunca me haría una cosa así.
Vamos. -¿Ah, no?
Pues sólo hay una forma de averiguarlo.
-¿Cómo? -Seguirle.
-Ah, no, no, no.
Yo soy incapaz.
-Aquí estoy. -Ya era hora.
Creí que te habías rajado.
-¿Vosotros habéis oído hablar de Lepanto?
-Lepanto. -Una mierda comparado...
...con el lío que hay en esa casa.
Entre el padre, el niño, la tía, el otro... Puf...
-Venga, vamos para adentro.
Venga.
-¿Qué casa es esa? -No lo sé.
Perdone, señor, ¿podría usted decirnos qué casa es esa?
-¿Esa? La mancebía del Rana, el mejor burdel de la villa.
-Si esto está lleno... de señoras en piernas.
Aquí hay más muslos que en la pollería de Ramiro.
-Como que son meretrices, Floro. -¿Mere qué?
Putas. Son putas. -Que esto es un burdel, ¿no?
Si aquí... Aquí hemos venido a vender, no a comprar.
Que yo soy un hombre casado, ¿te enteras?
-Como todos los que están aquí. -Anda, tira.
-Lacayos... Siempre tarde.
¿Qué hacéis? ¡Que me soltéis! Mi lacayo está a punto de llegar.
¡Soltadme! -Venga, venga.
-A ver si te atreves a hacerme lo mismo que a ellos.
-Estás loco, plebeyo.
Déjame en paz o te disparo.
-No te atreverás.
-Déjalo estar, Alonso.
-No te tengo miedo.
-Pues deberías.
No me hagáis daño. Os lo suplico. -Mira, por esta vez te libras.
Pero no vuelvas a acercarte a mis amigos.
-Mucho noble, pero a la hora de la verdad, nada.
Anda, coge tu pistola y métetela por donde te quepa.
-Vamos. -Qué miedo me vas a disparar...
-Oye, Nuño, no te pongas así.
Podemos ser amigos.
No te hace falta una pistola. -¡Déjame en paz! ¡No me toques!
-Beba, señora. No ha tomado nada así en su vida.
-Se le van a caer las medias de lo bueno que está.
-Antillano no es.
Pero me gusta. (TODOS RÍEN)
¿Cuántos barriles tenéis?
-Centenas, docenas... Vamos, los que usted quiera, señora puta.
-Pues brindemos por ello. -¡A brindar!
-¡Toma, ahí estamos!
-Ahí va... ¿No son esas sus señoras?
-Nuestras señoras... -Sus señoras, sí.
-Nuestras señoras, Floro.
-Catalina,...
...esto no es lo que parece. -¡Ni te atrevas, Floro!
¡Ni te atrevas!
-Es que ya casi no me acuerdo de su cara.
He debido olvidarme de ella.
-Que mi madre robaba gallinas.
-¿Y cómo lo hacíais?
-Entonces... ¿nunca os pillaron?
-¿No?
-No...
-Sabía que ibas a venir.
Siempre me has gustado mucho, Margarita.
(IÑIGO JADEA)
-No te resistas.
Sé que tienes tantas ganas como yo.
-¿Qué ibas a hacer, hija de Satanás?
-Te vas a arrepentir de haberme engañado.
Quieto.
¡Atrás!
(IÑIGO JADEA)
-¡Da un paso más y le corto el cuello!
¡Aaah!
(TOSE)
-Por un momento pensé que se había arrepentido.
Pero ya veo que no. Es usted más terco que una mula.
Amo. Los detenidos son un señuelo para cogerle.
Será una muerte segura. ¿No se da cuenta?
Parece mentira que sea usted maestro.
Primera lección: seguir vivo. Tiene que haber otra solución.
-¡Y dale Coja a su familia y váyase a otra ciudad.
En otro sitio se podrá ser Águila Roja, digo yo.
-Tengo que limpiar la casa...
Y borrar cualquier huella relacionada con el Águila Roja.
-No. No, vamos a hacer otra cosa.
Me voy a vestir de Águila Roja, me voy a presentar allí...
...y si me matan, que me maten. Alguno me llevaré por delante.
Total, yo ya estoy muerto.
Usted me salvó para darme una prórroga.
Pero yo ya estoy muerto.
Así que, asunto solucionado.
-¡Por lo menos déjeme ir con usted!
Que el comisario ese tiene muy mala baba.
-Cuídese, maestro.
-Cúbrase.
-¿De qué te has librao?
-Tú, déjame hablar a mí, ¿estamos?
Que estas cosas hay que llevarlas con tacto, Cipri.
-No seas exagerado, Floro.
Estaban con el calentón y verán que no es para tanto.
-¿Cariño? ¿Cata?
-¿Qué quieres?
-Catalina, cielo, que todo ha sido un malentendido.
-¿Malentendido? Y te he pillado...
...con la mano en la pechuga de una fulana.
-Que las cosas no son siempre... -¡No te muevas!
-Lo que no son lo que parecen son los ahorros.
¿Qué has hecho, gastártelos?
-Pues sí. -¡Sí y en una mancebía!
-También. Pero nosotros íbamos a hacer un negocio.
-¿Negocio? Me conozco yo tus negocios, ¡guarro!
-¡Ay, Dios mío! (CIPRI SUSURRA) Mano dura.
-Catalina...
-¡Tus cosas! -¿Pero, cariño...?
-¡Ahí tienes! -Por qué te pones así.
-¡Y no te quiero volver a ver! -¡Por favor...!
-¡No quiero volverte a ver! -¡No, las probetas de alquimia no!
¡Las probetas de alquimia no!
-Mano dura.
¡Calzonazos! ¡Que te lo he dicho!
¡Inés, baja ahora mismo!
¡Te lo manda tu marido!
¡Inés!
¡Inés, de aquí no me muevo hasta que salgas, te lo advierto!
¡Los orines! ¡Que me ha echado los orines!
-Tranquilo, ganapán.
Ya verás cómo todo sale bien. Tranquilo.
-Espere, espere, espere... ¡Oiga! Escuche, eh...
¿Ha visto a Águila Roja? ¿Está vivo?
-Yo no sé nada. -¡¿Está vivo?!
-Creo que está muerto.
-Vámonos de aquí. Vámonos de aquí, bonitos.
-¿Por qué se ha ido, señor?
Le voy a echar de menos.
Hasta aquí ha llegado esta gentuza.
¡Eh, tú!
¿Dónde está mi amo, qué le habéis hecho?
No me vais a coger sin luchar.
¡¡¡Ah!!!
Amo, está vivo.
Tengo que ayudarle.
No sabe cómo me alegro de que esté vivo.
Aunque solo sea por no recoger todo esto.
Que tiene usted una de trastos...
¿Qué pasa?
-¿Qué pasa?
¿Esto qué es?
-¿Qué ha pasado?
-¡No! ¡No, por favor!
¡No, sacadme de aquí! ¡Sacadme de aquí, padre!
No, no te apagues.
¡Por favor!
¡Por favor!
No, ¡por favor! ¡Sacadme de aquí, padre!
¡Padre!
-Eres muy gracioso, Gonzalo.
¿Crees que estás en condiciones de pedirme nada?
Tu hijo, va a morir.
-Me encanta que una mujer guapa se despierte a mi lado.
No dudaste en poner su vida en peligro...
...y ahora lloras por tu sobrinito.
-Tranquila, está vivo.
Al menos de momento.
A unos pocos metros.
Está en su tumba, hecha con todo mi cariño.
Tiene hasta su caja, ¿sabes? Su caja de muerto.
-Ah, no, las cosas no son tan fáciles.
-Las cosas no son tan fáciles.
-Mira, Margarita, te voy a dejar este hacha.
Con él podrás cortar la cadena.
El problema es que tu sobrino lleva mucho tiempo enterrado...
...y no creo que aguante mucho más.
Hace rato ya que no le oigo gritar.
Pobrecito.
-Toma, Margarita.
Que tengas suerte.
Un consejo...
Si en vez de cortar la cadena te cortas el pie...
Tardarás mucho menos.
Y, entonces, quizás llegues a tiempo.
-Mira, todo el dinero ahorrado lo invertí en comprar...
...unos barriles de ron, ¿eh?
Para después venderlos por mucho más dinero...
...a la casa de las mujeres fáciles.
-Se compra a un precio y luego se vende...
...mucho más caro y la diferencia es lo que se gana.
-¿Lo entiendes?
-Sí, es lo que se llama un beneficio.
-El caso es que cuéntaselo a tu madre...
...y dile que todo es verdad, ¿eh?
Y dile también que yo os quiero...
...más que a nada en el mundo...
Y que... beso el suelo por dónde pisáis.
Díselo.
-Vaya, acabo de barrer y ya me estás ensuciando el suelo.
-Pero, Catalina, deja que te explique.
-No, no si la explicación ya le ha oído.
-¿Y pretendéis que nos creamos esa batalla?
-Es verdad.
Que se muera Floro si miento.
-Bueno, ya veré si te perdono.
De momento abre la barbería que vas a estar sin dejar...
...de trabajar hasta que recuperes todo el dinero que has perdido.
-Y tú, a la posada...
...que separados estáis mejor.
(NUÑO LLORANDO) No. Yo no quería disparar, pero...
Pero ellos se reían de mí y yo... yo no quiero que se rían.
Él se puso delante...
...y la pistola estaba cargada y...
(SORBIENDO) -¿Entonces... qué debo hacer?
-¿Va a detenerme?
-No le entiendo.
-¿Y eso que he firmado?
-Gracias, comisario. (NUÑO LLORA DESCONSOLADO)
-Madre del amor hermoso.
Vamos a ser pasto de las fieras, ya lo verá usted.
-Sí, claro,...
...usted como es el héroe y va con espada y todo.
Si fuera un pobre criado desarmado y atacado por el reuma,...
...ya me diría usted lo rápido que iba a bajar...
...y lo tranquilo que iba a estar.
Ah, la llave se la di, la llevaba usted.
Me acuerdo perfectamente que antes de salir de la guarida...
...de dije: "Amo, tenga la llave". Se la di.
Que no tengo la llave yo...
¡La llave!
Pero esta llave no es la de la puerta de...
-Si quiero entrar en la escuela de esgrima,...
...voy a tener que entrenar. -¿Sátur?
-Hijo, ¿has vuelto de la guerra?
-¿Vas a presentarte a las pruebas de la academia de Carranza?
-Es mi hijo y no lo entregaré.
-Y a mí me gustaría mucho tener una familia como la tuya.
-¿Valdepeñas?
(SÁTUR TOSE)
...está lleno de ánimas penando y de fantasmas".
¡Ah!
-Nada, que me he reencontrado con mi primer amor.
-¡Oh!
-Yo por lo menos no voy vestido de lagarterana.
En la búsqueda incansable de los asesinos de su mujer, Águila Roja, acompañado por Satur, sigue la pista que les dio el Capitán Rodrigo hasta una misteriosa puerta. El Comisario, presionado por la Logia, decide encarcelar inocentes con el fin de atraer al héroe para matarle.
En casa de Gonzalo, Margarita se reencuentra con Iñigo, un socio de su marido con el que se vio envuelto en timos y estafas. Éste, le amenaza con hacer daño a Alonso si no le paga una antigua deuda. El niño corre un grave peligro.
Floro, el barbero, pierde los ahorros de la familia invirtiendo en un negocio de ron. Con la ayuda de Cipri, intentará arreglar el desaguisado a espaldas de sus mujeres. Por otra parte, Nuño, cansado de que se metan con él en la escuela, dispara a un compañero en un ataque de rabia.
Añadir comentario ↓
no se pueden ver los capitulos se queda parado
Buenas tardes: Estaba viendo la serie desde el principio porque me hablaron bien de ella y no la había visto. Hasta ayer pude ver perfectamente los capítulos de la primera temporada, concretamente, el número 3. Pero hoy no puedo verlos. ¿Es un problema temporal o será continuado? Disculpen las molestias y muchas gracias.