Vidas contadas   Sergei Esenin 19/04/2014 03:43

En su corta vida hubo mucha poesía, hubo también mucho alcohol, mucha utopía y muchos amores. El más célebre fue el que lo vinculó durante dos años a la bailarina Isadora Duncan. Se casaron en la primavera de 1922, viajaron por Europa y los Estados Unidos; pero Sergei Esenin, acosado por la dipsomanía y la nostalgia de Rusia, volvió a su país y se divorció. Era un hombre pegado a su tierra, tanto como a las pendencias de alcohol y a las botellas rotas.

También a los amores múltiples.  

 

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