El primer día del mes de abril de 2016 se estrenaba en Netflix la serie The Ranch, protagonizada por Ashton Kutcher, Danny Masterson, Debra Winger y Sam Elliott. La cuarta y última temporada se estrenó a mediados del pasado septiembre y concluirá en 2020. Esa comedia de situación trata sobre el regreso a casa para dirigir el negocio familiar del hijo de un ranchero, tras una carrera semi-profesional en el fútbol americano. Sobre la serie en sí misma hemos escuchado cualquier tipo de comentarios, pero lo que resulta evidente es que hay que valorar, y mucho, la selección musical de la misma, abarcando desde la legendaria Patsy Cline hasta Luke Bryan pasando por una larga lista que incluye a Merle Haggard, Don Gibson, Justin Townes Earle, Brothers Osborne, Turnpike Troubadours, Cale Tyson y Zac Brown Band, entre otros muchos. Como curiosidad, todos los episodios llevan el nombre de canciones de música country, predominando las de Kenny Chesney y George Strait en la primera temporada, Tim McGraw y Garth Brooks en la segunda, Dolly Parton y Alabama en la tercera y Brad Paisley en la mitad de la cuarta. Hoy en el programa vamos a recordar algunas de esas canciones elegidas a lo largo de sus distintos episodios.
La escena de apertura de la serie tiene como tema uno de los grandes clásicos de todos los tiempos, “Mammas, Don't Let Your Babies Grow Up To Be Cowboys”, la canción que compuso el matrimonio formado por Patsy y Ed Bruce advirtiendo a las madres de la dureza de la vida de los vaqueros como para que sus hijos lo sean. Waylon Jennings y Willie Nelson versionaron la canción en 1978 para su álbum conjunto Waylon & Willie y la llevaron a la cima de las listas de country y consiguieron un Grammy. Ahora han sido sus hijos, Shooter Jennings y Lukas Nelson quienes les han tomado el relevo para la serie The Ranch.
Brandi Carlile es de Ravensdale, una ciudad con poco más de mil habitantes del King County, a 30 millas de Seattle, en el estado de Washington. Empezó cantando con su madre y la música de Elton John iluminó sus primeros pasos hast que hace 15 años encontró a los gemelos Tim y Phil Hanseroth, de los que no ha vuelto a separarse. Ahora es una de las grandes mujeres de la escena de la Americana y miembro de las Highwomen. The Firewatcher's Daughter fue su quinto disco en solitario, que nos devolvió en 2015 a Brandi Carlile en un soberbio estado de forma y “The Eye”, que interpretó junto a los Hanseroth con ecos de las formas vocales de Fleetwood Mac, fue otra nueva delicia que fue consolidando el estatus de esta mujer que ahora está en la cima. El tema se puede escuchar en los episodios octavo y décimo de la primera temporada.
En el penúltimo episodio de esa primera entrega de la serie escuchamos a la tejana Amanda Shires, que es mucho más que la mujer de Jason Isbell. Su categoría como violinista la llevó a formar parte de los Texas Playboys con tan solo 15 años y ha colaborado muy estrechamente con el cantante y compositor Rod Picott, además de incorporarse a The 400 Unit de su marido y grabar con un buen número de grandes nombres. Ahora es también miembro del más brillante supergrupo femenino: The Highwomen. Embarazada cuando grabó este cuarto álbum de su andadura artística, Amanda Shires impregnó de sus sensaciones más personales todo el trabajo, mesurado en sus planteamientos y virtuoso en sus resultados. Producido por Dave Cobb, My Piece of Land tiene momentos tan evocadores como “Slippin’”, una canción de engaños.
Miranda Lambert llegó desde Lindale, en Texas, despertando un gran interés con su álbum de debut, Kerosene. Ha colaborado con Dierks Bentley, ha rendido homenaje a Loretta Lynn, ha hecho oficial su relación con Blake Shelton y, sobre todo, se ha situado en la escena de Nashville sin perder sus esencias tejanas. Con Revolution, su tercer registro, la artista consiguió un equilibrio entre las raíces de la música de su tierra y una mirada a las emisoras de radio y las audiencias. Hay 15 temas, habiendo colaborado en la composición de nueve de ellos. “The House That Built Me” en la voz de Miranda Lambert se mueve en ese difícil equilibrio entre la nostalgia y algunos clichés que a veces se han establecido en el género. Esta vez el tratamiento no es empalagoso y los recuerdos de antaño sirvieron de enseñanza para el presente. Una canción que pudimos escuchar en la segunda temporada de The Ranch.
El séptimo episodio de esa segunda temporada nos permitió escuchar I’m Not The Devil, tema central del álbum de Cody Jinks, compuesto junto a su buen amigo Ward David a base de cervezas y grabado en el Sonic Ranch de Tornillo, Texas, un estudio mágico para una nueva generación de músicos que con los tintes del movimiento outlaw han afianzado los cimientos de la música de raíces norteamericana. Cody Jinks es un músico tejano de Fort Worth en sintonía con artistas como Sturgill Simpson, Jamey Johnson, Chris Stapleton, Ryan Bingham o Whitey Morgan, conectando con una audiencia que entiende a la perfección aquello que les cuenta porque le consideran “uno de los suyos”.
La carretera en la que el folk y el country se encuentran con el bluegrass de toques eléctricos ha visto como Don Gallardo ha recorrido los vericuetos necesarios como para mudarse a Tennessee hace once años tras estar una década en su natal California flirteando con el rock. “Diamonds & Gold” formó parte en 2016 de su álbum Hickory, publicado un año antes en el Reino Unido que en su propio país como agradecimiento a la acogida que recibió en las islas desde su primera visita. Fue elegida para el decimosexto capítulo de la segunda temporada.
Algunas semanas antes escuchábamos a Jason Isbell que en 2015 ya contaba con cinco álbumes y dos discos en directo componiendo su discografía en solitario y, sobre todo, habiendo conformado un sonido reconocible y distintivo de su propia personalidad musical. Junto al productor Dave Cobb había trabajado en Southeastern, pero en Something More Than Free persistieron en arropar textos descriptivos y personalizados de una forma austera, con el dominio de la guitarra acústica y procurando distanciarse de los patrones del folk, el country y el rock, aunque, por supuesto, encontraron recodos comunes en las raíces sureñas de las que nunca se ha desprendido y a las que siempre ha rendido tributo. “Speed Trap Down” era una de las canciones que lo hacían brillar.
Dwight Yoakam publicó el álbum 3 Pears en 2012, tras siete años sin un disco de temas nuevos. Desde la edición de Blame the Vain en 2005 tan solo habíamos asistido al lanzamiento de un disco de homenaje a su idolatrado Buck Owens, Dwight Sings Buck. Sin embargo, siguió explorando todos esos estilos básicos que se refugian en ese gran paraguas llamado Americana, para profundizar en su espíritu. El artista de Pikeville, en Kentucky, produjo al completo aquella nueva aventura sonora, pero contó con la colaboración de Kid Rock y la inesperada ayuda en dos temas de Beck, que co-produjo "A Heart Like Mine" y este "Missing Heart", que pudimos oir en la apertura de la tercera temporada de The Ranch, cuya banda sonora es protagonista de nuestro espacio de hoy.
No podía pasar inadvertido en esta selección un tipo que siempre nos ha parecido el más aventajado de los miembros de esa histórica "Class Of 89", convirtiéndose en la gran estrella de la country music de la última década del siglo XX. A partir de su segundo álbum, el primer lugar fue su posición habitual en las listas vaqueras. En cualquier caso, Garth Brooks ha triunfado de manera incontestable sorprendiendo a todos, incluso a sí mismo. “Friends In Low Places” le catapultó a la cima cuando sirvió de anticipo en single para su segundo trabajo, No Fences. Es una canción coral, participativa y fundamental en las presentaciones en directo del artista de Oklahoma, que hubo de añadir una nueva estrofa al tema, donde demuestra su sentido del humor.
El repaso por la tercera temporada de The Ranch lo concluimos con Luke Combs, músico de Asheville, en Carolina del Norte, que tocó en un sinfín de bandas locales hasta que decidió irse a Nashville tras pasar por la Universidad de los Apalaches. Publicó dos Eps y la edición del single “Hurricane” llamó la atención de la crítica, refrendada con la publicación del álbum This One's For You que alcanzó el primer puesto de las listas de country y donde se encuentra “When It Rains It Pours”, una pieza maestra para ser destacada en este 2017 que termina.
Con JP Harris podríamos habernos desplazado al Robert’s de Nashville, uno de los lugares favoritos de este guerrero del honky tonk siempre dispuesto a recorrer todas las carreteras inimaginables con canciones hechas a la medida de sus vivencias. Su último álbum, Sometimes Dogs Bark at Nothing, que contabiliza el tercero de su discografía y que se publicó a finales de 2018, detalla algunas de ellas rebosando la franqueza emocional del country clásico, con alientos de honky tonk y ecos de los viejos outlaws. Todas estas razones se evidencian en “When I Quit Drinking”, donde JP Harris ha exteriorizado una de sus luchas personales, con la esperanza de que su propia experiencia pueda ayudar a otros.
Este recorrido por algunas de las muchas canciones escogidas para formar parte de la banda sonora de la serie The Ranch culmina hoy con Homeland Insecurity, el nuevo álbum de Flatland Cavalry, deja la sensación de haber estado reunido con tus viejos amigos poniéndote al día. Son 11 canciones cercanas, que cuentan experiencias vitales, llenas de realidad cotidiana y algunas preguntas que están buscando respuesta. Tras un disco tan brillante como fue Humble Folks de hace tres temporadas, este nuevo proyecto tiene muchos detalles distintivos, explorando nuevas fórmulas y puliendo los detalles para completar un disco muy afinado que sitúa a Flatland Cavalry muy cerca de los mejores nombres de la Red Dirt Music, gracias a canciones como "Sleeping Alone".
