Hablaron de ella como La Primera Dama del Rock, llegó a ser la mejor pagada de todas las mujeres del estilo, para resurgir como una de las grandes matriarcas de la música popular y una de las más importantes defensoras de los derechos humanos Esto último le ha llevado a tener duros enfrentamientos con los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana. Es Linda Ronstadt. Desde los Stone Poneys a los Eagles, que fueron su banda de acompañamiento de sus comienzos en solitario, pasando por Jackson Browne, John David Souther, James Taylor y muchos más, Linda ha congeniado musicalmente con los más diversos artistas y estilos musicales y nos ha dado algunas sorpresas impensables, como fue su participación en la opereta del siglo XIX The Pirates Of Penzance, en el estreno de la opera La Boheme en New York, o grabando tres álbumes junto a Nelson Riddle sobre temas estandar de las décadas de los 40 y los 50. Linda Ronstadt guardaba la frescura de una voz que la convirtió en favorita de muchos aficionados durante varias décadas. Pero el Parkinson que padece le ha privado para siempre de la posibilidad de cantar. Ahora ha sido distinguida con la Medalla Nacional de las Artes, el premio artístico más importante de los Estados Unidos. Nuestro sentido homenaje a su figura y su música era inevitable en el tiempo de Toma Uno.
