Toma uno   Bonnie 70 Raitt 09/11/2019 59:00

Hoy vamos de reivindicar a una artista que en nuestro país, desgraciadamente, no ha gozado del reconocimiento que siempre ha merecido. Lo hacemos celebrando que ayer mismo cumplió 70 años desde que nació en esa fecha de 1949 en la californiana ciudad de Burbank. Ella es Bonnie Raitt. No resulta nada sencillo moverse por los caminos de la música tradicional, aunque la fluidez con la que Bonnie Raitt lo hace parece desmentirnos. Desde su primer trabajo, publicado allá por 1971, la artista de Burbank emergió como una de las grandes esperanzas de un estilo que ya había sido asimilado por muchos músicos de rock. Ella incorporaba una voz peculiar y una rara habilidad para tocar el bottleneck. Pero también tenía un enorme sentido para acercarse a una audiencia mucho más amplia que se encontraba en los terrenos del pop. Por otro lado, el folk nunca le resultó extraño y fue aceptada sin problemas en aquella escena junto a compositores afines al Troubadour de Los Ángeles. Bonnie Raitt, una gran divulgadora de los blues modernos, esa guitarrista y vocalista californiana, hija de un famoso cantante de operetas de Broadway llamado John Raitt, protagonista del musical Carousel, es la protagonista de nuestro programa.

Conocida como una de las artistas que mejor ha cabalgado entre el blues y el rock, es una veterana que llegó al Rock And Roll Hall Of Fame en 2000. Sería en 1972 y dentro de su segundo álbum, Give It Up, un disco muy cercano a la perfección, cuando interpretaba una de sus canciones más reconocibles, “Love Me Like A Man”, perfecta para abrir un espacio que celebra su cumpleaños. El slide siempre ha sido una de las señas de identidad de la artista y desde sus inicios ya dio buena muestra de su talla como instrumentista.

Give It Up dejó momentos tan íntimos como “Love Has No Pride”, que llevó al éxito Linda Ronstadt en 1973, un año después de que Bonnie Raitt la interpretara de esta forma tan rotunda que, sin duda influyó en la versión de la vocalista de Arizona. Eric Kaz y Libby Titus fueron los compositores de “Love Has No Pride”. El primero de ellos, neoyorquino de Brooklyn, fue miembro de los Blue Magoos y en un terreno más cercano al nuestro perteneció a American Flyer y grabó un álbum monumental junto a Craig Fuller. Libby Titus por su parte, también neoyorquina pero de Woodstock, es una reconocida autora de canciones para los artistas más diversos además de haber grabado sus propios álbumes desde 1968. Está casada con Donald Fagen de Steely Dan.

"Angel from Montgomery" es una maravillosa canción perteneciente a John Prine y que el cantautor grabó por primera vez para su álbum homónimo de 1971. Tres años más tarde, Bonnie Raitt la incorporaría a Streetlights, su cuarto registro. Es un tema sobre las personas de cierta edad con un enorme sentimiento de añoranza y la artista californiana le considera uno de los más importantes de su carrera. Aquella versión, con una tonalidad cercana al góspel, tuvo un amplio reconocimiento y supuso que muchos repararan en su autor, con quien Raitt interpretó también esta canción en directo.

En 1977 se publicaba Sweet Forgiveness, el sexto de Bonnie Raitt y el primero que veía la luz en nuestro país. Llevar un tema de pop juvenil de las características de “Runaway”, un éxito de Del Shannon en 1961 que introdujo el musitron, una primitiva forma de sintetizador que tocaba en aquel tema el co-autor del mismo, Max Crook, a los terrenos del blues, ralentizando su ritmo y haciéndolo mucho más cercano, no era nada sencillo. Pero Bonnie Raitt volvió a sorprender por su extraordinaria versatilidad y por el hecho de que la canción fuera el único single extraído de ese trabajo.

Aquel Sweet Forgiveness del 77 dejó otro de los momentos más delicados de la carrera de nuestra protagonista de hoy.  Se trata de esta versión imponente de “My Opening Farewell”, una legendaria canción de Jackson Browne que cerró su álbum de debut editado en 1972. La versión conjunta incluida en su primer álbum en directo, Road Tested, de 1995 es para enmarcar. California ha sido el punto de encuentro entre ambos artistas que mantienen una estrecha amistad, reforzada por su activismo a favor de la energía limpia que se plasmó en la gira de MUSE en la que ambos participaron junto a músicos del relieve de James TaylorBruce SpringsteenPoco o Crosby, Stills & Nash, entre otros. Posteriormente han coincidido en varias ocasiones como la gira Vote For Change o el homenaje a Pete Seeger en el álbum Where Have All The Flowers Gone?.

Entre los trovadores que emergieron gracias a un local emblemático como el Troubadour está la californiana Bonnie Raitt, que hizo sus primeras presentaciones en aquel mítico escenario y que es, sin duda, la mujer que mejor ha popularizado las cabalgadas entre el folk, el blues y el rock. Richard Thompson compuso “Dimming Of The Day” hace 44 años y su entonces mujer, Linda, la interpretó magistralmente por entonces para su álbum Pour Down Like Silver. Pero la versión de Bonnie Raitt, realizada en 1994 dentro de su trabajo Longing In Their Hearts, el segundo en conseguir un No. 1 en las listas a lo largo de su extensa carrera, es uno de esos regalos que en TOMA UNO nos podemos permitir de vez en cuando.

El pasado mes de marzo se cumplieron 30 años desde la edición del álbum Nick Of Time de Bonnie Raitt, el primero para Capitol. Y fue en 1987 cuando John Hiatt componía “Thing Called Love” que Bonnie Raitt incluyó en su impecable álbum Nick Of Time dos años más tarde y que fue su primer single. Un cuarto de siglo después, tenemos la misma sensación de siempre: Cuando ella canta jamás captura prisioneros. Llegó al primer puesto de las listas de álbumes de pop y estuvo en la cima durante tres semanas con un trabajo que suponía el décimo del devenir artístico de esta mujer pelirroja de Burbank, en California. Se abría con el tema que lo daba nombre y que ella misma había compuesto.

“Something To Talk About” ha sido el mayor éxito en las listas para Bonnie Raitt. La canadiense Shirley Eikhard la compuso para que la artista californiana la grabara en 1990 y un año después formara parte de su álbum Luck of the Draw, que vendió cerca de ocho millones de copias. Gracias a ese tema consiguió el Grammy a la Mejor Interpretación Femenina de Pop. Esta fue la canción que hizo que traspasara la frontera que hay entre ser una artista de culto a tener un reconocimiento casi generalizado. Con unos coros de tonalidades góspel, un impecable trabajo del slide guitar y su voz poderosa “Something To Talk About” habla sobre cambiar las tornas en los mentideros locales.

Luck Of The Draw (La suerte del sorteo), el undécimo trabajo de Bonnie Raitt, estaba dedicado expresamente al fallecido guitarrista de blues Stevie Ray Vaughan y había empezado a gestarse después de haber sido nominada a cuatro Grammy por su disco anterior. Superó con creces el éxito comercial de Nick Of Time, llegando a contabilizar cerca de 15 millones de copias, siendo su disco más vendido hasta el presente. La aceptación del álbum la llevó a realizar una gira que la tuvo ocupada hasta 1993. Uno de los cortes más sobresalientes y devastadores de aquel registro fue "I Can't Make You Love Me" (No puedo hacer que me quieras), una canción de amor no correspondido cuya idea vino de un artículo del periódico que hablaba de un hombre borracho que dispara al coche de su novia. El arreglo para el piano de Bruce Hornsby hizo el resto.

No resulta nada sencillo moverse por los caminos de la música tradicional, aunque la fluidez con la que Bonnie Raitt lo hace parece desmentirnos. Desde su primer trabajo, publicado allá por 1971, la artista de Burbank emergió como una de las grandes esperanzas de un estilo que ya había sido asimilado por muchos músicos de rock. Ella incorporaba una voz peculiar y una rara habilidad para tocar el bottleneck. Pero también tenía un enorme sentido para acercarse a una audiencia mucho más amplia que se encontraba en los terrenos del pop. Más de cuatro décadas de carrera avalan el devenir artístico de esta mujer pelirroja de Burbank, en California, llamada Bonnie Raitt, que en el año 2012 publicaba el álbum,  Slipstream (Rebufo), su primer disco en siete años, que a la vez supuso la inauguración de su nueva compañía discográfica Redwing Records. El disco es una mezcla de blues, rock, soul, e incluso toques de reggae como muestra del extraordinario eclecticismo de su protagonista. Dentro del registro “Take My Love With You” (Lleva mi amor contigo) es el tema más cercano, una de esas canciones doradas que deben recordarse siempre para elegirla entre las mejores.

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