Hemos titulado el espacio de hoy "Hilo de esperanza", una canción del sambista bahiano Edil Pacheco que escucharemos esta noche, para afirmar - en estos tiempos tan catastróficos y catastrofistas - que al menos la salud musical del planeta no se deteriora como el resto de los indicadores físicos y espirituales del planeta, lo cual alumbra ciertos destellos luminosos de, quizá, un cambio de tendencia a nivel global. Ello es evidente en la música brasileña, que tiene en la fertilidad y el vitalismo dos de sus múltiples señas de identidad, y traemos, para atestiguarlo, un puñado de novedades sonoras, ya sean de artistas consagrados como Celso Fonseca, Chico César o Joâo Donato, de otros músicos de generaciones más recientes que confirman la calidad de sus trabajos anteriores, como Leandro Fregonesi, Mayra Freitas o Mou Brasil, o finalmente jóvenes debutantes que estrenan su enorme talento como Ian Ramil o los grupos Ordinarius y Dônica. Si la música es el lenguaje del espíritu, su soplo continuo puede ayudar a convertir los hilos en redes de esperanza, para poder afrontar juntos los dramáticos desafíos del mundo contemporáneo.
