El estrés es contagioso (y huele)

Científicos de la Universidad canadiense de Calgary han comprobado en ratones que aquellos que sufren estrés o ansiedad son capaces de contagiar su estado de ánimo a los demás. La fuente del contagio es el olor que genera la glándula situada en el ano del animal estresado, que libera feromonas, unos mensajeros químicos capaces de inducir un cambio de conducta en otros animales. En seres humanos se han hecho experimentos similares escondiendo en una habitación camisetas empapadas en el sudor de paracaidistas.