Gran Sol nació de las cenizas de Demonio Sánchez, un grupo que se convirtió involuntariamente en nombre de culto al desaparecer en el mar su cantante, Toni Pujalte, una mañana del invierno de 1993. Dieciséis años después y totalmente por azar, como ocurren las grandes historias, Demonio Sánchez se reunieron una vez más sobre el escenario al aceptar la invitación del Festival Malafama. Esa noche, Sebastián Rosselló, Rafael Adrover y Emilio Navarrete estuvieron acompañados por varios cantantes amigos (Jordi Herrera de Satellites/The Marzipan Man y Pascale Saravelli de Vacabou), pero en el fondo sabían que necesitaban a alguien que marcara un definitivo nuevo inicio. Fue entonces cuando apareció Noemí Garcies.
Desarrollos atmosféricos que cabalgan entre el post-punk de los 80s, los paisajes del trip-hop y la sensualidad del jazz. A ratos te recuerdan los westerns apocalípticos de Nick Cave y sus Bad Seeds, siempre dispuestos a descargar sobre nuestras cabezas una tormenta tremenda. Un segundo después piensas en PJ Harvey, una Polly Jean acompañada por Portishead, si no un Tom Waits femenino cantando junto a unos Massive Attack orgánicos y descarnados.
Componentes:
Noemí Garcies (voz y ukelele)
Rafael Adrover (guitarra)
Sebastián Rosselló (bajo)
Emilio Navarrete (batería)
