Si Grecia llega al colpaso los más afectados serían los bancos franceses y alemanes, que son los que acumulan una mayor deuda helena. Esa situación afectaría a los países con una economia más delicada como Italia o España, como un auténtico terremoto. Según Gabriel Herrero nadie sabe a que nos exponemos porque la siutación va de los previsible a lo inimaginable, y todos coinciden en que la situación es extrema.
En el mejor de los casos, se daría una suspensión de pagos parcial y ordenada en Grecia, es decir, limitando al máximo los daños colaterales, como explica el catedrático de Análisis Económico Santiago Carbón: "se preparan las ambulancias y los bomberas porque habría que recapitalizar los bancos europeas. Si quiebra Grecia, quiebran sus bancos, y el impacto de la deuda pública y privada, especialmente pública, contagiaría al resto de países". El contagio de los bancos no solo penaliza a España. El valor en bolsa del principal banco alemán, el Deutsche Bank, ha caído un 60% en lo que va de año.
Para el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, la pésima gestión política de la crisis, ha acabado minando la confianza en la economía europea. El crédito extranjero se cierra y el capital se marcha, hundiendo al euro".
"Estamos en niveles de tensión similares a cuando quebró Lehmman y todo lo que vino después. El evento sistémico y el pánico va a ser una decisión política, vamos a ver si hemos aprendido algo desde 2008 y lo evitamos" Diez cree que estamos en posibilidad de reconducir la situación. Pero bastaría un solo error en los próximos días o semans, para detonar una catástrofe.
En el peor de los casos, el BCE ya dio una pauta de como sería, convertiría en una broma la caída de Lehmann Brothers. Entre otras cosas, porque cogería a los gobiernos sin munición, para hacer frente a quiebras bancarias múltiples durante años, economía en recesión y un nivel de paro revolucionario.
