Rompemos a andar con la sección Frases fulgurantes, en la que examinamos la famosa Maldición de Alberich de El oro del Rin, prólogo de la Tetralogía wagneriana. Al ser privado del anillo el enano pronuncia la terrible frase, anunciadora del desastre que caerá a no tardar mucho sobre la casta de los dioses. Escuchamos y analizamos la soberana, vibrante, metálica interpretación de Gustav Neidlinger, uno de los más conspicuos defensores de la parte desde 1950. Lanza su filípica bajo la batuta de Georg Solti. La comparamos con la algo más histriónica pero de menor poder vocal de Alois Pernestorfer, apoyado en la rectoría de Wilhelm Furtwängler. Damos paso luego, en Voces de hoy, al tenor maltés Joseph Calleja, que luce su cálido timbre en una serie de canciones italianas -Mattinata, Ideale, Musica proibita, Cor’ingrato- y en la romanza No puede ser de La tabernera del puerto de Sorozábal.
