Madrid, 2019 - Oxford 1950.
Querida Jacqueline:
Con este sonido acaba de empezar todo para ti. Lo has escuchado en la radio e inmediatamente le has dicho a tu madre que necesitas urgentemente un violonchelo. Dos factores juegan a tu favor para que te compren el instrumento que te ha cautivado: el primero que perteneces a la clase media británica, con las posibilidades económicas que por ello tiene tu familia. Y el segundo factor, y más importante, es que en tu casa adoran la música. Y no como aficionados. Tu madre, Iris Greep, es una notable pianista y una profesora sobresaliente. Por eso ha entendido enseguida que tu petición no es el capricho de una niña de 5 años. El tiempo te dará la razón. Y también los maestros que verán en ti un prodigio del violonchelo. El primero en darse cuenta será Wiliam Pleet, quien te dará clase en la Escuela de Violonchelo de Hebert Walenn de Londres. Tras él, llegarán Pablo Casals en Suiza, Paul Tortelier en París y Mtislav Rostropovich en Moscú. Éste último dirá de ti mientras estudias con él en Rusia: “Jacqueline Du Pre es la única violonchelista de la generación más joven que podría igualar y superar su cumbre…”Darás tu primer concierto en 1959. ¿Te adelanto ya lo que interpretarás? La obra que como atisbaba Rostroprovich, te encumbrará: el "Concierto para chelo de Elgar".
