Por tres razones   Hiperactividad. "Llegué a pensar que mi nombre era ' Bájat 20/03/2019 39:18

Hoy, nuestras tres razones van de sensibilidades varias. ¿No les parece que hay mucha gente joven que ya tiene problemas de oídos? De eso va nuestra primera razón, de "SALVA TUS OÍDOS", una campaña que pretende concienciar sobre el riesgo que padecen mil cien millones de jóvenes en el mundo de perder audición por los 'ruidos lúdicos' a los que se exponen diariamente, como escuchar música muy alta. Hablamos con Jorge Escobedo, director de la campaña, y con Cristina y Ángel, participantes de un concurso de talentos musicales con discapacidad auditiva que se celebra el próximo 27 de marzo en Madrid.

A este programa han llegado en varias ocasiones quejas de madres y padres con hijos hiperactivos cuyos colegios no saben cómo actuar con ellos, ni encauzar esta condición. Escuchamos a un hombre ya, que cuando era niño llegó a pensar que su nombre era "bájate de ahí". Jamás le invitaron a los cumpleaños de los compañeros y lo expulsaron de dos academias. En una de ellas duró un mes, fue en la que más tiempo estuvo. Es Álvaro García. Como él mismo se define un "hiperactivo más", es decir, un incomprendido más. Hablamos con José Luis Vaquero , presidente de la Asociación de Afectados por Déficit de Atención e Hiperactividad en Valladolid (AVATDAH) quien explica que estos niños "son carne de cañón. Son listos pero están abocados al fracaso escolar y laboral".

Y ya que estamos con sensibilidades, nuestra tercera razón responde a las preguntas: ¿Cómo es una terapia de integración sensorial? y ¿quién la necesita?. Hay personas que interpretan un ruido como algo realmente dañino. Los sentidos físicos no tienen problemas pero en el procesamiento de la información que recibe ese sentido hay un fallo. "No hay lesiones a nivel neurológico, los sentidos funcionan bien pero algo falla. Esto se puede ver en niños que no gatean, que no mastican o que tienen miedo a subir a algún columpio". Nos lo cuenta Sabella Hildalgo, terapeuta ocupacional. Hablamos también con David, niño autista de seis años que lleva seis meses en terapia, y con sus padres, Víctor y Teresa.

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