"El producto hay que mimarlo para que pueda conservar todas sus cualidades". Esta frase de Carlos Torres, 50% del Restaurante La Buena Vida, y responsable de sus fogones, es toda una declaración de intenciones así como una máxima que marca el latir diario de La Buena Vida, un espacio gastronómico donde el Producto traza el disfrute de cada comensal.
Carlos Torres y Elisa Rodríguez, su compañera vital y el otro 50% de La Buena Vida, responsable de la sala, decidieron hace 13 años, romper con su vida laboral anterior, relacionada con el universo economista, para embarcarse en la aventura gastronómica; lo que iba a ser un bar de tapas pronto tornó hacia una casa de comidas que fue convirtiéndose en referencia sensual y de deleite en el momento en el que Carlos Torres, el invitado de esta nueva entrega de Placeres Mundanos, decide tomar las riendas de la cocina.
Hoy, esta pareja que se desvive por cada una de la personas que atraviesan las puertas de su casa, siguen mostrando que la elegancia, y la amabilidad, unidas a las ligeras caricias que en cocina reciben cada uno de las materias primas, de temporada, que llegan a diario, son las claves para marcar un referente en la capital de España.
