Donna Hightower convirtió España en su segunda patria cuando recaló, casi por casualidad en 1961, después de llevar dos años dando vueltas por Londres, París y Bruselas, y de haber dejado atrás una prometedora carrera como cantante de jazz en Estados Unidos, con dos espléndidos álbumes en la mochila. Su primer bolo en la Península Ibérica fue, cómo no, en el Club de Oficiales de la base yanqui de Torrejón de Ardoz. De allí al Whisky Jazz y a los escasos garitos santificados por la música negra en aquella época oscura, que la consagraron para siempre como la Primera Dama del Jazz en España. Enamorada de nuestro país y de sus gentes, Donna alquiló un piso en Madrid, en la calle Potosí, grabó algunos discos soberbios de jazz y góspel, actuó en Festivales de Jazz y programas de televisión, tuvo un éxito moderado con un excitante single de soul (?This world today is a mess?, composición original suya) y subió a lo más alto de las listas con un dueto alimenticio, interpretado con su entonces compañero sentimental Danny Daniel (?El vals de las mariposas?). Al fin, casi treinta años después, Donna regresó a su país y se estableció en Austin, Texas, con su familia.
Píntalo de negro. El soul y sus historias
Donna Hightower
14/01/2018
08:14
