Esto es ingeniería   Vidrios bioactivos 07/04/2019 05:49

El vidrio existe en la naturaleza desde la formación de nuestro planeta y siempre ha llamado la atención del ser humano por su brillo y transparencia. Pero hubo que esperar a finales de la década de 1960 para que fuera utilizado como biomaterial en la regeneración de hueso. La idea surgió durante un congreso sobre materiales celebrado en Nueva York. Un médico del ejército estadounidense destinado en Vietnam le propuso al ingeniero Larry Hench que investigara nuevos materiales para tratar los terribles traumatismos que sufrían los soldados. Todas las semanas se amputaban centenares de extremidades porque el cuerpo humano rechazaba los polímeros y metales que se empleaban en la fabricación de prótesis. Hench conocía algunas propiedades del vidrio y sus similitudes con el hueso y desarrolló el primer vidrio bioactivo de la historia, que patentó con el nombre de Bioglass. A partir de ese invento, numerosos grupos de investigación comenzaron a trabajar con estos materiales, como María Vallet, miembro de la Real Academia de Ingeniería. Según la investigadora, la presencia de ciertos elementos en el vidrio como calcio, magnesio o fósforo y de grupos químicos como OH, confiere esa bioactividad que le permite reaccionar con el hueso e integrarse en el organismo. Tradicionalmente, la producción de vidrio se ha hecho mediante fusión y enfriamiento rápido. Sin embargo, este método no es el más adecuado en el caso de los bioactivos y en los últimos años se ha desarrollado un procedimiento químico, a temperatura ambiente, que permite introducir distintos elementos a voluntad. Es el método Sol-Gel. EStos materiales se diseñan para aplicaciones clínicas tan específicas como implantes dentales, sustitución ósea, reparación de defectos periodentales o reconstrucción maxilofacial.
 

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