Diodo

Los semiconductores han revolucionado la tecnología al permitir amplificar señales de manera eficiente, simple y en poco espacio. En su fabricación se emplean materiales como el silicio o el germanio, a los que se añaden otros elementos para lograr las características deseadas. El dispositivo más simple, y uno de los más utilizados, es el diodo. El más básico --también conocido como rectificador-- es el que se emplea para dejar pasar la corriente eléctrica en un solo sentido. Como explica Luis Castañer, ingeniero de Telecomunicación y miembro de la Real Academia de Ingeniería, la palabra diodo procede del griego y significa dos electrodos. Los primeros diodos fueron válvulas o tubos de vacío, con un aspecto similar al de las lámparas incandescentes. El invento fue desarrollado en 1904 por John Ambrose Fleming, un empleado de la empresa Marconi, quien se basó en las válvulas de Edison.
Otro de los personajes clave en el desarrollo de la electrónica fue el físico alemán Walter Schottky. Su nombre aparece ligado a distintos fenómenos y dispositivos, entre ellos un diodo formado por un metal en contacto con un semiconductor. En la actualidad los diodos se emplean en todos los circuitos integrados y, particularmente, en la transformación de corriente alterna en continua y en la fabricación de LEDs.