Música y significado   Los SEIS Franceses 09/11/2018 01:00:08

Apadrinados por el incatalogable Erik Satie, tras una representación del ballet-musical-circo-provocación o lo que fuese Parade(1917), surgió ese grupo de MilhaudHoneggerPoulencTailleferreAuric y Durey con aquel lema famoso: "Basta de nubes, olas, acuarios, ondinas y perfumes nocturnos. Necesitamos una música a ras del suelo". El propio Parade representaba lademolición del arte "serio", con una fuga que es pura flojera, con máquinas de escribir, bocanadas de humo, bocinas, etc. Hombre, es que había artistas desengañados con el género humano en aquel París de los años 20, tras la atrocidad de la Gran Guerra. "Frivolité" iba a ser la respuesta a esa hipocresía de la vieja Europa. Pero "frivolité" densa e ilustrada: la Sinfonía Litúrgica de HoneggerMilhaud con su magistral pastiche (32 plagios tiene) de El buey sobre el tejadoblues en La creación del mundo y bitonalidad en Saudades do Brasil; el jovencísimo Poulenc con su Rapsodia negra casando vodevil con Bartók y con Maurice Chevalier... Pero aquel espíritu de grupo duró poco. Honegger sobrevivió por sus pelis (el Napoleón de 1925), Dureyno duró mucho (escuchamos Canciones Vascas), a Auric lo recordamos por el valsecito de Moulin Rouge (que le dio mucha pasta) o por la peli César y Cleopatra. De Germaine Tailleferre, la única dama, tendremos un programa especial, pero hoy escuchamos su Trío. Al final esa frivolidad tan específica no ha traspasado los decenios. Excepto las Gymnopedies del padrino (y chiflado) Satie y el gran Francis Poulenc: analizamos un poco su Sonata para flauta y piano y nos estremecemos con el final de sus Diálogos de Carmelitas, con las infortunadas monjas de Compiègne caminando hacia la guillotina. ¿Qué simbolizaron Los Seis y por qué?... La respuesta la sugiere Alex Ross. Felices frivolités, queridas y queridos y felices pervivencias de lo auténtico,,,

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