La soledad y una vida desordenada llevaron a Eugenia y Eduardo al límite de la locura. A ambos les dijeron que tenían Esquizofrenia. Eugenia nunca estuvo conforme con el diagnóstico ni con la medicación que le asignaron. Trabajaba como limpiadora y llegó a pasarse diez días sin dormir. Tiene "Trastorno Paranoide Delirante Continuo". Eduardo era autónomo en la construcción. Seis años después de que le diagnosticasen Esquizofrenia Paranoide ha logrado tener una vida equilibrada en la que no le falta el trabajo en el Taller de Ebanistería de PROSAME, la Asociación Pro Salud Mental de Burgos. Entrevistamos también a Inma, hermana de una persona con Esquizofrenia, y a la sicóloga Blanca Cuesta, quien asegura que PROSAME trata de hacer frente a los recortes en las subvenciones públicas mediante la autofinanciación.
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